Hace unos días, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha venido anticipando un importante déficit de producción de petróleo hasta finales de este año, el déficit se debe a factores como: La decisión de Arabia Saudí y Rusia de mantener los recortes en su producción, las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania y la disminución de la producción de petróleo en Estados Unidos.
De otro lado, la reciente alza del petróleo Brent al 34% en el tercer trimestre de 2023, ha alcanzado unos máximos entre 95.31 a 90.97 dólares, rondando los 100 dólares el barril. Alcanzando Brent del Mar del Norte un alza del 27.25%, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) un incremento del 28.78% para el mismo periodo julio – septiembre. En consecuencia para Colombia, si el precio del petróleo se mantiene alto, los efectos negativos se prolongarán.
El déficit en producción de petróleo señalado por la AIE y el escenario actual en el país, Colombia podría tener un impacto mucho más negativo en la economía, teniendo en cuenta que según la Agencia Nacional de Hidrocarburos las exportaciones de petróleo representan alrededor del 25% del total. Lo que genera una disminución en los ingresos de divisas y afecta el crecimiento económico. Además, el déficit en producción de petróleo recrudece en el aumento en los precios de los combustibles, lo que impacta negativamente el bolsillo de los colombianos.
Mario Zamora , presidente de Mompos Oil Company, señaló que “La disminución de la oferta de petróleo provoca un aumento de los precios de la energía, lo que negativamente impacta a muchos sectores productivos, sin mencionar que provoca un aumento en la inflación en Colombia, cifra que ha disminuido pobremente pero que ha afectado significativamente el poder adquisitivo de los hogares colombianos”.
Por otro lado, un nueva preocupación latente radica en las recientes acciones del BRICS, que podrían tener repercusiones económicas en Colombia. El BRICS se encuentra en proceso de establecer un banco de desarrollo para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible, lo que podría competir con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, disminuyendo así su influencia en Colombia.
Además, está considerando la creación de una moneda digital para facilitar el comercio entre sus miembros, lo que podría competir con el dólar estadounidense y tener un impacto negativo en las exportaciones colombianas. Esto también podría generar una mayor competencia en el mercado mundial del petróleo, afectando adversamente los precios y, en última instancia, la economía colombiana.