Con motivo del anuncio de la venida del papa Bergoglio a Colombia el próximo mes de septiembre los comentarios a favor y en contra de su visita a través de redes sociales no se han hecho esperar. Pero, ¿debería venir a Colombia el líder de la iglesia católica?
Para muchos colombianos, en su mayoría católicos, la respuesta obvia sería sí. En principio yo no le vería problema, siempre y cuando su visita no fuera financiada con recursos de todos los colombianos. Sería genial que los líderes de cualquier congregación religiosa visitaran nuestro país como resultado de un esfuerzo económico de sus creyentes.
Desde la promulgación de la Constitución Política de Colombia en el año de 1991, Colombia dejó de ser un estado confesional católico y pasó a ser un estado laico con libertad de cultos, quizá obedeciendo la tendencia de muchos países que en el ejercicio de sus políticas públicas han concluido que las religiones deben estar separadas del estado, a fin de garantizar las libertades individuales de todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes.
Así también, la ley 133 en su artículo 3° dispone; “Todas las confesiones Religiosas e Iglesias son igualmente libres ante la Ley.”, Las Sentencias emanadas de la corte constitucional indican; Sentencia C-350 de 1994 “Un Estado que se define como ontológicamente pluralista en materia religiosa y que además reconoce la igualdad entre todas las religiones no puede al mismo tiempo consagrar una religión oficial o establecer la preeminencia jurídica de ciertos credos religiosos. Es por consiguiente un Estado laico.”, y la Sentencia C-766 de 2010 “La neutralidad estatal comporta que las actividades públicas no tengan fundamento, sentido u orientación determinada por religión alguna”.
De acuerdo a lo anterior, la venida del papa Francisco a Colombia viola claramente todas las disposiciones de ley relacionadas con la libertad de culto establecidas en el país. Ahora bien, esta visita puede ser analizada desde dos importantes ámbitos: el político y el económico.
Ámbito político
Con la firma de los acuerdos de paz algunos sectores políticos quedaron desprotegidos al no contar más con la distracción que generaba el cubrimiento noticioso que realizaban antes los medios de comunicación a las acciones delictivas de las FARC. Ahora los medios prestan mucha más atención a casos de corrupción en el país, y precisamente han estado en la palestra pública por casos de esta índole aquellos políticos que apoyaron fuertemente la campaña del NO en el plebiscito por la paz. Quizá la venida del líder religioso católico disfrazado de jefe de estado apacigüe los ánimos y desvié la atención de los colombianos.
Ámbito económico
Según una publicación de un prestigioso diario colombiano, la visita de Francisco nos va a costar a todos los ciudadanos un valor cercano a los US $2 millones por cada día, esto es más o menos 6 mil millones de pesos diarios (un baloto). El país atraviesa una situación económica complicada, los casos de corrupción de Reficar, Caprecom, Odebrecht, Saludcoop, entre otros fraudes multimillonarios, que por cierto estamos pagando todos los colombianos, desangran nuestra estabilidad. Y ahora para terminar de adornar el pastel ocurre una tragedia tan terrible como la de Mocoa. En verdad, ¿Colombia debería destinar esa platica en visitas papales?
¿A qué viene?
Con el auge de las redes sociales y las nuevas tecnologías ahora es posible dar mensajes de paz, amor, alegría y fraternidad desde la comodidad de nuestras casas. Solo hace falta disponer de un dispositivo electrónico con wifi y una red de internet.
Si viene a refrendar los acuerdos de paz es importante recordarle que en las votaciones ganó el NO debido a campañas llevadas a cabo desde un sector de la iglesia católica y algunas iglesias cristianas en alianza con algunos políticos católicos. Por otro lado, si viene a traer ayudas a los damnificados de la tragedia de Mocoa es bienvenido. Ojalá estas superen los 25 mil millones de pesos que todos los colombianos vamos a invertir en traerlo, o, ¿será que en atención a sus creencias religiosas aceptaría no venir y que esos recursos se inviertan en nuestros compatriotas de Mocoa?
