Con una participación cercana al 50%, según los primeros resultados, la candidata Delfina Gómez, del movimiento ‘Juntos, haremos Historia’, respaldada por Morena, el partido presidencial, ha ganado las elecciones con una cómoda ventaja (entre el 52% y el 54%) sobre su rival Alexandra De Moral (PRI).
Esta profesora, que ha desarrollado toda su carrera política en la región, se convierte así en la primera mujer que accede al cargo de gobernadora. Tendrá que hacer frente a numerosos retos en un Estado azotado por la violencia.
Lo que estaba en juego en estas elecciones también era crucial para el panorama político mexicano, ya que, a falta de un año para las elecciones presidenciales, marca un hito y las repercusiones del resultado van más allá del ámbito regional, dando un impulso adicional al partido en el poder.
El PRI pierde su gran bastión
Se trata de un resultado histórico para el Estado de México y de una derrota para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado el Estado durante casi un siglo y que ahora ha perdido su bastión más importante.
Pocos minutos después del cierre de las urnas, la candidata Delfina Gómez celebraba su victoria, acompañada de figuras nacionales del partido Morena. Estos resultados ilustran la derrota de los partidos de la oposición nacional a pesar de sus intentos de formar una alianza, y resuenan simbólicamente a favor del partido del presidente mexicano.
Esta victoria también atestigua la expansión del movimiento iniciado por Andrés Manuel López Obrador por todo el país, elección tras elección, y allana el camino para que su favorita, la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, le suceda en 2024.
El Estado de México, con sus 12,7 millones de habitantes, es el más poblado de México y cuenta con la mayor reserva de votos del país para las próximas elecciones presidenciales.
