El reconocimiento de los Derechos del Campesinado consagrados por la ONU “territorio y cultura propia”-, fue incorporado recientemente en nuestra Constitución Política. ¡Corresponde al gobierno materializarlos! Por ley los campesinos son destinatarios de las tierras baldías de la nación –acaparadas fraudulentamente mediante sentencias judiciales/violencia y por avivatos/narcoparacos-, apropiación ilegítima que patentiza el más grave/cruento despojo de bienesestatales/particulares.
Corresponde al Minagricultura, ANT y Fondo de Tierras recuperarlas/reintegrarlas/redistribuirlas entre labriegos expropiados/desplazados que hoy padecen los rigores de la tugurbanización y del “rebusque”.
La materialización de la RRI reclama implementar la legislación agraria, desconocer ficticios derechos de dominio y NO COMPRAR tierras ilegalmente escrituradas. Informes del DANE/FAO (2023) afirman que la “pobreza monetaria” ocasiona 3 millones de campesinos con hambre; indican que 1.2 millones, utilizan leña para cocinar; 2.6 millones de hogares (66%) carecen de vivienda y 1.7 millones necesitan reparaciones; el 90% de los 143 mil Km. de vías terciarias, está deteriorado; el 30% del agua suministrada a centros poblados y rurales dispersos, “no es apta para consumo humano”; la cobertura de acueducto en el campo es inferior al 25%. Sintetizando, las privaciones más sentidas por el campesinado son servicios públicos, alcantarillado, aseo y acueducto.
El desplazamiento forzado de pequeños propietarios incrementó el gran latifundio, la miseria y el hambre. Sin embargo, una importante franja de jóvenes con ancestro rural está ansiosa por retornar al campo e iniciar empresas agroindustriales propias. Acceso a la tierra, estímulos productivos, educación técnica, infraestructura, vías, internet para masificar conocimientos/mercados, son algunas prescripciones indispensables para construir un nuevo país.
El programa de gobierno Hambre Cero y la generación de empleos juveniles, pueden convertirse en potentísimo motor del desarrollo rural. Ello impone descartar medidas del tipo “revolución verde” arado/agroquímicos- que ya erosionaron el 40% de la superficie cultivable de Colombia y causan las inundaciones/deslizamientos.
Entre sus letales consecuencias, señalamos: el arrasamiento de “malezas” y micro-organismos, convirtió el suelo en emisor de CO2; la incapacidad del terreno para retener el agua, desorganizó el sistema hídrico; la lluvia escorrentía arrastra la capa orgánica/sedimentos hacia los ríos, anegando las planicies; los plaguicidas destruyen la biodiversidad –superficial/subterránea- e impiden liberar los minerales que asimilan las plantas; aumento de enfermedades humanas crónicas, por envenenamiento de los alimentos con agrotóxicos.
Contrario sensu, investigadores de EMBRAPA –Minagricultura, Brasil- desarrollaron variedades de TRIGO idóneas para regiones secas y tropicales (productividad=10 Tn/Ha), modificando su condición de importador (6 millones Tn, 2023) a exportador (6 millones Tn, 2030), auténtica “revolución tecnológica”.
Colombia produce actualmente 5 mil Tn -Boyacá/Nariño, 3 mil Has., rendimiento=1.6Tn/Ha-.
¡Deplorable contraste! El quid del éxito radica en: i-investigación en adaptación genética/tecnología avanzada; ii-incorporación de miles de Has., aptas para la producción intensiva; iii-crédito, inversiones productivas públicas/privadas e infraestructura. La “reindustrialización” contemplada en el PND 2022-26, prevé: ciencia/tecnología, agrodesarrollo/inversión pública, RRI/participación campesina,
factores que, bien encausados, posibilitarían producir grandes volúmenes de TRIGO/MAÍZ destinados al mercado interno/externo.
Uno de los escollos jurídicos a superar es la formación de extensas áreas productivas receptoras de inversiones públicas/privadas, con verdadera participación campesina -ecuánime/gerencial-,
que propulse la generación de empleo, riqueza colectiva/privada y progreso social.
El establishment impugna férreamente las reformas sociales propuestas por Petro. La depuesta hegemonía aceptó refunfuñando su derrota política, pero conserva el poder económico/experiencia político-administrativa.
La reforma a la salud, el enérgico discurso presidencial, el desmonte de la coalición gubernativa, la
reconquista de la dirección del Senado por las derechas, constituyen puntos de quiebre entre Gobierno/Oposición, cuyo rompimiento radical ¡parece inminente y de consecuencias impredecibles! La lógica dialéctica advierte que, para resolver acertadamente los megaproblemas engendrados ayer, las caducas recetas resultan inservibles.
Por ello, la obstrucción irreflexiva enquistada en el Congreso, altas cortes, organismos de Control, direcciones partidistas, consejo gremial, etc., debe frenar la contienda contra el Gobierno y, conjuntamente, dialogar/concertar y formular alternativas de solución viables a nuestra problemática.
¡CONSTRUIR LA PAZ, COMIENZA POR MATERIALIZAR LOS DERECHOS CAMPESINOS Y
ACTIVAR EL DESARROLLO RURAL!