Una familia de California ha denunciado que la compañía Delta les dejó sin volar y los desalojó de un avión, amanazándolos con ir a la cárcel por un delito federal.
En un primer momento la familia había comprado asientos para los padres y su hijo mayor, de 18 años, que finalmente voló un día antes. Así, el matrimonio decidió que el asiento lo ocupara su hijo de dos años, cosa a la que accedió la compañía en la puerta de embarque.
El bebé iba sentado en su silla de coche, adaptada al asiento y con sus correas homologadas. Sin embargo se produjo 'overbooking' o sobreventa en ese vuelo, esto es, la compañía había vendido más asientos de los que estaban disponibles.
Así que la tripulación del avión pidió a la pareja que viajaran con su hijo en brazos y dejaran libre el tercer asiento, algo a lo que el padre se negó, pues había pagado por él.
Ante la negativa, una persona autorizada de la compañía amenazó a la pareja por su desobediencia a las autoridades aeroportuarias: "Esto es un delito federal y usted y tu esposa irán a prisión y sus hijos a un hogar de adopción".
Finalmente la familia accedió a bajar del avión, aunque toda la conversación quedó grabada en vídeo. El trastorno les produjo un gasto de unos 2.000 dólares según denuncian, por los vuelos que tuvieron que pagar al día siguiente.
Delta ha aseguró en un comunicado que están investigando el incidente para "poner una solución". Finalmente la compañía añadió que sentían "la desafortunada experiencia a nuestros clientes con Delta" y avanzaron que "les hemos ofrecido la devolución de sus vuelos y una compensación adicional".
Los sucesos relacionados con el pasaje en los aviones están a la orden del día después de salir a la luz el problema de un pasajero de United Airlines que fue arrastrado fuera de su avión.
Fuente: 20minutos.es