Lo único que Juan Luis Londoño, a quien todos conocen como Maluma, tenía claro es que iba a ser famoso. Aunque lo que lo hizo mundialmente reconocido y millonario fue la música, su primera pasión fue el fútbol.
Según él mimo lo dice tenía bastante talento para lograr fama jugando al balompie. En varias entrevistas el cantante de reguetón famoso por temas como felices los cuatro ha hablado de su gusto por el fútbol y su amor incondicional por Atlético Nacional, equipo al que perteneció en sus ligas inferiores.
Para la revista Bocas de El Tiempo, el cantante dijo que él hubiese llegado a ser un futbolista profesional si hubiera seguido por ese camino. primero jugó en la categoría Pony-fútbol, en un equipo que se llamaba “Bolillo” Gómez; luego llegó a las inferiores de su equipo del alma, Atlético Nacional, donde estuvo en las categorías Sub-14, Sub-15 y luego llegó a La Equidad, de Alexis García, en Medellín, donde estuvo durante dos años.
Durante la adolescencia Maluma estuvo alternando el colegio con sus dos pasiones. Su papá quería que fuera futbolista y estuvo siempre detrás de los entrenamientos y por otro lado se iniciaba en la música urbana, hasta que llegó el momento de decidir y dejó atrás los entrenamientos deportivos y se lazó a conquistar las tarimas y lo escenarios llenos de luces.
Nadie le creyó cuando dijo que no volvería a las canchas y que desde ese momento buscaría su sueño de ser cantante de reguetón, ni siquiera su papá, quien solo lo confirmó y le extendió su apoyo cuando escuchó una de sus canciones sonando en la radio, fue en 2010, con la canción pierde el control su primer sencillo.
En pocos años Maluma, gracias a sus dotes de cantante y su cara bonita conquistó el corazón de las mujeres y las emisoras empezaron a sonarlo en una época en que el reguetón se convertía en el género que mandaba la parada en Colombia y en el mundo.