Ahora la ofensiva es brutal y cruel contra Francia Márquez. Burlas en los medios, comentarios con expresiones como "monísima" y "estrato seis". Además de la carga mediática para recortar frases para hacerla lucir "bruta".
En uno de los videos, que habla sobre el aborto y los hombres, uno de los "sorprendidos" tiene puesta la camiseta de la Registraduría General del Estado Civil.
Ya no hay esquemas de valor en una campaña política que sólo sabe de bajezas. Así seguimos entre la crueldad y la brutalidad. Bajo la égida de quienes piensan inconveniente el hecho de que Colombia pueda ser mejor. De tal manera, se eternizan los gobiernos de aquel tono traqueto sin que de ellos queden verdaderas realizaciones.
¿Cómo se les explica a los bandidos la importancia de la navegabilidad por el Río Magdalena para el desarrollo del país? ¿A través de inteligencias como la de Nestor Humberto? ¿Cómo se le explica a un cartel la necesidad de conectar los Llanos Orientales con el puerto de Buenaventura? ¿En la versión del oportunismo que signa a los caciques políticos de ambas regiones, expertos en sancionar de "futurismo" a lo posible y necesario?
¿Cómo meter en las agendas de los patrones la construcción de los centros de fomento del estudio científico en las áreas más diversas del mundo? ¿Con la visión de mundo de María fernanda Cabal? ¿Cómo se les explica a los paracos que el Canal del Dique no sólo sirve para desaparecer los cadáveres de sus víctimas? ¿Con el material didáctico de esa máquina de la concesión y del favorecimiento que es el aparato propagandístico del Estado?
¿Cómo se les explica a los militaristas que los bosques humedos y los páramos son más que un teatro de operaciones? ¿Con frailejón Ernesto Pérez?
A ellos, los que piensa que la verdad es tajante, sólo les interesa el imperio de la vileza. Su idea de gobierno se basa en el aislamiento, la incomunicación y la vulnerabilidad de las mayorías. Por eso se han dedicado a vestir de paño a los monstruos.
En un paisaje en el que el único avance fue ir del viaje en litera a la caravana de escoltas. Así se entiende por qué tras 20 años de la entrega del poder a quienes solo saben hablar de "seguridad y movilidad", como era de esperar, no se realizó - ni siquiera se llegó a plantear- ningún proyecto importante para el desarrollo del pais. A pesar de ello, se reivindican "técnicos".
Afirmación que no es más que un gesto esquizofrénico. Fomento, desarrollo e infraestructura, que son promesas y preocupaciones fundamentales para los tecnócratas, las aplazaron por la impostura de la lucha anticomunista, por la estulticia de la "defensa del honor militar" y por la protección o favorecimiento de la "gente de bien" -que requiere poder exportar su ganado en pie, que les permitan montar vitrinas para obtener "fabulosas ganancias", que los dejen andar armados, hacer tiros al aire, ir de "putas" y gastar del putas, no pagar la seguridad social de "las empleadas domésticas", y seguir tratando de "bastardos", de "guisas", de "guerrillos" a todos y todas las que no calcen en "lo mono" o lo "estrato seis" que tanto le preocupa a Paola Ochoa.
Así pues, los de "Dios y Patria" - de lo primero conocen poco- no dejan ninguna "partitura" que leer o interpretar. Su estela o es de babas o es de sangre. De ellos sólo queda un mapa bélico del país, en el que las regiones se entienden por la presencia de X, Y, Z ejército privado, banda criminal o cartel nacional o internacional.
Lo que da para el "bienestar quirúrgico", para la venta a alto costo de la "pacotilla" y para la confusión de vehículos utilitarios o familiares con carros de alta gama.
Por eso, muchos matan por esas gratificaciones, a las que confunden con fortuna. De ahí que sean capaces de vender el recuerdo de una abuela campesina por poderse tomar una foto en una exposición de caballos o en una subasta ganadera. El proyecto "facendero", tratante, contrabandista, traficante nos perdió entre la ambición y el idiotismo.
Quien les suceda le estará haciendo el relevo a la nada en tanto a realizaciones y al caos generalizado en lo administrativo y en el "orden público". ¿Orden? La que le dio Uribe al registrador a través del Twitter. ¡Esa es la idea de "libertad y orden" que nos queda! Del gobierno cartelizador del ejecutivo, de lo judicial y de lo legislativo no quedan sensaciones de gratitud o de esperanza.
