Hoy debemos esforzarnos y ser valientes, estamos frente a varias circunstancias que nos han paralizado: el covid19, el desempleo, el hambre, la inseguridad, el dudar hasta de nuestras capacidades y hasta de nosotros mismos como seres humanos.
Hoy debemos sacar lo mejor de nosotros con fe, viviendo el presente a fondo, no desperdiciando el tiempo que no vuelve. Acordémonos que, en nuestro interior, contamos con la fuerza espiritual que debemos avivar, debemos volver a darle cabida al corazón palpitante y no a ese corazón de piedra.
Hoy debemos conmovernos y ser empáticos con la persona que tiene hambre y que está pasando a diario por nuestras calles con necesidades, siendo generosos. Hoy debemos dar más sonrisas a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Contactemos al amigo o familiar que está triste o sólo, llamémoslo y démosle palabras de aliento.
Hoy debemos dejar la apatía, siendo optimistas y agradecidos con la vida, hemos amanecido vivos. Acordémonos que si tenemos con qué comer y con qué vestirnos debemos ser agradecidos.
Los colombianos hemos sido resilientes, hemos crecido en medio de un conflicto largo (llevamos más de 50 años, y también enfrentamientos internos desde la independencia) y hemos salido adelante soportados por nuestro Creador.
Hoy debemos despertar y dar los mejor de nosotros, con fortaleza y perseverancia, no dejemos de soñar, de construir, de ser generosos y de ayudar siendo solidarios. Muchas empresas han donado millones de botellas de geles y alcohol antibacterial, los hoteles se han convertido en clínicas y muchos colombianos han sido solidarios a través de donaciones en mercados y también apoyamos a los músicos que vienen a alegrarnos a través de serenatas espontáneas de calle, por mencionar algunos ejemplos de solidaridad.
Hoy debemos levantarnos, sabiendo que no estamos solos, avivemos el Espíritu de sabiduría, de justicia y de verdad que nos guía por el camino recto. No desmayemos, confiemos y sigamos construyendo nuestras vidas y familias sobre roca, logrando un mejor entorno y finalmente un mejor país.
Vivamos el día de hoy, cambiando lo que hemos prometido cambiar en las últimas navidades o fines de año sin temor, no postergues esas decisiones. Démonos la oportunidad de ser mejores personas, resaltando los valores del SER y no del tener o poseer. Busquemos nuestra Fuente de vida, y paso a paso vamos a lograr un cambio, olvidando los rencores, perdonando y construyendo un mejor presente sin temor siempre de la mano de nuestro Creador.
Sergio Restrepo Otálora