El próximo 29 de octubre se vivirán en Colombia elecciones regionales donde se elegirán los representantes democráticos a nivel comunal, municipal y departamental. La elección se hace siguiendo los postulados de la democracia representativa.
Ahora bien, existen otras figuras dentro de la categoría democracia que fortalecen los procesos de toma de decisiones y pueden representar una legitimización del poder con otras características.
Suele decirse que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos por la posibilidad de que las decisiones recaigan directamente en el pueblo[1]. Postura criticable pues nadie asegura que la totalidad de decisiones tomadas por el poder representativo realmente tengan en cuenta todos los intereses de los votantes, o que el poder representativo sencillamente cambie sus intereses después de elecciones.
Gracias a una débil educación democrática desconocemos los conceptos de democracia directa y representativa y las posibilidades, ventajas y desventajas que cada una pueden tener para el desarrollo de las sociedades.
Democracia representativa:
Los inicios de la democracia como sistema político están en Grecia y tratan sobre la mejor manera de administración de lo público. Desde el inicio trató de un sistema con restricciones frente a su ejercicio: sólo podían participar en los asuntos políticos los hombres mayores de edad y propietarios, dejando por fuera a las mujeres, los esclavos y los extranjeros, una gran capa de la población de la época. Desde sus orígenes, la democracia ha sido un sistema que aísla con el pretexto de converger en decisiones públicas para el beneficio de la mayoría.
El voto universal (femenino y masculino) fortaleció la adopción de democracias representativas en el mundo, con cuatro aspectos centrales: gobernantes elegidos con intervalos regulares; la toma de decisiones de la administración pública comporta un grado de independencia respecto a lo que demande el electorado; existe opinión libre de los gobernados sin el control de los gobernantes y las decisiones públicas son sometidas a procesos de debate.
Se argumenta que la eficiencia en la toma de decisiones es una ventaja en la democracia representativa por la posibilidad de que el proceso sea ágil; por otra parte, se contraargumenta que justamente no se garantiza la legitimidad en las decisiones públicas por la imposibilidad de que converjan los intereses de los ciudadanos, así como una menor transparencia en la toma de decisiones.
El argumento democrático es ondeado por sus defensores en procura de sociedades más justas, equitativas y avanzadas. La implementación democrática ha sido usada como argumento para incursiones violentas en territorios bajo otras formas de gobierno, con el pretexto de implementar procesos de toma de decisiones verticales y que no tienen en cuenta las necesidades locales. Las sociedades occidentales democráticas cada vez son más desiguales.
Democracia directa
La democracia directa prevaleció como forma de gobierno mayoritaria hasta el S XVIII.
La capacidad de toma de decisiones comunales por parte de los integrantes de un colectivo, que afectan a todos los integrantes, o una parte significativa, es ejercida directamente por el ciudadano en la democracia directa por no existir autoridades ni representantes que actúen en nombre de ellos. Una de las principales diferencias entre la democracia directa y la representativa es el grado de participación en la toma de decisiones colectivas.
Existen ejemplos actuales y contemporáneos del uso de la democracia directa en la toma de decisiones sociales. Por ejemplo, las organizaciones de economía solidaria, enmarcadas dentro de un sistema socio político definido y fomentado por medio de la Ley 454 de 1998 de Colombia, cuentan dentro de sus procesos de toma de decisiones con la democracia directa como mecanismo para la definición de intereses comunes e inversiones a hacer por parte de la organización, con la ventaja de que todas y todos los asociados tienen la misma participación en la decisiones tomadas y adoptadas.
La democracia directa también comporta mejores procesos de participación ciudadana - una persona, un voto – y legitimidad en las decisiones tomadas, así como una mayor transparencia, conceptos todos difíciles de asegurar en la democracia representativa.
Por definición, las decisiones que competen a la comunidad, en la democracia directa son tomadas por la comunidad. No existe una figura central como el estado con sus instituciones que intervenga en los procesos de decisión y ejecución. En la democracia directa, el grado o cantidad de poder de una comunidad es inversamente proporcional al que ejerce el otro, por lo que a mayor número de decisiones directas tomadas por la comunidad política, menos decisiones vinculantes de los representantes de un colectivo.
Las dificultades, desventajas y obstáculos para el desarrollo de la democracia directa en los territorios tienen que ver con la dificultad en la organización de los procesos de tomas de decisiones, el alto costo que puede significar llevar a cabo estos procesos dependiendo del número de participantes y la demora en los procesos de decisión.
La toma de decisiones frente a lo público comporta un proceso donde debería primar la información y la responsabilidad. Conocer aspectos de la democracia directa y representativa nos dan elementos de juicio para pensar en la mejor manera de toma de decisiones de un colectivo, pues en últimas el objetivo es el aumento del bien estar para la población.
Referencias
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[1] Hay que hacer una diferenciación conceptual entre las categorías pueblo y multitud: Pueblo se refiere a una categoría nombrada desde el poder, de arriba hacia abajo, y hace referencia a un concepto unitario, homogéneo y con objetivos políticos. (Canovan, 1999). Multitud tiene un tinte más comunitario, plural y comprende características alejadas de los poderes hegemónicos: de abajo hacia arriba y con intereses, composición y valores diversos (Dahl, 1971).