Nuevamente los periodistas sacan del cajón del olvido la revocatoria a Peñalosa con titulares como “Tribunal de Cundinamarca ordena al CNE destrabar revocatoria de Enrique Peñalosa” cuando es altamente probable que lleguemos a 2018 sin que haya revocatoria.
Recordemos que a principios de septiembre los promotores de la revocatoria también mostraron triunfalmente un fallo de una acción de cumplimiento donde se ordenaba “destrabar” la revocatoria: se dijo que en cuestión de días la Registraduría Distrital tenía que avanzar el proceso a la fuerza dado que era orden explicita de la Corte Suprema de Justicia.
Pasaron 4 meses y ese fallo resultó inocuo porque la Corte olvidó que existía el requisito de un certificado de la contabilidad por parte del Concejo Nacional Electoral: en su momento señalamos que el fallo era impugnable como finalmente sucedió.
Ver: Esta es la razón por la que el fallo sobre la revocatoria a Peñalosa será impugnado
Nuevamente los promotores de la revocatoria hablan de otra supuesta victoria jurídica definitiva porque según su interpretación un nuevo fallo de tutela obligará a poner punto final a la discusión legal sobre el tema. Los medios deseosos de ganar algo de rating avalan esa tesis publicando la noticia como: “Espaldarazo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca a la revocatoria de Peñalosa”.
Se crea otra falsa expectativa sobre un fallo que apenas hará avanzar una pequeña parte del proceso: se ordenó adelantar la recusación de algunos miembros de la CNE y de manera subsecuente se avanzará en la investigación sobre los problemas contables del comité promotor de la revocatoria. Nada de eso significa que la discusión legal vaya a resolverse (o “destrabarse” como les gusta decir a algunos) favorablemente a los revocadores en los 10 días hábiles que indica el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
La votación de revocatoria está lejos de “ver la luz”, aunque el texto del fallo en una lectura descuidada da a entender que el Tribunal le ordena a la CNE avalar la contabilidad: lo que hay en el fallo apenas es una exhortación basada en una evaluación de pruebas que no le corresponde hacer a ese Tribunal.
No hay nada de destrabar, pero la votación de la revocatoria aún se demora
Las noticias falsas generadas durante los últimos meses dan a entender que el proceso de revocatoria del alcalde de Bogotá ha sido obstaculizado de manera tramposa y se ha demorado más allá de lo que dictan las normas.
La realidad, analizando la revocatoria de alcalde que se promovió en 2013, resulta ser muy similar a la actual: se han presentado reclamaciones y recursos similares, los cuales están dentro del derecho al debido proceso. Como sucedió en 2013 el proceso no está “trabado” sino que se ha demorado porque el respectivo alcalde de turno ha hecho uso de su derecho al debido proceso.
Teniendo en cuenta el derecho al debido proceso y suponiendo que el fallo de la última tutela favoreciese a los revocadores entonces en el mejor de los casos el CNE avalará la contabilidad del comité de revocatoria pero el resto del proceso seguiría su ritmo normal que es bastante pausado como lo demostró la revocatoria en 2013.
Usando como guía la cronología del proceso de la revocatoria anterior, entonces todavía faltan meses para que la Registraduría Nacional de luz verde a la votación: la revocatoria actual va atrasada casi dos meses (la Registraduría Distrital avaló las firmas de la anterior revocatoria el 8 de agosto de 2013 mientras en la actual sucedió el 27 de octubre de este año) lo que hace imposible que se emita resolución definitiva antes de terminar el año como si le sucedió al anterior alcalde.
Si no ocurre nada extraordinario y el proceso de revocatoria de Peñalosa sigue su curso, entonces la Registraduría Nacional emitiría una Resolución definitiva probablemente en febrero: toda esa cuento de que el Tribunal de Cundinamarca obligara a que el proceso de rvocatoria avance a la fuerza es una noticia falsa: pasaran las semanas y lo comprobaremos.
Como en el pastorcito mentiroso la gente se aburre de las noticias falsas
Un reto que enfrentan los promotores de cualquier revocatoria en Bogotá es mantener vigente la iniciativa ante un trámite que resulta largo y tedioso. Ante ello los promotores de la revocatoria a Peñalosa optaron por mantener con los pelos de punta a los ciudadanos con denuncias reales, exageradas y falsas hasta que llegue el día de la votación.
Aunque al principio la atención lograda por la iniciativa era máxima el cansancio y aburrimiento han crecido: la ciudadanía ya está aburrida de no ver resultados en una iniciativa que se vendió a sí misma como una solución rápida y efectiva. Los promotores desde un principio minimizaron las dificultades y plantearon que la revocatoria de Peñalosa no solo se lograría sino que también lo harían en un tiempo récord: se decía que para septiembre de 2017 el alcalde ya estaría afuera.
Esos anuncios sobre una revocatoria exprés y las noticias sobre los supuestos destrabes del proceso han sido como los gritos del pastorcito mentiroso. Esa estrategia adoptada por los promotores de mentir para mantener vigente el proceso en el debate público les puede costar cuando al fin llegue el día de la votación: la gente ya estará cansada de tantas noticias falsas y no saldrá masivamente a votar.
