A propósito de estos días en cuarentena y de vislumbrar una semana de pasión en todo sentido a nivel mundial, quiero compartir unas reflexiones para jóvenes, niños y padres, cada uno desde su rol en el hogar. Algo que os podrá acercar a una vida mejor. Las he sintetizado en este decálogo que os propongo a continuación.
1. Si tienes teletrabajo o educación virtual, paciencia con la red, con el profesor (casi todos somos inmigrantes digitales o millennials), paciencia con el jefe y con los subalternos, paciencia con los que viven en casa y sobre todo con el computador. A veces parece que tuviera vida y nos escuchara, e hiciera sus rabietas también. No es porque el aparato tenga vida, sino porque a la hora de usarlo hay muchas variantes que intervienen en su correcto uso.
2. Llenaos de buena energía, y una buena conexión a internet. Si no hay buena conexión a internet, intentad modificar vuestros horarios donde no haya tanta gente conectada —no solo los vecinos, sino los integrantes del hogar— para que todo fluya. Recuerda que esto (de la educación virtual y el teletrabajo) funciona asincrónicamente también, por eso se dejan grabadas o escritas las mayorías de las cosas.
Repite el siguiente “mantra”: ¡A mi ritmo, a mi tiempo y a mi modo!, pero si esto no funciona, porque nada en la vida es como lo pensamos. Ajusta tu horario con más disciplina. Sé que pedís tiempo para descansar, pero, si descansas más de lo normal, no alcanzarás las metas.
3. Llenaos de un buen equipo de computador, pero si no lo tienes porque la pandemia y la cuarentena nos cogió con lo que teníamos encima, acude a la paciencia y a la disciplina. Inicia las actividades con media hora de anticipación para que cuando llegue el momento de trabajar o interactuar, lo puedas hacer y todo vaya bien. Si esto no funciona, avisa a tu jefe, director, profesor, docente, tutor, acompañante o mediador que tu computador es "viejito" y no tiene los requerimientos técnicos para el buen desarrollo de la clase virtual o para el teletrabajo. Te aseguro que el jefe o profesor comprenderá eso de “ser viejo y no tener los requerimientos técnicos para interactuar”. Eso no significa que vayas a votar el computador, o a desertar. Se trata de buscar ideas conjuntas para trabajar. Recuerda que en esta cuarentena los “viejos” son nuestros predilectos, y a quienes más debemos cuidar y respetar.
4. Que no se te olvide dormir bien, y el tiempo necesario. Por ahí dicen que ocho horas al día. Preferiblemente en la noche. Si duermes menos, no importa. El problema es cuando duermes de más. Ah, y no duermas de día, que este hábito será difícil de superar, y puede robar espacios de descanso en la noche, y al siguiente día trastocar el horario.
5. Aliméntate bien, y con esta situación, pues lo mejor que puedas. Algo de verduras, si hay frutas, y alguna proteína animal, si no eres vegetariano. Para pasar el agua es el mejor acompañante en todo momento.
6. Haz mucho deporte, para que te distraigas, o para mirar a la vecina o al vecino —que bien guapos o feos pueden estar—. No importa si el espacio es reducido, inventa series de ejercicios que puedas hacer en espacios pequeños. Así evitarás un poco el estrés y sin duda mejorará la salud. Recuerda que el COVID-19 no es lo único que te puede matar. El sedentarismo puede ser ahora el virus en lo mediato, y con deporte este panorama mejorará.
7. Recuerda que siempre es bueno un tiempo de soledad, un tiempo para aburrirse. Para desconectarse, para no saber nada de nada. Así tu mente encontrará algo de homeóstasis al confrontarse con la realidad. Si no entendiste la palabra homeóstasis, concéntrate en que se necesita un tiempo en soledad. Esto con la disciplina, combinan bien en tu salud mental. Así apreciaras lo que tienes y lo que no, y se verá la importancia de las pequeñas y grandes cosas en esta vida.
9. Evita pelear con tus familiares cercanos. Recordad, que estáis bajo un mismo techo por algún tiempo, pero no es una condena a eternidad. Respetad espacios, sobre todos los de tu pareja, de tus hijos, de tus padres. Nadie, por lo menos en casi cien años atrás había tenido esta experiencia. Así es que quítate aires de superioridad y cambia los roles, y costumbres. Aquí un poco de humildad puede funcionar. ¡Haz lo que nunca habías hecho! Esto será parte de la semana de pasión. Si éste no es tu estilo, procura comprender, y tolerar. Pero, si eres víctima de violencia intrafamiliar o social, rompe la cuarentena, o llamad a la autoridad competente para que te puedan auxiliar, a ti, a tú familia o a tus padres.
10. Respeta la cuarentena. No salgas sino en extrema necesidad, o para buscar lo vital. Al llegar, lavado de manos, cara y algo de alcohol en gel, que volvió a estar de moda. Desecha los elementos de bioseguridad y, anímate porque el hogar, siempre es dulce hogar.
