Esta herramienta le permite al régimen chavista, primero, restringir la libre movilización, todas las actividades sociales, económicas o de carácter político. Segundo, el estado de excepción le abre camino para allanamientos masivos de comercio, empresas grandes, medianas o pequeñas. De edificaciones, apartamentos o de toda clase de bienes inmobiliarios y automotores.
Por último, durante la vigencia de la Ley, el régimen puede desplazar todas sus fuerzas armadas hacia las zonas objetivo, hasta someter al pueblo al cumplimiento de órdenes exógenas al contenido del estado de excepción.
Bajo el paraguas 'un nuevo orden en la frontera' se enmarcan todas las medidas que extralimitan la vida normal de los habitantes, su actividad educativa, económica y de libre movilización.
Las medidas
La llamada Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) se realiza mediante la militarización con más de 4.000 unidades que ocupan calle por calle, puente, plaza o comercio de la zona limítrofe con Colombia. El llamado “registro para la restitución de derechos sociales y económicos en la frontera”, que no es un simple padrón o registro administrativo para obtener cifras oficiales de población, está diseñado minuciosamente para coartar, dirigido por Ricardo Menéndez, funcionario designado especialmente para este fin por el presidente Maduro, quien debe cumplirlo con “autoridad”, familia por familia, casa por casa, habitación por habitación, como parte del supuesto “nuevo orden en la frontera”.
El amedrentamiento de los habitantes fronterizos, al parecer, es un plan para torcer la voluntad del electorado que ha resultado adverso en anteriores comicios y que busca, por medio del sometimiento, conseguir un volumen de votos en las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Fichaje vía internet
Según el testimonio de personas de la zona afectada con familiares en Cúcuta, los militares hacen un primer registro a los hogares y comercios; luego viene un destacamento de funcionarios, inspectores y líderes comunales del PSUV a realizar un cuestionario, primero verbal y luego escrito. La “visita” se hace escaneando los documentos de identificación (cédula venezolana, de extranjería o las dos) y posicionando globalmente la vivienda, el inmueble o el local con un dispositivo que lo ficha por GPS y lo registra vía internet hacia el Centro Electoral en Caracas para facilitar los arreglos que se realizan en la tarjeta electoral entre otras medidas.
Supuestos logros
Los discursos de Maduro y de sus funcionarios deben incluir todos los días las palabras: paz, libertad, suministro, incautación, detención, paramilitares, recuperamos, nueva frontera, etc., táctica muy empleada por los regímenes bombardeando psicológicamente el estado de conciencia del pueblo, aquel pueblo de escasos recursos y poca educación.
Decir que los delitos comunes han disminuido se vende como perogrullada, pero cualquier percepción de seguridad cambia cuando, en cada esquina, hay un uniformado armado y en las avenidas desfilan tanques de combate.
Se dice que se hacen operativos para capturar delincuentes, contrabandistas o familias que viven del comercio de aseo, a los cuales se les etiqueta con el código de paramilitar. Pero les toca dar partes positivos en la OLP, y se muestran como golpes a la delincuencia; mostrar videos en caliente, como se hace en la vida moderna. Raro, ningún guerrillero o miliciano que convive a ese lado de la frontera ha sido importunado.
Es lógico, los pocos reductos paramilitares que busca la Guardia Bolivariana no aparecen en las esquinas del estado Táchira, como dice un habitante de San Cristóbal: “Si había paramilitares por acá llevándose la gasolina, esos deben estar muy lejos, no son bolas”.
Decir que no han violado los Derechos Humanos, se cae de su propio peso, lo hacen desde el primer día -22 de Agosto- cuando las fuerzas que llegaron del interior del país pasaron por encima de la corrupta guardia fronteriza a hacer “cantar la Marsellesa”, como dice su jefe supremo. Abrieron las humildes viviendas con las culatas de los rifles, levantaron de sus camas a madres con sus hijos, ancianos y enfermos, los sacaron con sus escasos enseres, a los jóvenes les acusaban de paramilitares y eran detenidos o fusilados.
Sentencian: 'Condenamos todo acto delictivo y abusivo contra la población, el comercio y contra la libertad de opinión. No defendemos a ningún delincuente, pero si una persona se ha enriquecido con el contrabando, no estaría viviendo en tan precarias condiciones durante más de 10 años en la localidad denominada “invasión”, a orillas del río Táchira'.
Abastecimiento y percepción
La compra de 131.844 toneladas de alimentos, que entraron por los puertos de La Guaira y Puerto Cabello en agosto, busca crear una burbuja de prosperidad en esta época preelectoral, alimentos como: pollo, carne, leche, azúcar y café alcanzará para abastecer cerca de dos meses y medio a una parte de la población, pero ¿qué pasará luego del 6 de diciembre? Seguro que volverá la escasez.
Maduro no le ha pasado al teléfono ni a Santos ni el presidente uruguayo, que trata de conciliar en el conflicto. Maduro tiene compromisos con Uruguay. En estos días están llegando 56.000 toneladas de productos lácteos; de ellos 44.000 son leche y 12.000 en quesos, como parte de la condonación a Uruguay del 25 % de la deuda petrolera a cambio de alimentos. Pero a Maduro no le conviene pelearse porque necesita el envío para aumentar la percepción de bienestar en la frontera.
Guerra comunicativa
Continúan los cruces de mensajes por la vía pública electrónica entre los dos gobiernos; por una parte, el gobernador del Táchira ha llamado a los medios de comunicación a informar sobre planes que acaban con el paramilitarismo, medios que están menguados y sometidos.
Por su parte, el presidente Santos manifiesta que Colombia cree en diplomacia, diálogo, firmeza y prudencia. Los insultos, las payasadas y las mentiras no caben aquí. Mientras la expectativa de crecimiento de Venezuela es de -7 %, la de Colombia es de 3 % o más. ¡Eso no es culpa de Colombia!
Diosdado Cabello ripostará en su programa 'Con el mazo dando' y Maduro lo hará en cualquier coliseo donde esté entregando un mercado a integrantes de las Misiones.
Esperemos que las negociaciones o los buenos oficios de gobiernos amigos pongan fin a tan dilatada angustia de casi 6 millones de habitantes que hacen vida a lado y lado de la frontera.