—Señor funcionario, vengo a protestar.
— ¿Contra quién?
— Contra usted.
— Bien, llene este formato y espere diez días hábiles para darle respuesta. Luego, pague la estampilla de permiso para usar el protestódromo.
— ¿Y si no me contesta?
— Tiene que esperar. Hay gente, mucha gente, con solicitudes antes que usted.
— ¿Protestando contra usted?
— Sí señor, además, por mantenimiento, el protestódromo, estará cerrado hasta el fin de semestre.
—Bueno, la verdad, se me han quitado las ganas de protestar.
— Señor, toda consulta, causa honorarios. Ya debe $22.000 por consultarme.
—¡Pero, no sean hijueputas, ombe!
—¡Eso es irrespeto a la autoridad!
— ¡Espere, ombe, esto es un atropello!
— Por consideración, le pondré solo una amonestación y trabajo formativo, limpiando el protestódromo.
—¡Gracias, señor funcionario, muchísimas gracias!