Escuché con mucho detenimiento el discurso de posesión del presidente. Luego leí, con la mente en blanco y sin prejuicios, el libro que publicó el BID sobre economía naranja y su interés en desarrollar la creatividad a nivel cultural, científico y económico. En su interior, se explica cómo la creatividad es la base de un nuevo crecimiento mundial (ya Schumpeter había dicho lo mismo en 1947).
Aunque todo esto suena muy bonito, el problema es que para demostrar el tamaño de la economía naranja se recurrió al truco estadístico de agrupar sectores económicos ricos en creatividad y mostrarlos como un conjunto, donde abundan proyectos de artistas, arquitectos, artesanos, músicos, diseñadores, etc. Por supuesto, el tamaño de la economía naranja es infinito, visto desde esta perspectiva.
Para empezar hablemos de innovación. Desde el mismo comienzo de la humanidad, el ser humano, débil e indefenso, aprendió a ser creativo para sobrevivir a las fieras, a la falta de alimentos, a los otros humanos caza-esclavos y a una naturaleza hostil.
Más tarde, la creatividad industrial empezó tan pronto los antiguos descubrieron tres cosas: la palanca, el fuego y la rueda. Luego, a través de muchos siglos empezaron a combinarlos entre sí. Así, lentamente en un proceso de ensayo y error, fueron desarrollando métodos para fundir metales, hacer ruedas, martillos e instrumentos, hasta llegar a la carreta y finalmente el tren. ¿Qué es un tren? Una combinación genial de palancas, ruedas y vapor de agua. Sin embargo, llegar a este punto nos tomó 1.000.000 de años y dos revoluciones industriales.
¿Qué es el último celular? Una combinación asombrosa de teléfono, grabadora, radio, televisor, google earth, computador, navegador, linterna, calculadora, despertador, juegos, cámara fotográfica, GPS, manejador de textos, diseñador gráfico, biblioteca, transmisor de datos etc. Y si se agota la memoria, lo cual es poco probable, aún nos queda la nube para guardar cosas. Es decir que hoy un usuario en el puño de su mano puede tener acceso a cualquier tipo información y navegar en las mejores bibliotecas del mundo.
Cuando yo estudiaba ingeniería en Medellín, en los 60, en la ciudad solo existían dos computadoras, una en Coltejer y la otra en la Facultad de Minas, y cada una ocupaba el piso completo de un edificio. Un celular hoy tiene más memoria y velocidad que aquellos monstruos tecnológicos.
Las actividades de innovación incluyen todos los eventos científicos, tecnológicos, organizativos, financieros y comerciales que conducen a la innovación. Se innova en los productos, en marketing, en los procesos, en el emprendedor mismo y en la organización.
Schumpeter, el primer teórico sobre el tema de creatividad, entendía que la innovación, era la dimensión crítica del cambio económico.
Para efectos de esta discusión y entenderla fácilmente, permítanme clasificar los productos y servicios, en términos simples.
- Productos con mucha innovación y poco marketing. Ejemplo: aparatos para procedimientos quirúrgicos, tecnologías militares, es decir que el gran público común no consume, pero los interesados la compran con solo saber para qué sirve.
- Mucha innovación y mucho marketing. Ej. La tecnología del celular, iPad y similares.
- Poca innovación y poco marketing. Ej. Los jugos de la cafetería de mi barrio.
- Poca innovación y mucho marketing. Un ejemplo: Uno de los desarrollos más espectaculares y más rentables en la industria farmacéutica ha sido el reposicionamiento de Sildenafil como tratamiento de la disfunción eréctil (D.E.).
La realidad es que el producto existía hace más de 50 años y los médicos lo prescribían en el tratamiento de la angina de pecho. Por mera casualidad, los cardiólogos descubrieron que sus enfermos del corazón, cuando tomaban la tal pastilla, mejoraban su capacidad amatoria. Esto ocurrió hace solo 25 años.
Otro caso: las telenovelas mexicanas son una repetición de El Derecho de Nacer, de F.B. Cagnet, de los 40, cambiando actores fechas y escenarios. Estas obras se ven en el mundo entero en base a una intensa publicidad.
Otro caso: el primer computador se desarrolló en los años 40, pero bastó un genio como Bill Gates para concebirlo como un laptop de uso personal y fabricar millones.
