En 2006 Cali era una ciudad golpeada. El recuerdo de las épocas difíciles aún estaba latente. Fue ese año cuando nació la Fundación Delirio. La idea que Andrea Buenaventura, antigua directora de la Feria de Cali, había tenido desde varias décadas atrás se materializó gracias a que encontró el apoyo de tres socias; Eleonora Barberena, Ángela Gallo y Liliana Ocampo. Juntas, se pusieron la meta de restaurar la confianza de los caleños, y posicionar a la Salsa como herramienta constructora de una mejor ciudad. Para hacerlo combinan circo, salsa y orquesta en un escenario.
La Fundación Delirio ha sido un actor clave para que en Cali se hablara de “economía naranja”. Es decir, aquella que está basada en el talento, la propiedad intelectual y la herencia cultural de una región. El talento humano es su principal insumo. Durante la última década en la ciudad se han replicado iniciativas similares que han hecho de la industria creativa y cultural caleña una importante fuente de empleo en la capital del Valle. Hay más de 80 escuelas de Salsa y cerca de 4.000 bailarines. No en vano el Presidente Santos presentó a Delirio, durante el primer aniversario de INNpulsa Colombia en 2013 como un “modelo de industria cultural que bajo una mágica y en una cautivadora carpa de circo, ha crecido de manera extraordinaria”.
En los once años que lleva la Fundación Delirio brindando alegría y diversión ha traspasado fronteras. Ha tenido 11 montajes y ha dado 350 funciones en 19 países. Mongolia, Corea, Rusia y Argentina han sido algunos de ellos. Más de 500.000 personas han visto sus espectáculos. Aunque por su escenario han pasado 300 artistas, hay un total de 580 personas trabajando con la fundación.
La Fundación Delirio se ha preocupado por hacer que su espectáculo tenga un impacto real en la calidad de vida de los caleños. Así ha transformado vidas al usar el baile y la música como elementos de transformación social. Por medio del programa Paso Firme, con el apoyo del Ministerio de Cultura, involucra a jóvenes de los centros de Formación Juvenil Buen Pastor, Valle de Lili y la Corporación Juan Bosco.
Desde la Feria de Cali de 2014, la Fundación Delirio empezó una nueva era. Ese año se estrenó la Carpa Delirio, ubicada en el Centro de Eventos Valle del Pacífico. Es un espacio de 23.000 metros cuadrados y un escenario de 3.600. Además tiene área de lobby, baños públicos, dos cúpulas de 21 metros para fantasías aéreas y más de 800 parqueaderos para comodidad de los espectadores. Desde la página de Delirio se ofrece servicio de transporte hasta el lugar que está a las afueras de Cali.
Así es como Delirio se ha convertido en todo un patrimonio turístico y cultural de la región. La combinación de salsa, orquesta y circo sobre un escenario se insertó en el corazón de la ciudad como uno de sus elementos más representativos. La visita a este tipo de espectáculos es imprescindible durante cualquier viaje a la Sultana del Valle. Permite apreciar la cultura local en cuyo ADN la salsa está incrustada.
Delirio para estructurar cada uno de sus presentaciones, no deja ningún detalle al azar. La tecnología ha sido es un pilar fundamental dentro de la planeación de cada show. Siesa, empresa proveedora de software y servicios tecnológicos, es el aliado de Delirio en la planeación empresarial con su softwarte de ERP que permite articular distintos procesos internos. La información que alberga el software permite a Delirio tomar decisiones administrativas más acertadas. Por ejemplo, qué cantidad de botellas de licor hay que suministrar para cada show o cuántos espectadores esperar por presentación.
