La cadena Decameron liderada por el ex Presidente de Avianca, Fabio Villegas cuenta con doce hoteles con su propuesta de “Todo incluido”, que sigue siendo de gran atractivo para los viajes familiares, de parejas y hasta para los individuos solo que buscan programa en una bella playa colombiana. La idea resultó de una combinación de la experiencia del argentino Lucio García Mansilla y su amigo, el millonario, pero también visionario Julio Mario Santo Domingo. Todo empezó en 1987 con el hotel Don Blas en Cartagena cuya construcción era una torre de propiedad de la Asociación de Pilotos Retirados. La fórmula ganadora llegó acompañada de costos accesibles, funcionalidad y oferta de consumo de restaurante y otros servicios dentro del mismo hotel.
Don Lucio estuvo al mando de su innovador que creció hasta completar 27 hoteles en Colombia, México, Panamá, Perú, Ecuador, Jamaica y El Salvador proyecto hasta que en el 2014 decidió venderle la cadena Decameron Hotels & Resorts al Grupo Terranum, de propiedad la misma familia Santo Domingo. Pagaron USD 500 millones.
y con la movida regresaban al comienzo después de una cosecha de casi 30 años de trabajo. Los nuevos inversionistas le pidieron continuar como presidente de la compañía, que pudo hacerlo hasta su muerte un año después. Cogió entonces las riendas de la empresa Fabio Villegas, quien venía de ser el Presidente de Avianca en la época de su crecimiento impulsado por German Efremovich. Fue contratado aplicando el dicho de que la experiencia no se improvisa y Villegas conocía el mundo de los paquetes aéreos con hoteles incluidos, las rutas y los destinos más atractivos del mundo para potenciales turistas nacionales e internacionales. Desde entonces maneja la empresa de los Santo Domingo que facturó solo en Colombia cerca de medio billón de pesos -$ 570 mil millones- colocándose en el ranking de las 50 empresas de la Costa Caribe con mayores ingresos en el 2022 según el último informe de la Superintendencia de sociedades.
Estos ingresos provinieron en buena parte de los doce atractivos hoteles con los que cuenta la cadena en Colombia en los que sobresalen los siete con los que cuenta la cadena en San Andrés, Cartagena y Santa Marta en la Costa Atlántica, con el mar caribe como gran protagonista.
Su oferta en San Andrés ha sido una de las más golpeadas principalmente por el fin de las aerolíneas de bajo costo como Viva Colombia que les permitía vender unos atractivos paquetes a muy bajo precio.
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Cuenta con tres hoteles en la isla. El Aquarium, en el extremo norte de la isla. Un resorte con un cálido ambiente antillano, compuesto por un conjunto de torres circulares construidas sobre el mar en ‘Punta Hansa’, localizado a diez minutos del aeropuerto. Son 260 habitaciones, pero en una extensa playa.
El Isleño es uno de los más tradicionales hoteles de San Andrés situado en la Sprat Bright de San Andrés, a cinco minutos del aeropuerto y para muchos es la joya de la corona de la cadena Decamerón en Colombia por su diseño, ubicación privilegiada y oferta de servicios “all inclusive”.
Decameron Marazul está rodeado además del mar por un paisaje verde en la zona del Orange Hill, que lo vuelve único. Esta localizado en el camino hacia la via de San Luis, el resort se encuentra en medio de un bosque de manglares con playa privada de arena blanca, con amplias zonas verdes.
Cartagena, la ciudad donde nació hace más de 30 años la cadena
En Cartagena, Decameron tiene tres hoteles, el último de los inaugurados el de las playas de Barú que abrió sus puertas en el 2010. Es un típico resort tropical, aislado, muy atractivo para el turismo internacional que puede llegar a recibir más de 6 mil turistas anualmente.
Con el esquema de oferta de servicios, el hotel cuenta con club privado para la práctica de deportes como kayak, remo, buceo y snorkeling. En total son 260 habitaciones dotadas con balcón, casi todas con vista al mar. En el complejo hay alrededor de 5 piscinas, 3 playas privadas, 4 bares, 3 restaurantes y una discoteca. Fue precisamente en este confortable resort con acceso a Playa Blanca, una de las mejores del Caribe donde se dio el dramático asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.
El del Centro hisórico, Hotel Casa San Pedro, en la plaza que lleva su mismo nombre. Este forma parte de la gama alta para clientes de lujo que están dispuestos a pagar habitaciones y suites cuyo precio puede llegar hasta los $ 8 millones, según la temporada.
Distinto a este formato pequeño está el Hotel Cartagena en el sector de Bocagrande. Su precio es medio por tratarse de una gran torre de 25 pisos con 280 habitaciones. Cuenta con un centro de convenciones y tiene la ventaja de tener la playa a pocos metros y una gran vista sobre la bahia.
Por fuera del congestionado sector de Pozos Colorados y muy cerca del aeropuerto está el Hotel Galeón de Santa Marta. Son 244 habitaciones en una generosa aérea que asegura privacidad incluso en el área de playa y recibe alrededor de 10 mil turistas al año.
La cadena Decameron tiene oferta hotelera en otros atractivos puntos turísticos del país como sucede con el eje cafetero donde está ubicado el Hotel Las Heliconias en el departamento del Quindío con dos reconocidos restaurantes El Rincón de los Recuerdos y La Herrería.
Y también en la misma región, sello de la Colombia cafetera esta Panaca, que surgió como un hotel temático, opción única para las familias. Además del paseo este destino tiene una vocación pedagógica para acercar a los viajeros a la realidad rural y agropecuaria del país, donde los niños se entretienen en medio de animales y cultivos.
En el corazón de Boyacá está Rancho Tota, un refugio armónico con la naturaleza que lo rodeaa orillas del Lago de Tota donde los cultivos de cebolla y papa se combinan con los verdes de las montañas de este departamento a tres horas de Bogotá.
Y para completar el paisaje colombiano no podía faltar la Amazonía. Enplena selva tropical, a orillas delrio Amazonas está el Decolodge Ticuna, una de las únicas opciones para hospedarse en esta desconocida región del país. La estadía permite entrar en contacto con integrantes de las comunidades indígenas que trabajan en el hotel. Es pequeño con 60 habitaciones con alta demanda por lo exótico e interesante del lugar que se puede descubrir desde allí.
El argentino aventurero, recordado como Don Lucio, quien murió cuando apenas iba a empezar a disfrutar de un retiro tranquilo, entendió mejor que nadie el alma colombiana y con su cadena Decamerón supo combinar el arraigo a la tierra, el interés por descubrir con el confort y el disfrute a muy buenos precios.
El Hotel está dividido en: 2 bloques de habitaciones, 6 cabañas con chimenea, 1 restaurante para 60 personas y bar. No es All Inclusive y sus tarifas diarias por persona comienzan desde los 208 mil pesos.