Han pasado varios días desde la encuesta de Datexco en donde William García Tirado lidera la intención de voto de 2100 personas encuestadas telefónicamente. Resulta paradójico que este candidato no tenga plan de gobierno. Muchos cartageneros han solicitado insistentemente la información en las redes. Sin embargo, la campaña se ha mantenido en silencio. Lo que puede encontrarse en su página web es, según ellos, una propuesta de gobierno. La leí ávidamente con la esperanza de encontrar algo novedoso de quien ostenta estar arriba en la única encuesta realizada. A medida que iba leyendo cada uno de los 152 ítems (y otros 9 ítems adicionales de otra sección), me sucedía lo que pasa cuando empezamos a quitarle las capas a la cebolla: me dieron ganas de llorar. No sé por qué, pero automáticamente me acordé de las listas de deseos que mi madre me hacía escribir año a año en Navidad, en donde abundaban las cosas pedidas; no obstante, el “malvado” Niño Dios no traía lo que le había pedido.
Un plan de gobierno estructurado y con cifras, no el voto por clientelismo, es la única herramienta con la que cuenta el ciudadano para evaluar y exigirle a los candidatos una vez se posesionen en sus cargos. De ahí radica su importancia. Después de haber consultado a varios expertos en contratación y administración pública locales y del exterior, a continuación, les presento una evaluación de algunas de las intenciones del candidato.
¿Agua gratis? Corresponde al ítem 44. En una entrevista, el candidato aseguró que daría 7 m3/mes a 185 mil familias de estratos 1, 2 y 3 (800 mil personas en total, es decir, familias de 4,32 personas en promedio). Esto correspondería a 54 litros/persona/día (L/cap/d), lo cual está dentro del rango de 50 a 100 L/cap/d establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar que se cubren las necesidades básicas y evitar amenazas para la salud. Según él, esto le costaría al Distrito de Cartagena $1100 millones/mes que saldrían del porcentaje de las ganancias que le corresponden al Distrito por ser socio de Aguas de Cartagena S.A. E.S.P. En esta sociedad, el Distrito tiene 50%, Suez un 45,9% y accionistas privados el restante 4,1%. Suez se encarga de la operación y mantenimiento (esto último podría realizarlo un tercero) y el Distrito es el dueño de la infraestructura y todo lo que eso implica. Típicamente, el distrito reinvierte las ganancias en infraestructura para ampliación y mejoras que no solo garantizarían una buena operación, sino que permitirían seguir llegando a más gente, lo que se traduce en mayor facturación y más ganancias.
Analicemos los números que propone García. Llevar agua gratis a 185 mil familias no costaría $1100 millones/mes (como erradamente afirma), si no $2938 millones/mes. Esto se calcula multiplicando el costo que Aguas de Cartagena cobra a estos estratos (cargo fijo y consumo básico) por el número de familias. ¿Cómo calculó García ese valor? Sería bueno que respondiera, ya que quizás él conoce algo que los demás no. Por otro lado, si se analizan las cifras que aparecen en el informe financiero de Aguas de Cartagena de 2018, se registra una utilidad neta anual de $40.500 millones, de la cual al distrito le corresponde el 50%. Es decir, $20.250 millones/año (o $1687 millones/mes). Hay dos posibles escenarios entonces: (a) tomando el costo de $2938 millones/mes y se compara con las ganancias mensuales ($1687 millones) se nota que no alcanzaría el dinero y (b) si se toma el costo de García de $1100 millones/mes, quedarían $580 millones/mes. Ahora bien, en cualquiera de los dos escenarios debe tenerse en cuenta que el distrito utiliza, generalmente, estos fondos para mantener, mejorar y ampliar la infraestructura que garantice la prestación del servicio de manera eficiente y que a su vez permite hacer frente a la necesidad creciente de cobertura que plantea la dinámica poblacional de la ciudad. Esto sin considerar: (i) los riesgos que supone esta política desde el punto de vista ambiental, pues se generaría un incentivo al despilfarro, (ii) en la temporada alta del turismo el agua a veces escasea, (iii) el índice de agua no contabilizada que Aguas de Cartagena, a pesar de sus enormes esfuerzos, aún lucha por disminuir.
