Leonardo es una de esas personas que, si conoces, sabes inmediatamente que existe el cielo, el será uno de los primeros en disfrutarlo, es un ser humano excepcional y con un corazón humilde y bueno. En su mirada puedes notar que ha sido un hombre que ha sufrido mucho pero que tiene mucho amor en su corazón. Su amor por los animales desamparados lo ha llevado a sacrificar muchas cosas importantes en su vida. Hoy en día está a cargo de una gran manada de más de 20 perritos callejeros que requieren atención constante y un desembolso de recursos en comida y medicinas considerable.
Hace unos meses, Leonardo y su manada emprendieron un viaje en busca de recursos y visibilidad de los medios para dar a conocer su travesía, durante días caminaron por carreteras y caminos de herradura del departamento de Cundinamarca acampando junto a los peludos y grabando el día a día con sus mejores amigos, al tiempo que la manada cada vez se hacía más grande debido a los perritos abandonados que se encontró en el camino y que su corazón no le permitió continuar sin ellos.
Disfruté los videos de Leonardo y su manada de criollitos, que felices brincaban y saltaban por los parajes cundinamarqueses a la vez que él solicitaba ayuda para mantener el refugio, en ocasiones me sentí muy triste de escuchar en su voz la angustia, la desesperanza y la vergüenza de estar pidiendo donaciones cada vez que sus peludos necesitan comida. El dolor cuando debe racionar el concentrado y las lágrimas aquel día que tuvieron que acostarse sin comer mientras esperaban que Leonardo los alimentara viendo sus tacitas vacías.
Los perritos solo saben amar, disfrutar y agradecer al ser humano que ha dejado todo para ser su héroe, los ladridos y brinquitos son la recompensa de tanto esfuerzo, sin embargo, toda esa alegría se vio empañada cuando a mitad de su travesía fueron atacados por abejas africanas y tuvieron que llegar de emergencia al pueblo donde casi muere una de sus peluditas debido a las picaduras de abeja. Eso le rompió el corazón, no tenía dinero para medicinas y lo poco que quedaba era para el alimento de sus amados perritos, desesperado pidió ayuda en redes sociales, quienes donan lo hacen con el corazón y con el poco dinero que les alcanza, esto le dio una semana de comida y tuvo que acudir al buen corazón de un conductor que devolvió a la manada a su lugar de origen.
Debido a que el refugio requiere atención diaria, Leonardo trabaja por internet; sin embargo, los ingresos no le alcanzan y acude a redes para completar lo del arriendo del lugar y la comida de sus peludos. Para este año diseñó unos hermosos calendarios con sus perritos rescatados como protagonistas y así tratar de sostener los gastos, pero esto no ha sido nada fácil, pues no ha logrado pagar la impresión de los calendarios ni entregar los pocos que ha logrado vender.
Escribo esta nota con el corazón roto, pero también con esperanza, he sido testigo de la lucha y sacrificio de esta persona maravillosa que se ha comprometido con peludos que otros humanos no fueron capaces de acoger y terminaron abandonando o maltratando.
Visita su página de Facebook @Santuario Por El Bienestar Animal PEBA