La libertad de prensa siempre se ha caracterizado por materializar el derecho que tenemos todos los ciudadanos al momento de expresar nuestras ideas o ideales sin temer a ser censurados; Esta teoría acuño tanta fuerza en los últimos años, que terminó por convertirse en la antítesis que planteaba el señor Montesquieu sobre la división de poderes en un estado, debido a la importante incidencia social de esta en una población.
Pero dicho derecho se ha venido enfrentando de manera contraproducente al nacimiento y evolución de las diferentes tecnologías de la información existentes en el siglo XXI, entre ellas, las redes sociales y su capacidad de difundir en masa, datos a las personas que pertenecen a ella, surgiendo así, un arma de doble filo cuando dichos datos carecen de argumentación técnica, investigativa o científica, pero poseen un encabezado engañoso o amarillista con tendencias a buscar resultados meramente publicitarios o de marketing rápido, como en el caso de la Universidad la Gran Colombia.
“El lío de los títulos ‘chimbos’ de la Gran Colombia” así empieza el presunto artículo investigativo del presunto columnista o periodista John Jairo Posse, y redundo en la palabra “presunto”, toda vez que sin necesidad de leer su contenido, de entrada, lanza dardos de desprestigio y cizaña contra toda una Institución o Comunidad Educativa, careciendo de objetividad total en su titular; Con gran sorpresa me encuentro, que al leer dicho artículo, este únicamente va dirigido al programa de Derecho en modalidad de transferencias profesionales, basando su “presunta” investigación en el caso particular de un estudiante que quiso cursar más créditos de los permitidos por la Universidad y de allí presume la posibilidad de una irregularidad, al evidenciarse la falta de registros calificados que salieron a la luz, resultado del litigio entre este y la Institución; Aun así se contradice a posteriori citando la respuesta del claustro “no existía un registro calificado específico para la modalidad de transferencia externa de profesionales porque esta cumple lo establecido en la resolución 10575 de 2011, respeta el plan de estudios establecido para el pregrado con duración de 10 semestres y está aprobada por el ministerio de educación” es decir dicho programa se encuentra respaldado por una norma legal y avalado por el órgano de Control y Vigilancia; Sin embargo, desde el titular este presunto periodista o columnista, ya había lanzado su estocada final al Alma Mater.
En este punto recuerdo aquella anécdota Griega del pintor Apeles…“Zapatero a tus Zapatos”, tal vez el Señor John Jairo Posse, desconoce la función de vigilancia y control del MEN regulado en el Decreto 5012 del 28 de diciembre de 2009, así mismo desconocerá la búsqueda de los diferentes pares académicos en llevar a cabo el proceso de acreditación de alta calidad de dicho Programa actualmente en la Universidad , también omitió decir o informar, que la malla curricular o pensum que ven los “estudiantes chimbos” es la misma que ven los “estudiantes no chimbos” pero en una carga académica y horaria totalmente diferente, permitida y fundamentada constitucionalmente por la “Autonomía Universitaria”.
Aun así el daño ya está hecho y estamos a espera de sus consecuencias...terminare esta pequeña intervención con un parafraseo del señor Joseph Goebbels, que no deja de ser bella y romántica a pesar de su origen, “Repite una mentira mil veces y se volverá verdad” o en el caso en concreto “Comparte en tus redes sociales una mentira tantas veces, que esta se volverá viral, residual y real”