La realidad social en España
Ver España deniega tres de cada cuatro solicitudes de asilo
Como he venido informando en este medio, ya se cumplen seis años de apertura de fronteras entre Colombia y España. Esta apertura trajo una migración que ya llega a los más de cien mil colombianos en España, lo que nos hace el colectivo migrante en situación irregular más grande en esta sociedad de acogida.
Ver: Los nuevos inmigrantes colombianos en España
La vía rápida de muchos de estos connacionales para tener la regularización, es la de presentar una solicitud de asilo, refugio o protección internacional. Miles de colombianos han tratado de acceder a través de este mecanismo para así obtener documentación en regla. El problema es que muchos no tienen o no cumplen los requisitos para acceder a este procedimiento amparado por leyes y tratados internacionales y, al contrario, dificultan el acceso a este mecanismo a personas que si lo necesitan de verdad, como a artistas en los territorios, exmovilizados de las guerrillas, líderes sociales en alto riesgo de perder su vida por su trabajo en los territorios.
Las realidades colombianas
Ver: Desempleo, una de las grandes exportaciones de Colombia
Hoy en día, en Colombia, la mayoría de las personas ve en la migración la única salida a la pobreza extrema que vive el país. Un país que permanentemente niega derechos a sus ciudadanos, y que, en los últimos 2 años del gobierno de Iván Duque Márquez, no ha hecho más que acrecentar las desigualdades sociales, y planea una nueva reforma tributaria, para gravar productos de la canasta básica familiar y seguir dejando a las grandes fortunas exentas de pagar impuesto a la renta.
Las brechas se amplían cada día más con la pandemia. Si la economía informal, esa que era un 65% de las rentas en Colombia, el físico rebusque, esa guerra del centavo que se ve en las esquinas vendiendo al por menos para vivir día a día, se ha incrementado y llegara a ser del 75% del total de la población activa. Esa es la perspectiva de muchos economistas en el exterior.
La situación de las denegaciones
La esperanza de estos miles de colombianos de entrar a ubicarse en un puesto de trabajo en condiciones laborales normales en España, era la de obtener su autorización de residencia y trabajo con esta solicitud de asilo refugio y protección internacional.
Desafortunadamente, el Ministerio del Interior de España, a través de un modelo tipo de resolución, determina que: “En el caso de Colombia la información de país de origen muestra como la situación ha transitado de una situación de conflicto a una de posconflicto en la que los actos delincuenciales están desconectados de la lógica de la disputa del poder político".
Con esto, el Estado colombiano le informa al mundo que está cumpliendo lo acordado en el proceso de paz de La Habana. Nada más lejano a la realidad, cuando la verdad es que la violencia interna arrecia y se está incrementando cada día más, los crímenes en contra de activistas y líderes sociales de los territorios crecen y se mantienen en la impunidad, y los carteles de las drogas se disputan territorios de cultivos ilícitos entre ellos y muchos con la complicidad de miembros corruptos de las fuerzas armadas (Ejército y Policía Nacional).
¿Qué es lo que pasará ahora?
Los solicitantes de asilo, refugio y protección internacional y miles de migrantes colombianos se están quedando en una irregularidad sobrevenida. Esto se verá en la pospandemia con las solicitudes que, por arraigo social, que es el único mecanismo de regularización de documentos para personas trabajadoras migrantes que hay en España, se empiecen a presentar en las diversas comunidades autónomas de este país donde residen estos connacionales bajo condiciones propias de cada comunidad.
Estas mismas personas ya llevan 4 y 5 años de manera irregular afrontando situaciones en alto riesgo de exclusión social. La diferencia es que en España hay una red de apoyo privada y estatal que asegura alimento, refugio y techo a miles de personas que no tienen como sostenerse, mientras que Colombia, su gobierno, su bancada de apoyo en el senado y la cámara baja se hacen los de la vista gorda al negar esta realidad en su propio territorio y negando proyectos tan importantes como la renta básica universal o la regulación del cultivo de coca en los territorios de con
Colombia vive a día de hoy uno de sus episodios más aciagos. Mientras no exista una clara voluntad de gestar cambios estructurales en materia política, social y económica además de la equidad para su población, estará este gobierno creando una olla a presión social que se les estallara en la cara creando un nuevo conflicto, esta vez más profundo que el que llevo a tener una guerra civil no declarada durante 55 años.