Surgen entonces las preguntas: ¿Cómo el hecho de desviar el dinero que actualmente se destina para otras actividades afectaría las finanzas de distrito y el interés del operador (Suez)? ¿Es sostenible en el tiempo? ¿Eventualmente, los estratos 4, 5 y 6 tendrían que entrar a subsidiar aún más mediante el aumento de la tarifa? ¿Se afectaría la inversión en la infraestructura de acueducto y alcantarillado que demanda el constante crecimiento poblacional y urbano?
¿Universidad pública distrital gratuita? Corresponde al ítem 37. Durante la misma entrevista, afirmó que, a través de esta universidad, crearía 10.000 cupos al año en carreras técnicas, tecnológicas y profesionales con un costo de $12.000 millones/año; es decir, cada alumno le costaría al distrito $1.200.000/año ($600.000/semestre). Para esto, planea eliminar el Dpto. Administrativo de Valorización y la Escuela de Gobierno y Liderazgo para poder financiarla. En 2012, el costo aproximado por alumno en el extinto programa CERES (que llegó a tener 6.000 estudiantes) era de $1.300.000 por semestre, de los cuales el distrito colocaba solo el 25%, otro 25% la universidad que ofrecía el programa, 25% el Icetex y 25% el estudiante a través de un préstamo con una cuota moderadora del 5,5% (unos $20,000 al mes). Crear 10.000 cupos nunca será malo. Sin embargo, comparando los $600.000/semestre/alumno que valdría un alumno en la propuesta de García con los $325.000/semestre/alumno del programa CERES, surge la pregunta ¿qué mecanismo distinto está proponiendo García para que, costando más por estudiante, esto sea viable y sostenible financieramente en el tiempo suministrando educación de calidad, si se tiene en cuenta que instituciones reconocidas en la ciudad como la Universidad de Cartagena y la Universidad Tecnológica de Bolívar hacían parte del programa CERES? ¿La tal Universidad Distrital ofrecerá educación de la calidad de una institución considerada de garaje como la Atlantic International University de donde él y Javier Cáceres Leal se graduaron con títulos que no tienen ninguna validez ni en EE.UU. ni en Colombia? No sería justo jugar con algo tan serio como la educación solo por parecer atractivo a los votantes incautos.
¿Qué hay de las alianzas? “La política es dinámica” dijo en un foro uno de los asesores de la campaña de García Tirado. Lo que no entiende el asesor es que esta frase hace alusión, exclusivamente, a lo que los angloparlantes llaman “compromise”. Es decir, llegar a acuerdos programáticos con personas con las que, ideológicamente, se tienen diferencias, o ajustar una postura pasada respecto a un tema específico de interés de la sociedad y, luego, cambiar de parecer. Por ejemplo, un gobernante católico ferviente que firme una ley pro-aborto o pro-comunidad LGBTI porque, a pesar de sus creencias religiosas personales, entienda que hay un componente de salud, sociológico y/o de igualdad que permite tener una sociedad más justa. Lo dinámico de la política no se refiere nunca a lo que el asesor, posiblemente, trataba de esconder: la cultura del todo vale, que se basa en alianzas con quien sea, independientemente de si estos tienen escándalos (o fueron condenados) o no, ya que lo importante es llegar al poder a como dé lugar, incluso vendiéndole el alma al diablo.
¿Bajará el desempleo? Lo dudo. La palabra desempleo solo la menciona dos veces, a manera de relleno, en su lista de intención. No sorprende, ya que las alianzas son un fuerte indicador de cómo va a ser el gobierno de un candidato(a) y de quiénes serían los que están detrás de las decisiones de este(a). Esto se traduciría en un gobierno basado en el clientelismo, el cual: (a) genera empleo de mala calidad para unos pocos (los del voto amarrado con promesas de OPS y/o contratos) y (b) promueve la corrupción y no garantiza que se nombren a las personas más idóneas en las distintas dependencias de la alcaldía, si no a aquellas correspondientes a las cuotas burocráticas que, típicamente, están ahí para facilitar la corrupción. Además, y generalmente, estos funcionarios, con su ineptitud, son causantes de malas decisiones. Ejemplos hay muchos en la ciudad, si no pregúntenle a Pedrito Pereira.
