El presente texto es un abordaje acerca del suicidio escrito por un personaje que nunca quiso suicidarse, nunca se deprimió y jamás se sentó a escribir cosas ilógicas. Este comienza de la siguiente manera:
Analizaremos en primera instancia un mundo donde suicidarse sea motivo para ser condenado, aunque qué condena puede ser peor que la muerte. Exacto, ninguna. No habrá forma de juzgar a un muerto ni condena más alta que la muerte, muerte que ya habría sucedido.
Resultaría menos absurdo considerar que si una persona intentó suicidarse y por algún motivo quedó con vida exista un juicio en su contra por tentativa de homicidio. Imaginen ahora que luego del juicio sea condenado a muerte.
En todo caso, el suicido es algo serio, aunque se tome en broma en algunos contextos ajenos al actual. A modo de ejemplo, un suicida puede ir donde su psicólogo y contarle sus planes fatídicos a futuro, y el psicólogo no va a pensar en nada diferente a su sustento después de que ese señor se mate. Si era su único cliente, más seria se pone la situación.
Hay quienes piensan incluso que el suicidio es una forma de hacerse notar, yo lo veo como una forma para hacerse no estar. Es cuestión de perspectivas.
Evidentemente, las conductas suicidas para alguien que nunca las ha tenido resultan confusas. Por eso es difícil entender a este tipo de personajes y es que ni la misma palabra “suicidio” es clara en su significado.
Sabemos de antemano que existen palabras como “homicidio”, que se refiere a la muerte de un hombre, por eso la raíz (homo). Tambien existen palabras como “regicidas”, que se refiere a quienes matan a un rey o monarca. Sin embargo, la palabra en cuestión parece mas cercana a la definición de matar a un suizo.
Aparentemente, todo es un estrés en estas discusiones acerca del suicidio. Sin embargo, más estresante aún es el hecho de que cuando piensas en algo por mucho tiempo constantemente ves mensajes subliminales en todo lo que haces o piensas. Por ejemplo, como cuando piensas de manera positiva que existieron personajes famosos en un peor momento que el tuyo y luego recuerdas que efectivamente se suicidaron.
Dicen estudios e investigaciones justificadas por los mejores psicoanalistas que una de las mejores maneras de prevenir el suicidio es haciendo lo posible por mantener la mente ocupada en otras cosas y así olvidarte de esto.
¿Qué tal que existiera un tipo de terapia en la que durante las sesiones logres completamente olvidarte de esta idea y que al finalizar el psicólogo te diga que "ya no se quiere suicidar"? Obviamente sería muy absurdo, tan absurdo como la vez que enviaron un equipo de fútbol cubano a jugar a Estados Unidos y todos se volaron del hotel. No hubo partido evidentemente.
En resumen, se debe tener cuidado con las cosas que pensamos y hacemos, ya que cada decisión que tomemos puede desencadenar en actos que en el peor de los casos solo nos conducen a pensamientos suicidas. No es la idea. Replantea tu vida y empieza de nuevo si es necesario, es como una simple llamada de teléfono con tu enamorada. Debes intentar al máximo no colgar-te.
