El hecho empezó anoche primero de junio a las nueve de la noche, cuando trabajadores de la construcción Parques del Rio Medellín, en el Barrio Conquistadores, ajustaron mal un hidrante y desperdiciaron tristemente mucha agua. Nadie hizo nada por solucionar la situación. Tampoco había operarios cerca.
La mediocridad alcanzó para poner una bolsa negra de plástico y frenar el impulso vertical del agua. Pasé por ahí luego de 2 horas de derroche abundante e inclemente de agua.
Es vergonzoso que no se posea mayor planeación en estas obras y sobre todo con este recurso tan valioso. La indiferencia de los habitantes de la zona también cuenta como un acto fatal: dice mucho sobre lo que percibimos acerca de la protección de la naturaleza y el entorno originario.