El día que Yadira Alexandra, una temida criminal que estaba en detención domiciliaria por asesinato, perdió a su hijo por un aborto involuntario cuando tenía tres meses de embarazo, el sueño de ser madre y darle un hijo al hombre con el que vivía se le estaban esfumando.
Cuando la mujer de 23 años vio en embarazo a una habitante de calle del municipio de Soacha, donde ella también vivía, empezó a planear la macabra idea de cómo se quedaría con aquel bebé, para hacerlo pasar como si fuese el que ella había perdido días atrás.
Durante dos meses Yadira Alexandra. se ganó la confianza de la habitante de calle dándole comida, ropa, dinero y hasta drogas. Así lo hizo mientras encontraba en el mundo delincuencial de Soacha que bien conoce un asesino a sueldo de sangre fría que llevara a cabo el brutal plan: Asesinar a la mujer y extraerle el bebé, que desde ese momento sería su hijo.
Pasaron los dos meses para que el feto de la inocente y vulnerable madre tuviera la edad para sacarlo de la barriga y el plan se llevó a cabo durante la madrugada del pasado sábado 9 de abril. A la habitante de calle, quien fue identificada como Sandra Johana Álvarez Solano la encontraron muerta en un matorral de la vereda Chacua de Soacha. La víctima, a quien le habían practicado una torpe cesárea había sido degollada. A su lado estaba el pedazo de cordón umbilical y la matriz. Era una escena dantesca, según lo dijeron los hombres de criminalística que recogieron la joven mujer asesinada.
Las investigaciones de los judiciales empezó con la recolección de testimonios y videos de las cámaras de sector. En una de ellas vieron a una mujer caminando con un bebé en sus brazos y a su lado un motociclista que ya fue identificado y sobre quien hay orden de captura.
No habían podido identificar a la mujer que cargaba el bebé pero un mal paso de la peligrosa Yadira Alexandra la puso en evidencia. Yadira dijo en su hogar dijo que el niño se la había venido de un momento a otro. Su esposo y su familia le creyeron pero la obligaron a ir al hospital para cerciorar que el niño y ella estuvieran bien.
Dos días después del crimen, la confesa asesina, quien había pagado 15 millones de pesos por el homicidio de la habitante de calle y la extracción de su bebé, se acercó al hospital diciendo que había tenido al niño en su casa hacía dos días, pero los médicos se dieron cuenta de sus mentiras, llamaron a la policía y el sueño de ser madre, ahora a las malas, cometiendo un aberrante crimen, también se le derrumbó.
Yadira Alexandra fue acusada de de homicidio agravado, tortura y tráfico de niños, niñas y adolescentes y la espera una larga estadía tras las rejas.
