Hace dos años y medio, cuando el gobierno presentó la Ley Lleras, armamos el colectivo RedPaTodos* y empezamos a buscar incidir en políticas públicas relacionadas con la regulación de Internet. Una de las herramientas que nos dimos cuenta era fundamental para saber lo que pasa es el monitoreo de las leyes presentadas al Congreso.
Esa labor nos ha permitido ver con estupor como se aprueban a pupitrazo propuestas controversiales, seguirle la pista a procesos no tan publicitados, lanzar alarmas tempranas y actuar en consecuencia haciendo propuestas para mejorar o en el peor de los casos volviéndonos unos respetuosos contradictores de proyectos que creemos podrían ser problemáticos. No siempre logramos hacer algo, pero en parte nuestras acciones han ayudado a detener, o por lo menos discutir a mayor profundidad, las leyes que buscan regular derechos en el entorno digital, así que algo hemos hecho bien.
En el ejercicio de esta actividad resulta interesante llamar su atención hacia tres proyectos de ley que se tramitan en el Congreso hoy:
El primero es el un proyecto para proteger los derechos de usuarios de redes y servicios de telefonía móvil. El proyecto tiene cosas tan pertinentes como que el cobro debe ser por segundos y no por minutos, que los saldos no deben vencerse si se han adquirido en prepago o deben acumularse para el caso de pospago. Incluye cláusulas sobre roaming para impedir que los operadores lo activen de forma automática. Aunque muchas de estas ideas las hemos escuchado por años, que se conviertan en ley serviría para que tengamos una adecuada protección de nuestros derechos como usuarios.
El segundo proyecto a reseñar es el que crearía una campaña nacional de alfabetización digital para formar personas adultas mayores de 40 años en el uso de las TIC. Esa es una campaña que adelantarían el MEN y el MinTIC en colaboración con el sector privado para hacer que estudiantes de educación media que cumplen su servicio social ayuden en la reducción de la brecha digital. Es decir, la campaña toma a los estudiantes y los convierte en profesores de sus mayores. Si bien la iniciativa es noble y funcional, habrá que prever las capacitaciones necesarias para que que estos jóvenes puedan realmente enseñarle a sus mayores y que la campaña no sea simplemente asistir a un lugar por cumplir un requisito. El MEN y MinTIc están dispuestos a construir cartillas y material de formación, yo me pregunto, ¿será que logramos que se hable en esta campaña de temas como software libre, licencias abiertas, derechos humanos en entornos digitales?, o ¿será un programa para enseñar a utilizar de forma puramente instrumental herramientas y programas sin reflexión ni crítica?, si el apoyo lo da la empresa privada, ¿será una campaña que de forma directa ayude a la expansión de monopolios o será una simple herramienta de su publicidad? Habrá que esperar como avanza el tema.
El último proyecto de ley, quizás es el más curioso, en tanto trata de imponer una regulación sobre uno de los más grandes e importantes intermediarios en Internet: los buscadores. Este proyecto busca que empresas como Google desactiven la función autocompletar en los motores de búsqueda cuando con esa funcionalidad se atente contra el buen nombre de las personas. Explico con un ejemplo, si pongo en Google Procurador Ordóñez, algunos de los resultados sugeridos incluyen: Procurador Ordoñez quema libros, Procurador Ordóñez nazi y Procurador Ordóñez corrupto, todas expresiones que podrían ser tildadas de ofensivas y de atentar contra su buen nombre. El proyecto de ley supone que Google modifique el algoritmo de búsqueda para que esos resultados no salgan entre sus sugerencias.
Si bien hacer eso es técnicamente posible, también sería un mecanismo fácil de evadir y aun peor, es posible que esta ley sin proponérselo pueda servir para atentar contra otros derechos como la libertad de expresión o el derecho al acceso a la información.
Es importante considerar a la hora de pensar en esto que si bien se busca proteger el buen nombre las opciones que aparecen como sugerencias para autocompletar se generan de forma automática debido a las búsquedas que hacen usuarios y máquinas. Obvio, es posible influenciar los resultados que aparecen (hay métodos de posicionamiento que logran que algunas páginas y búsquedas sean las primeras mostradas y se han usado por ejemplo por movimientos sociales para poner de manifiesto aquello que critican). El problema se puede analizar estudiando algunas preguntas: ¿realmente atentan esas sugerencias el buen nombre de alguien? ¿Impedir que algunas sugerencias sean visibles es censura? Eso es algo que deberían decidir los jueces y no los robots que se encargan de indexar nuestras preferencias para sugerirnos los resultados a la hora de buscar.
En la forma como avancen estos proyectos se juegan nuestros derechos en el entorno digital. Sígannos, seguiremos informando.
María del Pilar Sáenz Rodríguez
@mapisaro
RedPaTodos es un colectivo de organizaciones e individuos de la sociedad civil que promueve un uso incluyente de Internet y aboga por el respeto a los derechos fundamentales y las libertades civiles de todos los colombianos en el entorno digital.
@redpato2
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