Hoy día, el mayor aporte al crecimiento económico de un país o una empresa, se basa en el último grupo, en el cual se agrega valor a productos ya existentes.
Por tales razones, en el proceso de estimular la innovación en Colombia, debe establecerse una agenda lógica en forma de cascada, que fluya desde las entidades que estimulan la educación, la creatividad, hasta llegar finalmente a las entidades que la diseminan y la llevan al entrepreneur:
Primero
Organizar la casa. Coordinar todos los entes estatales y privados relacionados son el tema. En Colombia existe toda una red de entes de entidades excelentes, buenas, malas o inoperantes que funcionan como ruedas sueltas regadas en varios ministerios. Veamos.
¿Qué entes posee Colombia para estimular la innovación?
Entidades excelentes. Para empezar, tenemos la Oficina de Derechos de Autor, que en mi concepto es la mejor del mundo. Allí se puede hacer un registro on line en forma instantánea y recibir el documento. Yo doy fe de ello, En varias ocasiones he registrado libros desde Estados Unidos y obtenido el número de inmediato (aquí en EUA hay que usar el correo ordinario, pagar 90 dólares y toma tres meses recibir el registro).
Invima opera con últimos estándares de EE.UU. y Unión Europea
Los Centros de Desarrollo Tecnológico, CDT. Allí existen científicos capacitados que reciben poco apoyo. (En una ocasión, en virtud de un acuerdo Colciencias-Ficetec, dicté un seminario sobre transferencia de tecnología y quedé sorprendido con la calidad de los investigadores y los proyectos que manejaban).
Entidades que cumplen su función. Icetex, Dane, Planeación Nacional, Sena, Corpoica, Invima, Bancoldex, Cámaras de Comercio y 3 Universidades.
Entidades susceptibles de mejorar. Un buen número de universidades que están politizadas, ahogadas en la corrupción y divorciadas de la industria.
No existe una cultura de negociación estatal. No tenemos un cuerpo de negociadores internacionales capacitados, solo corbatas que van a viaticar. La firma del TLC con Estados Unidos así lo demuestra, pues dejó agonizante a la industria avícola nacional. Igual ocurrió con la negociación con Nicaragua y la firma del tratado de paz.
Segundo
Estimular la transferencia de conocimiento de “ciencias duras” ya existentes en otros países, lo cual es más económico y rápido, para un país tercermundista, pobre y desorganizado. ¿Cómo? Con todo aquello que estimule el flujo de transferencia de la información. Becas, franquicias, intercambio de profesores, estimulando los doctorados en ciencias duras, compra de procesos, reducción de impuestos para maquinarias, procesos breakthrough technology etc. Ahora con el vertiginoso desarrollo, ya no se habla de desarrollo de tecnología sino de transferencia de conocimiento, que es un concepto mucho más amplio.
Tercero
Cumplidos estos pasos, pasar al lento y costoso proceso de crear innovación.
En resumen tengo cuatro razones para desconfiar en la economía naranja tal como está planteada.
- La mortandad de productos y empresas nuevas es muy alta, casi la mitad fracasan en todo el mundo (en la Cámara de Comercio de Bogotá existen más de medio millón empresas registradas y el 90% son cadáveres putrefactos). Para el innovador solitario, la curva de aprendizaje es un proceso de ensayo y error que lo puede llevar a la quiebra.
- El proceso de crear innovación es muy costoso y demorado. Los resultados se ven pero a muy largo plazo. Lo más barato y rápido es usar un conocimiento ya creado. Esto no se logra en el corto periodo presidencial de 4 años, sino como un propósito nacional a largo plazo.
- El problema central del proceso no es crear un producto sino saberlo comercializar.
- El mayor crecimiento al PIB de un país y al crecimiento de una empresa, lo aportan los productos clasificados en este artículo como “D” (poca innovación y mucho marketing, es decir añadir valor agregado a algo que ya existe).
Si bien voté por Duque, no estoy arrepentido, ni estoy oficializando mi paso a la oposición. Escribo este artículo con el sincero interés de entender esa visión y espero que alguien me explique con razones técnicas, excluyendo a priori, el argumento de que todo lo que hacen los uribistas es malo.
Schumpeter, J. A. (1947). "The Creative Response in Economic History". Journal of Economic History.