El alcalde conservador, Rob Ford, llevaba meses evadiendo el caso publico en su contra cuando la revista Estadounidense, Gawker, reveló fotos que lo mostraban fumando crack (lo equivalente al bazuco en Colombia) junto con dos conocidos traficantes de droga de la localidad de Etobicoke, Toronto.
Horas después de reveladas las imágenes, periodistas investigativos del periódico Toronto Star informaron haber obtenido un video que confirmaba lo dicho, el cual les fue facilitado por una persona que aseguraba haber estado allí. Rob Ford desconoció el video llamándolo una campaña de desprestigio organizada por la izquierda del Toronto Star, pero las revelaciones de las fotos incendiaron la ética de la opinión pública quienes exigían que el alcalde Ford renunciara por su aparente falta de ejemplo ciudadano.
Días después la revista Gawker, empezó una campaña de recolección de fondos (200 mil dólares) para comprar el video. En cuestión de días ya habían obtenido más de la mitad de los fondos. Pero el caso se volvió más espeluznante cuando se conoció que uno de los jóvenes que aparecían en la escena junto al alcalde Ford fue acribillado a la salida de un bar en King West (la zona T de Toronto), y que otro de los jóvenes que posaban en la foto del video había sido herido en el mismo ataque.
Igual de perturbador era el hecho de que la casa donde el video se filmó fue invadida por personas desconocidas que hirieron a dos personas que la habitaban -una de esas personas era amigo de infancia del alcalde Ford-. Se especulaba que Ford y sus aliados no querían dejar testigos del video incriminador.
Durante el mes julio, mientras la policía de Toronto conducía redadas de rutina para encontrar drogas y armas, encontraron memorias externas, celulares, y documentación relacionada con las personas que aparecían en las fotos publicadas por Gawker. Con las pruebas encontradas en las redadas y testimonios de varias personas, la policía abrió una investigación contra el conductor de Ford, Alessandro Lisi, quien es un reconocido criminal de barrio de Toronto, y a quien la policía acusa de intentar obtener el video por medio de extorsión y amenazas. Lisi fue arrestado el pasado primero de octubre por tráfico de drogas y conspiración criminal.
El jueves 31 de octubre, la policía de Toronto, bajo orden de la Corte Superior de Ontario, presentó en una rueda de prensa los documentos que revelaban cómo Lisi intentó recuperar el video de Ford. Así mismo, presentaron algunas fotos que evidenciaban varios encuentros entre Ford y Lisi en parqueaderos oscuros donde intercambiaban información y aparentemente drogas.
En la rueda de prensa también se dio a conocer que durante las redadas de julio se había obtenido el video que mostraba al alcalde Ford fumando bazuco y confirmaron su autenticidad. Esto ratificó lo que el Toronto Star venia reportando por meses, y por lo cual fueron investigados por del Consejo de Periodismo de Ontario.
En la tarde de este martes 5 de noviembre, frente a varios periodistas Rob Ford finalmente admitió lo que la policía había denunciado; que el alcalde había fumado crack en el último año. Pero aunque admitió haber fumado crack, Ford aseguró que su problema no es de adicción y que no recuerda la situación grabada en el video y por consiguiente debería ser mostrado públicamente para confirmar si en realidad lo hizo o no. Ford terminó su intervención disculpándose con su familia y amigos, y aseguró que nunca mintió sobre el video, ya que no sabía de su existencia. ¨No puedo cambiar el pasado¨, dijo el alcalde conservador, el cual no descarta la posibilidad de lanzarse para reelección.
https://www.youtube.com/watch?v=VsjlNNsChZ4#t=11
El caso del alcalde Rob Ford nos hace reflexionar sobre la situación del alcalde Petro, el cual está –aparentemente– a punto de ser destituido por el Procurador Alejandro Ordóñez: ¿Qué pasa en un país democrático cuando sale a la luz pública acusaciones contra el alcalde de la ciudad más grande del país, pero no hay pruebas que indiquen que haya cometido un acto ilegal?
En Canadá donde prima la presunción de inocencia –hasta ser probado culpable– no pasa a extremos, solo un debate público y show mediático muy fuerte. Pero en Colombia donde prima la “presunción del Procurador”: el acusado es culpable aunque no se le haya comprobado que es culpable.
En Canadá no existe la figura del procurador, pero si existen las cortes que investigan y condenan cuando se viola la ley ¿Sí en Bogotá se acumularon basuras en las calles por tres días, cómo se violo la ley?
He visto en televisión a varios comentaristas que argumentan que la destitución de Petro no es políticamente motivada, ya que el Procurador destituyó a parapolíticos de partidos cercanos a él. Pero a quién se le pasa por la cabeza comparar tres días de basura acumuladas en la ciudad con una alianza criminal que se forjó entre políticos y paramilitares para “refundar la patria”. Falta de sentido común.
Para información de los bogotanos que promueven la revocatoria de Petro, la ciudad de Toronto bajo la alcaldía liberal de David Miller sufrió un mes entero sin recolección de basuras, en el 2009, por una pelea en la que el alcalde no quería renovar el contrato con los recolectores de basura. ¿Qué paso con David Miller? Nada… perdió en las elecciones siguientes. No fue perseguido por la ley, ni mucho menos la ley autoritaria, y casi provincial, de alguien como el Procurador.
Cinco cositas despreciables que le debieron costar el puesto al alcalde Rob Ford:
1- Votó en contra de financiar un programa de prevención del SIDA. Textualmente dijo: “Si una persona no usa jeringas (para usar drogas), y si no es gay, pues no debería tener el SIDA”.
2- Se refirió a un miembro del consejo con una frase racista. Ford llamó a un concejal “Gino boy”, un término racista que se usa para menospreciar a canadienses de descendencia italiana.
3- Solicitó dinero por medio de una carta a un grupo de lobby, usando los logos oficiales de la alcaldía para financiar su fundación privada. Para agravar la situación uso su poder de voto en la alcaldía para retirar una investigación que se abrió en su contra en el concejo.
4- Propuso eliminar las agencias de vigilancia de la alcaldía, las cuales seguían los pasos de sus actividades con grupos de lobby privados de varias industrias.
5- Dijo lo siguiente: “Los Orientales (personas de Asia), se están tomando la ciudad porque trabajan como perros¨.
No soy petrista, no soy progresista, mi afinidad es mas por la justicia y por el sentido común ¡Déjenlo terminar de gobernar!
