Duque ha manifestado como mal perdedor que retira la reforma en aras de la paz de Colombia y que luego presentará una acorde con el consenso nacional.
La verdad es que se ha visto obligado a retirarla por diversas causas, entre las cuales se pueden mencionar tres:
Primero, la fuerza del pueblo, su unidad y la intervención de camioneros, taxistas, organizaciones indígenas, clases trabajadoras en su conjunto, estudiantes decididos a no permitir masacres sociales además de las criminales matanzas. Ello daría pie a un paro nacional total demostrando que más del 80% lo repudia a él y el régimen.
Segunda, la deserción apresurada de congresistas que se han dado cuenta de que las próximas elecciones no tendrán ninguna opción de postularse porque serán identificados como enemigos de la patria y de sus departamentos. Muchos gobernadores y alcaldes, en una actitud cómplice, prefirieron ordenar toques de queda, enviar tanquetas, reprimir, sin aparecer incluso sus nombres al dejar a sustitutos la responsabilidad cobarde.
La tercera es obvia, ya que la lesión a la ciudadanía era tan evidente que nadie pudo comprar los huevos de Carrasquilla a mil ochocientos pesos. No obstante, el gobierno nunca ha hablado coherentemente, en hechos, de la corrupción, de suspender la compra de los aviones por 14 billones (que es más de la mitad del costo miserable de la reforma tributaria), o gravar a las familias más ricas de país… que aún queda sin vender.
Las dos posibles causales no hechas públicas que deben haber sido detonantes finales son, por una parte, el que las Fuerzas Armadas hayan esbozado los riesgos de una militarización ya ordenada por el genocidio que implicaba e, incluso, que mandos menores se opusieran porque sus hijos están en la protesta y con riesgo de ser agredidos fatalmente. Lo otro es que de hundir la Reforma se ha pasado a gritar en las calles sobre la dictadura Duque, lo que pone en boca de todos que no existe democracia; si se une ahora a pedir su renuncia, quiere decir que la negra noche se le vino encima al régimen.
El mensaje ahora ha sido que no basta con que Duque diga que la retira, al haber alto peligro con leyes sobre la salud, pensiones, el glifosato, y el control a la riqueza mal distribuida. Tal vez sea hora de pensar en la equicracia como lo sostiene el libro Urgencias del siglo XXI: pensamiento crítico y transformación social (1).
(1) Urgencias del siglo XXI: pensamiento crítico y transformación social.