¿Cartagena con cero trancones y obras de infraestructura? Corresponde a los ítems 105 al 110 e ítems 1 al 9 en la sección llamada Obras e infraestructura que Cartagena necesita. Menciona la construcción de puentes peatonales, pasos a desnivel, transporte multimodal, plan de conectividad, puertos autorizados en la bahía. No habla de: (a) inversión y costos aproximados; (b) financiación de las obras, (c) cuántos kilómetros se proyectan arreglar; (d) no habla del problema de la influencia del mototaxismo en los trancones, cuando se sabe que el día sin moto, estadísticamente hablando, es cuando se generan menos accidentes y trancones; (e) afirma que no perseguirá a los mototaxistas (populismo para ganar esos votos) y les instalará localizador satelital, lo que sugiere una legalización del mototaxismo, en vez de exponer cómo incentivará el empleo para reducir el mototaxismo y mejorará el sistema Transcaribe y la necesaria chatarrización; (f) menciona el Plan Maestro de Drenajes Pluviales (PMDP) y al mismo tiempo incluye, como obras de infraestructura, la solución de sitios puntuales que sufren inundaciones en la ciudad, lo que denota que desconocen el alcance del PMDP, el cual, entre otras cosas, debe ser replanteado y revisado en sus fases 2 y 3; (g) no mencionan el proyecto de protección costera de Cartagena ni el del Canal del Dique dado su impacto en la bahía y como fuente de agua de la ciudad; (h) no se habla de la recuperación de los cuerpos de agua del sistema interno de caños y lagos ni de las invasiones; e (i) omite la problemática de los invasores del cerro de la Popa. En conclusión, solo es un listado de intención extenso que hace preguntar si le van alcanzar los 4 años o piensa hacerse reelegir. Nada serio ni concreto con cifras específicas, así sea aproximadas. Lleno de populismo sin nada técnico. Grave para un aspecto tan importante como la infraestructura.
¿No más peajes internos? Corresponde al ítem 6. Podría ser una buena iniciativa si les contara a los ciudadanos cómo piensa reemplazar el ingreso que le generan esos peajes a la ciudad sin impactar sus finanzas. ¿Qué mecanismo piensa implementar? No es negocio abrir un hueco para tapar otro.
En términos generales, su propuesta no es más que una lista abultada de intenciones, la cual, más que dar la sensación de que conoce los problemas de la ciudad, denota la falta de rigurosidad y seriedad de su candidatura, ya que carece de aspectos importantísimos para la posible materialización. El problema de estas propuestas cargadas de populismo es que, típicamente, se hacen sin realizar preguntas como: ¿cómo se financiarán? ¿Cómo afectará las finanzas de la ciudad? ¿Qué pasará con el dinero asignado a otros programas? ¿Eso va a implicar un incremento en los impuestos para hacerlo sostenible en el tiempo? ¿Cuál es impacto real que justifica la inversión y posible endeudamiento? La tarea aún es más difícil y menos creíble cuando ni siquiera el candidato tiene un diagnóstico de cómo está la ciudad actualmente.
Es curioso que se planteen propuestas de esta naturaleza cuando sabemos que el 50% presupuesto del distrito está destinado al servicio de la deuda y, más aún, cuando no se ha hecho una actualización del estatuto tributario distrital, que permita hacer frente a la nueva realidad financiera de la ciudad. Como quien dice, estamos quebrados y regalando los muebles. En otras palabras, vivimos en una ciudad quebrada y endeudada y nos daríamos el lujo de “regalar” recursos. ¿Planea García Tirado desfinanciar programas como el PAE, educación extra edad y otros?
Es importante que los ciudadanos que votan a conciencia salgan masivamente el día de las elecciones a votar por un candidato con una propuesta seria y limpio de escándalo y sin alianzas de dudosa reputación. Ya está bueno de andar votando movidos por las emociones y el clientelismo. Cartagena se merece un alcalde de verdad. ¡Usted decide!