Se trata de la nicotina. Esa sustancia tóxica que según la Liga Colombiana Contra el Cáncer puede llegar a ser igual de adictiva A la heroína. Un veneno que entra directamente al cuerpo a través de cada bocanada de humo y al que hoy se puede acceder no solo a través del tradicional cigarrillo sino también, de otros dispositivos como los vapeadores, cigarrillos electrónicos, IQOS, entre otros.
Según la doctora Blanca Llorente, economista, salubrista pública y directora de la Fundación Anaás, organización que durante 15 años ha estudiado esta problemática y que ha sido asesora de entidades como la Organización Mundial de la Salud – OMS - y el Banco Mundial, el tabaquismo y sus impactos sociales no se resolverán si no reconocemos cuál es la raíz del problema: tiene que ver con los incentivos económicos de una industria con un enorme bolsillo para financiar acciones de promoción y de lobby para generar legislaciones que la favorezcan y le permitan desarrollar un mercado muy rentable en el que su mayor potencial está en nuestros niños y jóvenes.
La industria tabacalera es experta en publicidad y marketing y hace grandes inversiones en este sentido. Tan solo en Estados Unidos invierten 9.000 millones de dólares cada año para este fin. Además, utilizan estrategias en las redes sociales a través de los llamados agentes de marca o influenciadores. Tiktok quizá es uno de los focos de mayor promoción en la actualidad donde se invitan a hacer diferentes retos con estos dispositivos y mostrarlos como algo muy cool.
Estos nuevos productos empezaron a popularizarse en la última década y son diseñados con formas y colores llamativos que imitan la apariencia de linternas, unidades de memoria (USB) o bolígrafos, que se pueden camuflar fácilmente sin que los padres o profesores se den cuenta de que sus hijos y estudiantes están consumiendo tabaco. También utilizan diversas sustancias, sabores y hasta permiten mezclas personalizadas.
El problema de estos dispositivos, según el doctor Carlos Castro, director médico de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, es que muchos jóvenes se apuntan al vapeo porque es más barato y supone que no tiene tantos efectos secundarios, pero al final resulta ser una puerta de entrada, y no de salida del tabaquismo. Los cartuchos que se introducen en los cigarrillos electrónicos pueden no solo contener nicotina, sino que se añaden más sustancias que no se saben qué son porque no hay control.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social cuando un cigarrillo electrónico es promovido como una alternativa libre de sustancias tóxicas, más segura o como una forma para dejar de fumar, estas afirmaciones no tienen sustento científico y por tanto van en contra del estatuto del consumidor al ser una publicidad engañosa.
Por esta razón, la Liga Colombiana Contra el Cáncer lanzó este año la campaña 'Relación Tóxica, Únete a una generación libre de tabaco', señalando que "el tabaquismo no es un hábito ni un estilo de vida, sino una enfermedad crónica, una adicción a la nicotina en la que se entabla una relación tóxica, tal como sucede en las relaciones personales", afirma Castro.
En el marco de esta campaña, la Liga presentó su nuevo Programa de Cesación de Tabaco, que pondrá en marcha junto con otras entidades, para ayudar a esos 2 millones de colombianos, de 4 millones 500.000 fumadores, que están dispuestos a decirle adiós a esa relación tóxica con la nicotina.
"La liga lleva muchos años advirtiendo y educando a los colombianos sobre la problemática del tabaquismo, pero ahora pensamos que también debemos brindar las herramientas para acompañar a quienes quieren dejar de fumar o vapear. Por eso, lanzamos el Programa de Cesación de Tabaco y esperamos que muchos colombianos, a través de sus EPS o directamente, busquen a la Liga en sus respectivas ciudades, para acompañarlos en este proceso que será definitivo para mejorar la vida de los fumadores, la de sus familias y la de su entorno", asegura la nueva presidenta de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, señora Vilma García de Soto.
Por último, el tabaco no solo mata a 88 colombianos al día y es la causa de más de 200 enfermedades, también afecta directamente su bolsillo pues el tabaquismo le cuesta al país 17 billones de pesos al año, y lo que se recauda hoy en impuestos al tabaco, apenas cubre el 7,4% de todo lo que el país pierde. Además, el tabaco también produce unos altos costos ambientales, por ejemplo, "nuestros fumadores desechan al año no menos de 8.000 millones de colillas que son residuos tóxicos", precisa Llorente.
Con algunas medidas para el control de tabaco implementadas en el país, se logró que el porcentaje de fumadores bajara del 17% de la población, en 2008, al 10%, en 2019, pero esto es insuficiente. El sistema de salud tiene que soltar el lastre de las enfermedades causadas por el tabaco para poder atender los demás frentes.
"El Estado debe apuntarle a triplicar el nivel actual del impuesto al tabaco, exigir el cumplimiento de la prohibición a la publicidad y promoción de productos de tabaco y continuar promoviendo los espacios libres de humo - la industria está usando las nuevas estrategias de consumo, como los cigarrillos electrónicos, para debilitar estas medidas -, además de implementar el programa de cesación en todo el país, capacitando profesionales de salud y organizando el servicio en las entidades prestadoras", concluye Llorente.
Decirle adiós a esta relación tóxica con la nicotina es una decisión que libera de la esclavitud física, emocional, psicológica y económica del tabaco, que no solo traerá beneficios para usted y sus más cercanos, sino que también para la economía, el medio ambiente y en los sistemas de salud y laboral del país.
Si ya tomó la decisión de ser libre, inscríbase gratuitamente en el Programa de Cesación de Tabaco, que es gratuito y tiene una duración de 6 meses.
