El poder que tenemos de elegir a que dedicar nuestra vida puede ser un arma de doble filo, tal como lo expone Marx (1835) en uno de sus primeros ensayos, por ello escoger nuestra carrera debe ser una elección muy bien pensada.
Todos tenemos un objetivo, todos sentimos que venimos para algo porque la Deidad como lo dice Marx ya nos ha dado una guía, aunque puede que no la hayamos encontrado todavía ya hay algo que indiscutiblemente según este autor ya está en nosotros, es pertinente advertir que no siempre la voz que escuchamos es la guía que se nos ha obsequiado pues bien a veces creemos tener la inspiración y creer que el camino ya ha sido hallado, pero no es más que un juego que te ha tendido tu instinto y no tardará mucho en caerse. Millones de personas han empezado una carrera profesional y en tercer, cuarto semestre o hasta más se han puesto a pensar que lo que están haciendo realmente no es para ellos. Entonces no debe ser una sorpresa tampoco el hecho de que esas personas sientan que todo se está arruinando, que han perdido tiempo, lo que hoy en día es tan valioso pues podemos ver como algunas personas con tan solo 25 años ya tienen su maestría con planes de doctorado y meten su cabeza allí en una competencia con el ser su ser. Cabe mencionar que también existen casos totalmente contrarios personas que pueden cambiarse de carrera como pueden hacer de calcetines y ello no les genera molestia alguna pues se encuentran según algunos en una búsqueda importante en la cual explorar diferentes caminos nunca está de más. Retomando el caso en el cual las personas se empiezan a exigir por culpa de esa competencia en la que se envuelven estos difícilmente dejarán la manía de mirar a los que van más allá a los que les están ganando a los que están tomando decisiones acertadas y eso puede juzgarse como algo positivo pero es a la vez una tortura por la que muchos eligen pasar.
Marx propone una solución para aquellas personas que tal vez crean que han fracasado y piensan que solo toman decisiones erradas con respecto a su futuro, recomienda que cada persona realice un análisis de lo que lo motivo a tomar esa decisión o en caso de que aún no se haya tomado ninguna, también podrían pensar sobre ello, específicamente consiste lo que sugiere es rastrear la fuente de la propia inspiración. La interiorización de una idea es por consiguiente un aspecto demasiado importante tal como lo dice el autor, que menciona como en ocasiones se puede detectar la existencia de una voz interior que bien puede aprobar o desaprobar ciertos pensamientos, esa voz que comúnmente muchos dejan de escuchar por centrarse en la opinión de otros, llegando a poner en un pedestal lo que otros piensen como pueden ser nuestros padres tal lo menciona Marx también. Este importante pensador opina que en aquellos momentos donde la voz de otros se encuentra mucho más alta nuestro ser puede entrar en un estado de confusión es allí donde se pueden llegar a tomar decisiones apresuradas por lo que entra a comentar la importancia que tienen los momentos de calma.
Hay otro aspecto bastante llamativo que fue mencionado por el autor y es el reconocimiento que cada persona debe hacer con respecto a sus talentos y es aquí donde algunos se podrán preguntar ¿Lo más importante no es solo que algo me apasione? Pues si hablamos de Marx este brindará un rotundo no. Cuando las personas se centran en un solo proyecto y están dando sus primeros pasos en él debe de identificar si hay realmente un buen resultado, pues una vez se tenga avanzado el desarrollo de una idea y se vea que no está generando el impacto que se desea tener puede llegar a la vida de muchas personas la frustración, que a lo largo puede ocasionar daños peores. Por ello el camino que se sugiere es no solo empezar a seguir más nuestros instintos pues algunas veces estos te pueden engañar sino de luchar además por aquellas ideas que pueden nos logran convencer completamente.
"Reflexiones de una joven para la elección de su profesión" es un ensayo escrito por Marx para los exámenes escolares en El Gimnasium Real Frederick William III en Tréveris, en agosto de 1835. Solo siete páginas del examen de Marx se han conservado. El ensayo antedicho, para la elección del escritor, un ensayo en latín sobre el reino de Augusto y un ensayo religioso, un latín inadvertido, una traducción del griego, una traducción en francés, y un folio sobre matemáticas (todos publicados en Marx/Engels, Historisch-Kritische Gesamtausgabe, Erste Abteilung, Atan 1, Zweiter Halbband, Berlín, 1929, S. 164-82). En el original hay numerosas acotaciones, presumiblemente hechas por el maestro de historia y filosofía, el entonces director de colegio del gimnasio, Johann Hugo Wyttenbach, que no se reproducen en la edición presente. Él también hizo el comentario siguiente: "Bastante bueno. El ensayo es marcado por una riqueza de pensamiento y una narración sistematizada buena. Pero generalmente el autor aquí ha cometido mucho un error 'peculiarmente busca expresiones pintorescas detalladas para la elaboración. Por consiguiente muchos pasajes subrayan la falta la claridad necesaria y de definición; y, a menudo, la precisión en las expresiones separadas así como en los párrafos enteros". En inglés, este ensayo se publicó en 1961 en los Estados Unidos, en el periódico The New Scholasticism, Vol. XXXV, No. 2, Baltimore-Washington, el pp. 197-20 1, y en las Writings of the Young Marx on Philosophy and Society, Garden City, Nueva York, 1967, el pp. 35-39.
