La primera pregunta que se deben hacer empresarios, padres de familia, independientes, ancianos, gordos y en general todo mundo es: ¿se debe permitir a los políticos tomar decisiones tan importantes sobre nuestra libertad física, económica y moral como para encerrarnos y prohibir hacer con nuestras vidas lo que a bien tengamos?
Propongo un ejercicio tipo rawlsiano de imaginar un velo de ignorancia, ¿cualquier político que estuviera en el poder por los azares del destino toma la mejor decisión mandando a encerrarnos justificando su accionar en una pandemia? Imagine usted por un instante que aquel que usted detesta más desde su visión política ordena una cuarentena... El ejercicio más probablemente le resulte en rechazo. En consecuencia, mi tesis es que el poder ejecutivo no debe ser el que determine la perdida de nuestras libertades.
Todo los abusos, exabruptos, demoras y torpezas que hemos tenido durante estas cuarentenas a nivel nacional y mundial nos deben servir. Las cuarentenas son un asunto importante, demasiado importante para dejarlo en las manos caprichosas de políticos.
Así como existe el Banco de la República para el control de la inflación, se debe constituir un organismo que sea realmente independiente, en donde las decisiones provengan de personas formadas para manejar con criterio las epidemias y pandemias del presente y futuro. No me digan que el Instituto Nacional de Salud, pues todos hemos visto que no hacen más que repetir el discurso que más le convenga a quien los mantiene en el puesto. Y además de no tener credibilidad, sus competencias o mejor la falta de ellas han quedado demostradas con los hechos de estos meses.
La economía de un país, así como las vidas son un asunto serio, tan serio que de verdad la Andi, la Anif, los representantes religiosos y políticos que no se dejan llevar por apasionamientos radicales consideran crear soluciones que eviten que tengamos una situación incontrolable por dejar demasiado poder en manos del poder ejecutivo o "técnicos" incapaces de buscar soluciones integrales.