Ahora que hay seguidores, fans, fanáticos de cualquier cosa, quiero recordar un grupo de artistas que se declaró, alguna vez, en esta colcha de retazos que es Colombia, “Locos por la vida”. Locos por la vida en un país en el que al parecer por las noticias de Caracol y Rcn a nadie le importa la vida. Más bien parecemos hinchas de los grupos asesinos y celebramos sus matanzas, somos fans de los asesinos, porque aquí nadie es eterno y no nacimos para semilla y ¡repitala!
Y pienso que sería bueno declararse loco por la vida en un país como el nuestro donde solo unas vidas importan. La gran mayoría de las vidas parece que no:, solo para dar un ejemplo; la vida e colombianos que vivimos a la ribera de ríos contaminados por la minería ilegal o el narcotráfico; las vidas de familias que confiaron sus vidas a vivir en la falda de la montaña que un día les cae encima a la vista de los ingenieros que construyen una carretera sin conocer las características del terreno, las ciudades invadidas por jóvenes delincuente que se cansaron de esperar las promesas de los gobiernos y decidieron ir por lo suyo; atraco a mano armada, robo de celulares, entre otras variedades de orificios aprendidos en las calles porque ni colegios ni universidades se abrieron para ellos, y no conocen el término: nueva oportunidad.
De hecho alcaldes de las ciudades más populosas de ciudades de Colombia están armando sendos ejércitos de policías para combatir esta expresión de miseria resultado de una sociedad mezquina y violenta, donde las familias ricas se roban ¨legalmente, el patrimonio de los colombianos y se lo van gastar a Miami en los EE. UU. de América, mientras que las familias pobres son explotadas y tratadas como seres no humanos. Sus vidas no valen un centavo y nadie pregunta de dónde vienen esos jóvenes delincuentes, solo hay que darles plomo porque es más barato que darles educación y trabajo
No se puede ser Loco por la Vida cuando la vida es amenazada por criminales que se robaron las pensiones y de los otros de las EPS que dejan morir a sus clientes porque el tratamiento de su enfermedad es muy caro y no les deja ganancias. Como ser loco por la vida cuando el ejército nacional reconoce en público que por órdenes oscuras asesinaron a cientos de miles de jóvenes y los pasaron como guerrilleros configurando la monstruosidad de los Falsos positivos en los que un presidente de los colombianos estaría involucrado, cómo ser loco por la vida cuando un jefe para militar denuncia el asesinato de miles de personas colombianas en complicidad con empresarios, ejercito y, políticos colombianos elegidos para proteger a los colombianos
La lucha porque la vida humana valga la pena en un país como el nuestro pasa por revisar y superar esas prácticas de saqueo, ese pensamiento clasista y racista heredadas de los invasores europeos y que persisten en sus descendientes Casi doscientos años en el poder. La idea de que unos son más importante que los otros porque son blancos, y que este país es de unos pocos, que unos reinan mientras los otros trabajan, entre otras falacias de la colonización europea aún vivas en el imaginario colombiano
“Solo quien conoce su historia sabe por que su presente es una vergüenza”, decía un viejo vagabundo y alcohólico que vivió unos años en este pueblo. Era un refugiado chileno.
La diversidad de los colombianos es la fuerza que puede hacer que las vidas de todos importen y por ese camino la paz duradera sea posible. El día en que todos los colombianos, sean blancos negros o indígenas se puedan sentar a comer tres veces al día puede llegar pronto si decidimos y trabajamos juntos porque todas las vidas humanas nos importen y seguramente las ciudades se harán más segura que hoy