En nuestros tiempos hemos visto que los deportes han tenido mucho arraigo o participación en medio de los problemas sociales del país. Les contaré mi historia sobre las experiencias que he tenido como entrenador de personas con discapacidad cognitiva y que pueden servir como solución a los problemas sociales y evitar cometer errores que perjudiquen su formación integral.
En el año 2015, me citaron para asistir a una entrevista para una fundación del sector privado que trabajaba con personas con discapacidad cognitiva, ese día me preguntaron: ¿Tiene experiencia con la población? Mi respuesta fue no, pero puedo asumir el reto de formarlos y realizar procesos que le permitieran el desarrollo de sus habilidades motrices básicas y el mejoramiento de su condición física para la práctica deportiva de una manera divertida y saludable. Al principio fue complicado ya algunos profesionales de diversas áreas me saboteaban las clases con la excusa de que “Eso no era así”, “Esto tiene que ser así”, en fin. Seguí adelante con mis muchachos, ya que se avecinaban las olimpiadas especiales de la Universidad Manuela Beltrán en las modalidades de atletismo, futsal y baloncesto por habilidades.
Faltaba un mes para inauguración del evento y discutí fuertemente con varios profesionales de diversas áreas sobre el manejo de diversas situaciones lo cual pusieron en peligro la participación de las personas con discapacidad en las olimpiadas hasta que recibí el apoyo de varias personas y eso me permitió seguir con los entrenamientos. ¿Cuál fue la clave? La motivación, los juegos predeportivos y cooperativos que se implementaron la cual les permitieron mejorar considerablemente sus habilidades motrices y su capacidad de manejar situaciones dentro del juego. A una semana de las competencias sucedió algo inesperado y que a la vez fue clave seguir adelante con el proceso y fue una cartelera que hicieron mis deportistas dando el apoyo moral y definitivo para las competencias.
Llegó la semana decisiva, se iniciaron las olimpiadas. El primer día se disputaron las competencias de atletismo adaptado de 50 metros planos, en donde participaban 3 deportistas masculinos de diferentes categorías, juvenil, mayor y máster. Dos ganaron medalla de oro y uno de plata, un buen comienzo en las competencias. Llegó el segundo día y era la competencia de futsal y atletismo femenino, el equipo de futsal empezó perdiendo el partido contra el municipio de Soacha, aunque luego se dio la vuelta al resultado, ganándolo por 3 a 1. Esta victoria fue fundamental para la consagración del equipo. Por otro lado, las participantes de atletismo femenino de la categoría juvenil ganaron sus respectivas competencias de 50 metros planos y por ende ganaron sus medallas. Un día sensacional. Llegó la clausura del evento con la competencia del baloncesto por habilidades en donde participaron 10 personas y por ende recibieron medalla por su participación.
Cuando se vieron estos resultados fue una gran victoria para los equipos y para mí, fue el pase para mi renovación del contrato en el año 2016. El año pasado cambiaron muchas cosas y recortaron mi área de manera injusta, pero no fue excusa para seguir adelante con los equipos y permitir aumentar el número de participantes y fomentar la inclusión por medio de la actividad física, recreación y deporte.
Para finalizar, quiero realizar la siguiente reflexión: cuando hablamos de inclusión no podemos realizar las cosas a la ligera y mucho menos imponer la voluntad las personas con discapacidad que les gusta realizar actividades recreativas y deportivas que les permiten una buena formación integral y tener hábitos de vida saludable en la vida cotidiana. Apoyemos a nuestros entrenadores, deportistas con discapacidad y a la gente que permite el buen desarrollo emocional, social y educativo de nuestra sociedad. No permitamos que la envidia, la hipocresía se adueñen de los procesos de formación porque después es demasiado tarde. Exijan a sus formadores, estén pendientes de sus hijos y sobre todo, disfruten la felicidad de ver a su hijo progresar en su desarrollo de actividades recreativas, deportivas y sociales que le permiten su felicidad.
