Esta nota no pretende defender al cantante guatemalteco ni controvertir gustos musicales. Su única pretensión es dejar claro que la generalización es peligrosa y que encasillar a los amantes de cualquier grupo o género musical como ignorantes y torpes es, por decir lo menos, irresponsable.
Hace unos días leí el artículo de las 2 orillas llamado “Ricardo Arjona, el cantante de los que no leen”. He leído mucho artículos contra Arjona (luego sí leo) y no los he querido comentar pues cada quien es libre de que le guste o le disguste cualquier cantante o grupo musical, o pintor o escritor o periodista o albañil o político. Sin embargo, ninguno había caído en la injusticia de cruzar la delgada línea que divide la crítica a una persona pública de la crítica a sus seguidores y, peor aún, obviando la utilización de adjetivos tan simples como útiles: si se hubiera usado el “algunos”, “la mayoría” o “la minoría”, “muchos” o “pocos”, no solamente este sino muchos otros artículos serían mejor aceptados por la mayoría.
Al grano:
De la vida personal de Arjona no hablaré, no conozco mucho ni me importa conocerlo. Si tiene líos legales deben ser las autoridades quienes lo juzguen y por supuesto debe pagar por sus delitos si los ha cometido. Ahora, podrían los seguidores de Michael Jackson, de Diomedes Díaz, del gran Freddy Mercury, de Kurt Cobain, de don Omar, de Janis Joplin, de Jim Morrison, de Charly García, de Héctor Lavoe, de Cheo Feliciano, de Oscar de León ser calificados de ignorantes por el hecho de seguir a un artista con problemas personales?. Nótese que no hablo de otros artistas como poetas, actores, novelistas, pintores y un largo, larguísimo etcétera con los mismos o peores problemas personales que el guatemalteco.
A propósito de las exigencias. Creo que las ventas de discos de cualquier artista justifican el cumplimiento de las mismas. No sé si en todos los conciertos pedirá lo mismo, pero Univisión afirmó que para venir a Colombia en 2010, únicamente había pedido acceso a canchas de golf y de tenis con el fin de practicar estos deportes. Por supuesto que los tiempos han cambiado y puede que 5 años después, debido a su éxito, las exigencias sean más grandes. De todas formas, lo que pida un artista o el carácter comercial nada tienen que ver ni con su calidad, ni con la intelectualidad de sus seguidores.
El autor del artículo mencionado omitió informar que Ricardo Arjona tiene una fundación llamada “Adentro” que apoya la construcción de escuelas en su país natal. En enero del año pasado inauguró la primera de veinte proyectadas. Por supuesto esto no lo hace ni mejor ni peor cantante.
Y sigo:
Es válido cuando se opina que un cantante es malo, que como artista y músico es pobre, a pesar de que interpreta varios instrumentos y de ser autor y arreglista de sus propias canciones. Lo que no es válido es hacer acusaciones delictivas infundadas. El plagio es un delito, una canción o pieza similar se considera plagio si tiene 8 o más compases que coincidan con la canción o pieza plagiada. He escuchado todas las canciones y poemas de Facundo Cabral y la única similitud que he encontrado con la canción Jesús Verbo No Sustantivo de Arjona, es que precisamente el sustantivo del título es el mismo en las canciones “Jesús y el Zapatero”, “Corre Corre Jesús” y Jesús Ha Vuelto a la Tierra” de Facundo. Me pregunto, si la coincidencia en una palabra de un título determina plagio, el primer autor que utilizó “Amor” en el título de una canción debería ser inmensamente rico gracias a las demandas por plagio. Y el mismo Facundo o su familia deberían demandar a todos los cantantes cristianos que se refieren en sus canciones tácita o expresamente a Jesús. No obstante estas acusaciones no me extrañan. Por la red pululan, pero solamente me referiré a la reacción de dos inmensos cantautores (mucho más grandes que Arjona) al supuesto plagio de Arjona a sus canciones:
Soy amante del Rock Argentino y por lo tanto me encantan Fito y Charly. Para mí lo que el primero apuntó acerca de la “Aniquilación Cultural”, más que ser una crítica a Arjona, lo fue a la Sociedad Argentina y a los Empresarios. Y en cierta medida tiene razón. A mí también me indigna que a Totó La Momposina le dediquen un Teatro una vez al año, mientras que a Maluma, a Ñejo y Dálmata, a Jay Balvin (se escribe así?) les dedican incontables programas de televisión e interminables presentaciones nacionales e internacionales. El punto aquí es el mismo. Tal vez Fito, y también el autor del artículo contra los seguidores de Arjona, no tuvieron en cuenta que este último pertenece a un género musical diferente, y que en todo caso, de nada serviría dedicarle a Charly 20 Auditorios y a Arjona 10 si Charly llenaría 1 a lo sumo -y tal vez no se presenta- y el otro los 10. Son las reglas del mercado. Igual ocurre con la Televisión. Todos piden más programas culturales pues afirman que la cultura se está relegando, pero las programadoras presentan Realities y la mayoría, el mercado, los consume. Qué le vamos a hacer! Es la aniquilación cultural a nivel mundial, el castrochavismo de la intelectualidad.
Acepto que las rimas de Arjona a veces son facilistas, pero una cosa es eso y otra es tratar de ridiculizarlas cambiando sus letras amañadamente. El señor Gallo afirma que en la canción “El Problema” de Ricardo Arjona, la letra dice “El problema no fue hallarte, el problema fue encontrarte” cuando en realidad dice “El problema no fue hallarte, el problema es olvidarte”. Se nota que la sevicia lo cegó y le impidió hacer una sencilla búsqueda en Google para confirmar el “despropósito” de los versos de Arjona. Y como no conoce la canción “El Problema”, se nota que tampoco conoce “Pingüinos en la Cama” pues decir que es insulsa es juzgar a un libro por su título. Señor Cuervo, para su sorpresa, la canción de marras no se refiere a unas aves no voladoras provenientes del Polo Sur que se meten a la cama de una persona, así como la canción “Las Nanas de la Cebolla” de Joan Manuel Serrat nada tiene que ver con el tubérculo, se refiere al frio que existe en una relación de pareja cuando llega la monotonía. Puede parecerle superficial, poco trascendental, pero de ninguna manera insulsa.
Finalmente y en resumen, seguro hay seguidores de Arjona que no saben leer, como también los habrá de Beethoven, de Juan Luis Guerra, de Sabina, de Serrat, de Silvio o de Pablo. Habrá otros que no leen a pesar de saberlo hacer, otros como yo que hemos leído pero tal vez no lo suficiente, incluso menos que usted, pero también le garantizo que en aras del equilibrio, podremos encontrar seguidores de Fito o de Manu Chao que han leído menos que yo y seguidores de Arjona que hayan leído más que usted. Siga con sus críticas hacia a Arjona o hacia quien le parezca, pero a sus respectivos seguidores manténganos al margen por favor, de lo contrario sí que se presentaría una verdadera aniquilación cultural.
