El cargo más alto que ostenta el Partido Conservador es la vicepresidencia, encarnada en Marta Lucía Ramírez; persona lejos del bien y del mal, pues ha ocupado las posiciones más importantes que mujer alguna haya logrado en este país. Si lo ha hecho con aciertos o no, ese no es el punto.
Sin embargo, ¿qué necesidad tiene ella de meterse en camisa de once varas, por un afán de adulación y cepilleo, al comparar a Jesús con Álvaro Uribe Vélez?
Además, la agrupación política que representa, tan unida con la iglesia desde que Mariano Ospina Rodríguez y Miguel Antonio Caro la fundaron, siempre ha marchado de la mano del catolicismo y no han sido pocos los apoyos recibidos desde los púlpitos basándose en la figura de Jesús como estandarte.
Pues bien, ¿qué dirían esos padres fundadores y toda esa pléyade de figuras que a lo largo de tantos años surgieron y que dominaron medio país al leer ese desafortunado trino de la Dra. Martuchis (sumercé, perdone la confianza, como diría Pedrito, el escamoso)?
Si bien es cierto que después de Andrés Pastrana los miembros de las toldas azules se han dedicado a servir de comodín para otras candidaturas y solo les importan los cargos, y su filosofía se ve tan desgastada como la del príncipe que se casó con la princesa y se destiñó en la primera lavada, no quedan bien librados ante las declaraciones de quien debiera ser su mentora.
Entrar a tratar de aliviar la angustia existencial de alguien que no supo retirarse a tiempo no es función de su cargo. Las dolencias del hoy expresidente son culpa de el afán crónico de poder del líder del Centro Democrático.
Eso sin contar con que Uribe es antagónico a Jesús. De hecho, si su talla llegara a compararse, así sea equivocadamente, con la figura máxima de nuestra religión no puede siquiera equipararse por varias cosas. Nombraré unas pocas:
- Jesús nació en un pesebre humilde y no en una hacienda de muchas hectáreas.
- Uribe no se ha distinguido por luchar por los pobres y menos por hacerse crucificar por ellos.
- Jesús dijo: “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César". Es decir, nunca mezcló política con religión.
Tal vez en lo único que podemos relacionar a las dos figuras es en el caso de los doce apóstoles. No obstante, mientras los doce del señor se dedicaban a predicar la palabra, los doce de por acá se dedicaban a otros menesteres que están siendo investigados por la justicia terrenal.
Doctora Ramírez, siga el consejo de nuestro resucitado Pedrito y quédese calladita, que calladita.
Doctor Uribe, lea la biografía de Pelé, quien es de los pocos que se ha retirado a tiempo, y compárela con la de Maradona, quien no se ha querido retirar y en estos días de mundial se encuentra hospitalizado.
Posdata. En este ambiente prenavideño no le cambiemos el nombre al humilde pesebre, que seguirá siendo humilde. El Ubérrimo es otra cosa y para otros menesteres.