Cada cosa en la vida tiene su lugar y su tiempo, decía mi abuela. Y es que a mi parecer extender la cátedra de educación sexual a preescolar y primaria es desacertado. Explicar temas de tanta transcendencia a unos niños que a su edad deberían estar pensando solo en estudiar y divertirse sanamente puede ser contraproducente, si bien lo dijo el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez: “Ampliar esta cátedra podría aumentar las posibilidades para que los menores de edad se vean inducidos al inicio temprano de su vida sexual”.
La Universidad de Los Andes luego de su mas reciente investigación concluyó: "En Colombia, los adolescentes inician su actividad sexual prematuramente"; y no es para menos, según esta los hombres comienzan entre los 13 y 14 años de edad, mientras que las mujeres a los 15 años; yo a esa edad cursaba cuarto de bachillerato en un colegio publico de San Jacinto, al norte de Bolívar y entendía perfectamente las consecuencias de tener relaciones sexuales siendo apenas un jovencito, y es que además de lo que allí me decían, en mi casa a menudo se escuchaba: "Cuidado con meter las patas", el acompañamiento de nuestra familia es fundamental en la etapa de crecimiento.
La educación sexual en las escuelas - no solo del país sino del mundo - es tan importante como las demás asignaturas, por eso debería impartirse por personas altamente capacitadas para tal función y a personas psicológicamente preparadas y en la edad oportuna, no es un juego. Los tiempos han cambiado y la televisión tiene mucho que ver en esto, sobretodo los canales privados nacionales con sus altos contenidos de sexo "moderado" en horario familiar, con una programación destinada al rating y los ingresos económicos.
"No me imagino hablar de sexualidad con mi hijo que apenas tiene 9 añitos, si a mí aún me da pena ver escenas de este tipo en la televisión mientras estoy acompañada por alguien", me dijo Graciela Torres cuando le hablé del tema por WhatsApp. Los niños tienen derecho a ser lo que son, "niños"; recuperemos los juegos con los que crecimos nosotros, limitemos el uso de aparatos tecnológicos que inducen a la pornografía e invitémoslos a las escuelas, vamos a estudiar matemática, lenguaje y ciencia a ver si salimos del ultimo lugar de las pruebas PISA.