Una ex empleada de un restaurante al que decidió llamar "Roberto Carne de Muerto" para evitar consecuencias denunció vía Twitter cómo había sido una pesadilla trabajar en el distinguido restaurante bar donde fue víctima de atropellos y acoso. Calificó su experiencia laboral de "elitista y arribista" en donde era obligatorio tener una cara bonita para poder siquiera conseguir el trabajo. La joven de 20 años contó que en solo 8 meses de iniciar su trabajo en "Roberto" llegó a pesar 38 kilos pues el cansancio era terrible y la angustia de que la echaran era peor pues cursaba al tiempo sus estudios universitarios.
Habían situaciones cuestionables como el hecho de que la etiqueta del nombre de las meseras estuviera ubicado en ls parte trasera por que según "Roberto" era una estrategia para que los hombres se aprendieran rápido el nombre de la mesera al verle la cola. También cuando en una mesa se iba sin cancelar la cuenta lo descontaban al mesero encargado o cuando se realizaban exámenes a los empleados las preguntas eran particulares, por ejemplo, cómo se llamaba la esposa y la mamá de "Roberto" o que whiskey/cigarrillos eran los favoritos de "Roberto".
Lo más preocupante fue cuando la joven quiso ascender y dejar de ser mesera para empezar atender en la barra pues el pago era mejor y dejaría de estar expuesta a borrachos o cuentas sin pagar. Cuando se presentó para el puesto sus compañeros le advirtieron que la única forma de conseguirlo era teniendo sexo con uno de sus jefes pero la joven no creyó que esto fuera real por lo tanto buscó a su jefe para aplicar quien le respondió que solo tenía que llenar una aplicación en su oficina.
La joven declaró: "Fui con este hombre y él se puso a buscar unos documentos, me pidió que le dijera por qué quería aplicar al puesto mientras se paró y empezó a caminar por la oficina. En un momento me puso las manos sobre los hombros. Yo seguí hablando pero empecé a sentirme nerviosa. En un momento se volvió a sentar y me preguntó que estaba dispuesta hacer para conseguir el puesto y entendí a qué se refería. Me pare le dije que gracias pero que simplemente iba a esperar a la convocatoria pues ya no estaba tan segura. Él se echó a reír y no dijo nada".
Después del incidente, su jefe le quería cobrar una cuenta que estaba abierta desde hace algunos meses a nombre suyo para descontarla de su sueldo. Sin embargo, la joven desconocía esa cuenta y al oponerse el hombre le arrojó el recibo en su cara y dijo que él se haría cargo. Después de sufrir dicho acoso sexual y laboral a la joven no le quedó otra salida que renunciar al infierno en el que se encontraba y aseguró que como ella hay otros jóvenes que deciden trabajar en "Roberto Carne de Muerto" pero a raíz de estas situaciones terminan renunciando y no les queda de otra que callar para evitar problemas.
Hay un tema que quisiera tocar, debido a un restaurante muy conocido en Bogotá al que por evitar cualquier inconveniente lo vamos a llamar *Roberto Carne de Muerto*. (Abro hilo)
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Yo trabajé por casi 8 meses allí, en su sucursal ubicada en Bogotá, Roberto DC. Y aunque el trabajo era bien compensado (monetariamente hablando), era bastante negrero. Tenía turnos de casi 12 horas y un día de descanso. Imaginarán, vivía agotada todo el tiempo
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Aparte, si había un evento a las "más bonitas" según el criterio de los alférez (porque pues éramos una "tripulación") nos ponían a bailar como entretenimiento para los clientes (lo cual la verdad no me incomodaba,para ser honesta, ya que me encanta bailar)
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Si un cliente no quería dejar el servicio, adivinen que tocaba hacer? Exacto. Justificar por qué el cliente no dejó el servicio. Y si por otro lado, el cliente no quería pagar el servicio sino dejártelo por aparte a ti. Tú debías entregar ese dinero a caja justificando su %
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Y por qué el cliente no lo pagó dentro de la cta. Básicamente en Roberto, ese 10% del cobro de servicio por cta se repartía entre todos y cada uno de los trabajadores del restaurante (lo cual no está para nada mal), y cada posición tenía un porcentaje es decir..
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Personal de aseo se llevaba el 0.5%(no son las cifras reales, es un ejemplo) del servicio total (por trabajador) de la propina de servicio, meser@s el 0.8%, personal cocina el 0.92% y así dependiendo de la posición en la que trabajaras
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Lo primero pasó porq en un momento yo no quería ser más mesera sino q quería estar ubicada en la parte de barras, ganaban mejor, eran sólo chicas detrás de la barra, no estaban tan expuestas a manes borrachos y era más llevadero el trabajo. Por lo cual quise presentarme al puesto
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
So, yo convencida de que no pasaba así, le mencioné a uno de los ministros que quería ser parte de barras y que cuándo iban a abrir convocatoria para el puesto, el Man me dijo que pronto, que el me ayudaba a aclarar el proceso que simplemente llenará una aplicación en la oficina
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
En un momento se volvió a sentar y me preguntó por qué estaba dispuesta a hacer para conseguir el puesto. Ahí entendí a qué se refería, me pare le dije que gracias pero que simplemente iba a esperar a la convocatoria q ya no estaba tan segura. El man we echó a reír y no dijo nada
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
El caso es que a la semana de eso, el man se acercó hasta donde yo estaba a cobrarme una cuenta que estaba abierta desde diciembre del año anterior. A lo cuál yo me opuse y no iba a firmar ese cobro para que me lo descontaran de nómina. No era mucho pero me pareció un descaro
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020
Yo obviamente me opuse y le dije que no, a lo que el man me tiró el papel en la cara, en pleno turno y me dijo: " fresca que yo lo pago". Otra vez está maricona se sintió humillada y se puso a llorar.
— Tutti (@unamonaporahi) May 11, 2020