Por el contrario, los "enemigos de la dicha" destruyeron los pocos avances en tanto a la confianza institucional derivados de la Constitución del 91, malbarataron la probabilidad de la paz que firmó las Farc con el gobierno de Juan Manuel Santos y reinstalaron la legitimidad absolutista del "todo vale" de los períodos de Uribe, restringiendo las posibilidades de hacer fortuna a la mafia, el lavado o el clientelismo.
Secundados por la bobería y la insana de ministros como Palacios y Ruiz convirtieron en minotauros a la Fiscalía, la Procuraduría, la Contraloría , la Defensoría y la Registraduría. En fin, perdieron la perspectiva de los muchos entre el descontrol y el bandolerismo.
Los vendedores de "movilidad" no completaron ninguna gran obra de infraestructura que permitiera cambiar la idea de Nación o de lo nacional. Los gobiernos del "crecimiento" no sumaron nuevos renglones a nuestra economía. Los que prometieron "recuperar al país" no integraron las regiones al proyecto de Estado. No fueron capaces de mirar al Amazonas, a la Orinoquía, al Pacífico, al Ande.
Mientra al Caribe lo reinventaron en un versión de clanes y castas que a punto están de convertirlo en el primer califato de América. De tal manera, de los 20 años de los "vigilantes en el poder" no queda nada para mostrar. Con la excepción del proceso Santos.
Por eso, valorar para los "pura sangre" es una cosa más de entusiasmos partidistas que de objetividades o lecturas juiciosas. La enferrmedad que les aqueja es tal que se creen su propia propaganda. Así pues, solo les queda "el orgullo" y el vacío.
No es un chiste, en las rendiciones de cuentas a nivel nacional se presenta como un gran logro "la factura electrónica", en las regionales se reduce la idea de gobierno a la lista de chequeo de unos indicadores paupérrimos, en las locales se considera un indicador de desempeño a "los premios y reconocimientos".
En fin, el reino de los estólidos y de los banales. De los crueles y los brutales. Que permiten una historia en la que en medio de santuarios de flora y fauna es más noticia la cancelación de un festival que la extinción de una especie. Este es el país de la normalización del triunfo de los clientelismos y de la perversión de la idea de cuota, de las discusiones enanas y de las opiniones "expertas" provenientes de informales y/o clientes.
Donde de ingeniería hablan, los abogados; de ciencia hablan, los abogados; de arte hablan, los abogados; de biología hablan, los abogados. ¿Y los comunicadores? Hablan de las gracias y desgracias de los abogados. Entre ellos "el bojete del amor". Gracias al influjo de esa versión del éxito, la reducción de las vocaciones es patética, ya que las mafias instalaron la idea de que solo debemos pensar en "hacer plata" y sólo se puede "hacer plata" con las profesiones "rentistas".
Por eso y mucho más, este es el país en el que hay que empezar a cuestionar a los gremios, a las asociaciones y a los llamados sectores productivos. Ya hay que empezar a preguntarle a la Federación Nacional de Cafeteros, a Confecámaras, a la Andi, a Fedesarrollo, a las sociedades portuarias, a Asocaña, a Fenalco, etcétera, por qué no se desmarcan del uribismo.
Qué es lo que los une a ese proyecto fallido. Por qué ese matrimonio entre el poder del dinero y los poderes fácticos. Qué partido sacan de indicadores cada vez más preocupantes. Por qué insisten con aquello que está demostrado sólo ha servido para radicalizar la concentración de las tierras productivas, la reducción de las probabilidades de comprender lo comparativo- competitivo y el desmonte de los medios de producción. ¿Temen o deben?
En qué los beneficia un país jugado por la miseria y la iniquidad. ¿Tanto desprecian a la gente? ¿El clasismo y el arribismo les hicieron perder cualquier empatía por las mayorías? ¿Es algo que atañe al negocio? ¿Es tan lucrativo que prefieren mantenernos en la sin salida que fomentar los espacios para las emergencias positivas?
¿Por qué jugarse por alguien como Federico Gutiérrez? ¿Por qué ir de una desgracia a un mal mayor? ¿Les gusta mucho el discurso de VOX? Tanto les place la bestialidad de las extremas derechas que parecen jugados con fruición por ser la verdadera clase peligrosa.
Si no es así demuestren un poco de grandeza y brinden la posibilidad para que todos y todas, incluso ustedes, pasemos del vivir mafioso al vivir sabroso que les proponen desde los sectores populares.