De Studio F dicen que es la Zara Colombiana. Es una tienda fina y especializada en vestimenta para mujeres jóvenes, esbeltas, altas, sofisticadas y con dinero. Es para mujeres que quieren verse como las modelos de pasarela que exhiben la misma marca. No es una tienda de ropa barata, pero aún así vende al año casi un billón de pesos con sus más de 400 tiendas.
El actual dueño de Studio F es Carlos Alberto Acosta Hazzi, hijo de la mujer caleña que en los años 70 fue la creadora y fundadora de la tienda que abrió el paso al imperio comercial que hoy es Studio F, sus filiales y de otras tiendas más: Carmen Faride Hazzi. La caleña de origen sirio empezó a coser vestidos, faldas y blusas en su propia habitación, en una antigua casa del barrio San Vicente, al norte de Cali.
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Carmen Faride no creció en la riqueza en la que vive actualmente. Se hizo conocer como buena costurera y esto le sirvió para diseñar y coser a mujeres de la alta sociedad caleña, a quienes les copiaba los vestidos y las blusas que veían en revistas europeas, que también le sirvieron para alimentar su inquietud creativa.
Por aquellos años era muy típico verla recorriendo Cali en su pequeña motocicleta, buscando telas en el centro y llevando pedidos de un lado a otro. LLegados los 80, mientras la ciudad empezaba a llenarse de dinero, debido al flujo de plata que el cártel de los Rodríguez Orejuela hacían correr en la Cali de aquella época, la aguerrida costurera abrió en el mismo garaje de su casa la primera tienda, la cual bautizó con su segundo nombre: Faride Fashion.
Un par de años después, debido al éxito que tuvo la tienda casera y al buen nombre que sus costuras le estaban dejando en los círculos de élite de la ciudad, Faride Fashion saltó a la exclusiva Avenida Sexta, donde todavía está abierto ese primer local. Antes de los cinco años Carmen Faride ya había levantado seis tiendas más y ya no era la misma costurera de barrio humilde. Al rededor de sus tiendas, donde mezclaba diseños suyos y ropa traída de Europa y Asia por aquella época formó un buen negocio que manejó por algo más de una década con buenos ingresos.
Cuando llegó la apertura de los años 90 del entonces presidente César Gaviria, la registradora de Faride ya no sonaba tanto como antes. La crisis económica empezó a golpear a la empresa. En 1.994 Carmen Faride se cansó del manejo empresarial y les entregó las tiendas a sus dos hijos, Hugo Fernando y Carlos Alberto, y ellos partieron cobijas. Cada uno hizo empresa por su lado. Hugo Fernando conservó el nombre Faride para las tiendas que le tocaron pero les quitó la palabra Fashion. Carlos Alberto le puso Studio F a las que le tocaron, la F, la dejó en honor a su mamá.
Carlos Alberto fue mucho más ambicioso, inquieto y hábil para los negocios que su hermano. Aunque Carmen Faride tenía la visión de crear una tienda para vestir caleñas y colombianas, él fue más allá; quería vestir al mundo entero con su nueva marca. A los diseños que su mamá volvió famosos en Cali y el Valle del Cauca, a los que les sobraba elegancia, él y su equipo de diseñadores les imprimió juventud y modernidad.
Carlos Alberto lleva 28 años creciendo sin parar. Studio F ya está en México, Chile, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Perú. El 80% de la ropa que ponen en las tiendas la fabrican en la planta de Yumbo, y en la de México, donde Studio F ya es una marca local. El 20% restante lo manda a hacer en China y Europa.
Años después Carlos Alberto Acosta crea ELA, una marca de ropa sencilla, muy parecida a la que produce Studio F, pero más cercana a bolsillos modestos, hecha con producción menos costosa pero con la calidad de la marca matriz. También lanzó hace unos años la marca Top One, una línea especializada en ropa de alta costura y glamour para mujeres de tallas grandes. Todas las marcas las trabaja bajo el nombre grupo empresarial STF, una potencia en ventas de ropa en Colombia y Latinoamérica que vende al año $850 mil millones, grupo que preside el mismo Carlos Alberto Acosta Hazzi.
Studio F es la marca de ropa Colombia que se ha dado el lujo de tener a las modelos más importantes del país enseñando su ropa. Sofía Vergara, Adriana Arboleda, Taliana Vargas, Daniela Botero, Toya Montoya y Catalina Aristizabal, son algunas de las prestigiosas y bellas modelos que han sido imagen publicitaria de Studio F, lo que ha sido a lo largo de estos casi 30 años otro de los aciertos de Carlos Acosta.
Studio F vende al año unos diez millones de prendas entre pantalones, chaquetas y blusas, zapatos y accesorios que complementan las pintas que producen en las seis colecciones que sacan cada temporada. El jean es la prenda insignia de esta tienda, cada 12 meses vende cerca de 500 mil unidades.
Aunque Studio F ya es fuerte en el mercado latinoamericano y es una potencia en México y en Bogotá tiene la mayoría de sus tiendas, es una empresa fiel a Cali, donde nació a comienzos de los 70 y de donde son sus dueños. Es más caleña que el mismísimo cholao. En su planta de Yumbo es de donde sale la inspiración y donde se fabrica la mayor parte de las prendas que llegan a sus más de 400 tiendas que ya están invadiendo el mundo.