En Colombia hay cerca de 5 millones de afrocolombianos, el casi 11 por ciento del total de la población, una mezcla única en el mundo donde confluyen genes amerindios, africanos, europeos e incluso asiáticos, aunque tristemente han tenido que soportar la desidia estatal en muchos aspectos, por fin nos estamos dando cuenta que en su ADN están escondidos, en lo más profundo, grandes misterios, sorpresas y posibilidades que finalmente pongan a este grupo humano en el lugar que se merece. Podrían generar desde grandes investigaciones científicas hasta nuevas curas para enfermedades y todo esto tiene una historia detrás.
Hace unos 15 mil años 3 oleadas migratorias llegaron a estos terruños, a unas tierras inhóspitas, deshabitadas, llenas de fauna y oportunidades. La primera de estas, la más grande, fue denominada los “Primeros americanos”, llegaron a través de Siberia y se replegaron por todo el continente americano, así lo afirma un estudio del científico colombiano Andrés Ruíz-Linares de la University College de Londres, con la cual confirmó esta teoría luego de analizar 364 mil variaciones genéticas de 52 tribus en América y 17 de Siberia, de donde llegó este primer grupo.
La población mundial se desdobló, unos a Europa otros a América, África y Asia y vivieron así, separados por miles de años, pero en esta región, luego de que Cristóbal Colón llegara en 1492 se inició una mezcla genética nueva y en Colombia fue aún más fuerte, europeos con americanos, trajeron africanos y asiáticos y todos tuvieron descendencia y cruce, esto hace que aquí tengamos un genoma único y nuevo en el mundo, así lo afirma King Jordan profesor asociado de Georgia Tech, Ph.D. en genética y pos doctor en bioinformática, asesor de BIOS.
“Revirtieron el proceso, estas poblaciones estaban separadas hace muchos años y aquí se unieron de nuevo, lo que ustedes tienen es un genoma que es totalmente nuevo en la historia de la raza humana”, ahora lo que quieren resolver la Universidad Tecnológica del Chocó UTCH, Georgia Tech y el Centro de Bioinformática y Biología Computacional de Colombia – BIOS con el proyecto ChocoGEN es “qué pasa cuando tu formas un genoma totalmente nuevo y si hay alguna relación entre esta mezcla y los factores de riesgo de salud, probabilidad de tener cualquier enfermedad o resistencia”, dijo Jordan un típico gringo, ojos azules, cabello amonado, alto y flaco, que en su español con tintes norte americanos se enamoró de los afrocolombianos.
Esta población afro es la que menos se conoce, genéticamente hablando, en Colombia, por tal motivo se espera analizar y caracterizar 100 de estos genomas para entender de dónde vienen, cuáles cruces soportaron sus genes y con qué posibilidades y dificultades cuentan.
El Chocogen
Increíblemente la esclavitud, ese yugo que en el Imperio Romano contó con más de 400 mil personas, es decir, a una ciudad como Manizales esclavizada, logró que en Colombia la diversidad genética fuera tanta, que se considere única en el mundo. Todos los procesos libertarios como el de Benkos Biojó, líder con poco reconocimiento en la vida nacional; por allá en el siglo XVII, quien luchó por los negros que años atrás llegaron por Cartagena, el Darién, Tibú, Buenaventura y muchos otros lugares, luego de largos viajes desde Europa y África, lo que llamaban el triángulo negrero, aguantando hambre y frío, humillaciones y ataques para luego ser vendidos al mejor postor, son situaciones que terminaron modificando los genes con que los colombianos y muy puntualmente los afrocolombianos cuentan, luego de tener una ancestría asiática con modificaciones por el medio ambiente y costumbres puntuales y la unión con europeos, africanos y otros.
Pero igualmente es relevante analizar lo que pasó en los palenques, esos lugares donde la libertad se respiraba y recibían a los cimarrones, a esos quienes la desventura de su vida los había llevado a tomar la decisión de escapar y buscar un mejor futuro, aunque sabían que si eran capturados no habría un mañana.
La diversidad genética en lugares como San Basilio, el primer palenque de Latino América, también cuenta con características relevantes para los científicos, “lo que pasa es que esas poblaciones ancestrales evolucionaron en sus propios continentes en África, Europa, América y mutaron”, esto generó resistencias específicas a ese medio ambiente puntual y aquí en Colombia y en Chocó se unieron con otros genomas, aseguró Jordan.
Miguel Medina, profesor de la UTCH está tomando las muestras de 100 chocoanos de 4 regiones diferentes para “analizar su genoma, para saber cuál es la ancestría, el porcentaje africano de ancestría y de otros lugares”, según Jordan este es solo el primer paso para aprovechar la biodiversidad con que cuenta Colombia, aún más cuando se cuenta con un centro de investigación como BIOS, “es totalmente fundamental, no solo porque va a tener una razón muy grande de ayudar a desarrollar las herramientas para leer, interpretar los genomas, generar conocimiento sino también desarrollar las capacidades de la gente para hacer bioinformática porque al final quienes hacen los análisis son la gente no las computadores”.
Genética, ¿a la mano?
Estos análisis poco a poco van generando grandes, grandísimas bases de datos, solo el genoma de un ser humano deja 3 billones de unidades de información, así que, es necesario contar con súper computadoras para analizarlos, infraestructuras como con las que cuenta BIOS.
“Cuando caracterizas al ser humano sales con muchísimos datos pero esa información no sirve así, pura, nuestra meta como bioinformáticos es convertirla en conocimiento a través de herramientas computacionales”, sentenció Jordan, luego de una de sus visitas a BIOS para retroalimentar y trabajar conjuntamente los proyectos que realiza con los investigadores del Centro.
Por ejemplo, para saber si una persona puede sufrir de diabetes, toman un genoma que ya hayan estudiado y sepan cuál es la mutación de esta enfermedad y la comparan con el de otra persona sana hasta el momento, si encuentran esa variación, ese individuo es propenso a sufrir de esa afección, así pasa con problemas del corazón, Alzheimer etc.
Para muchos científicos, incluido Jordan, el futuro genético será muy promisorio, imagínese llegar donde el médico con su secuenciación genómica para que el galeno le diga que según sus genes puede sufrir de alguna enfermedad y que por tal motivo debe cuidarse de X o Y factor de riesgo, llaman a esto medicina personalizada.
“Es bien complicado pero poco a poco podemos hacer recomendaciones a los pacientes sobre qué pueden comer, cómo manejar su dieta, con qué medio ambiente puede tener cuidado, cosas así, falta mucho pero estamos aprendiendo”, explicó Miguel Guevara, bioinformático de BIOS.
Así que en un futuro no muy lejano aparte del cuadro hemático, podremos ir a consulta médica con la secuenciación de nuestro genoma, incluso, podríamos darnos cuenta que en nuestros genes hay secretos oculto, misterios y enigmas que gracias a la genética, bioinformática y entidades como BIOS se pueden develar.
Si quiere saber más ingrese a www.chocogen.com o www.panambioinfo.org