Los semilleros creativos tienen como fundamento una actitud de desarrollo humano tangible y de gran impacto social. Promueven la lectoescritura, invitan al individuo para que reflexione el entorno a través de la imaginación y su capacidad de asombro, y transforman la realidad a partir de imágenes creativas que dibujan la presencia oculta de la cotidianidad.
La anterior reflexión propone construir un nuevo espacio desde la creatividad de un individuo hacia la identidad cultural de un pueblo: un pueblo que siembra cultura, cosecha un mundo de paz.
Es de recalcar que la cultura debe ser un mecanismo de labor social en las instituciones educativas, a través de actividades de acompañamiento institucional en organizaciones de carácter público y privado.
Además de ser una propuesta cultural, es un plan de trabajo a corto y largo plazo donde se inculca en las nuevas generaciones el amor por las bellas letras y, por ende, los valores humanos y sociales implícitos dentro de tales actividades.
Los semilleros creativos son el estímulo temprano que en torno a determinado tema se ejerce sobre una población estudiantil específica. Es una inducción literaria que emplea múltiples recursos pedagógicos, estéticos y literarios para crear en la mente de los niños y en sus hábitos, la capacidad de leer, interpretar, crear y recrear poesía, narrativa y otros géneros literarios.
El semillero creativo es un elemento primordial para el desarrollo de una política de paz en nuestra sociedad. Dada la necesidad de crear procesos que aporten a la construcción de tejido social, de generar prácticas de convivencia individual y colectiva, es necesario implementar estrategias creativas que brinden herramientas para el mejoramiento de calidad de vida en el entorno social. La estrategia del proyecto da como resultados niños, niñas y adolescentes creativos que a través de sus respectivos procesos se convertirán en multiplicadores de convivencia pacífica en sus diferentes espacios: hogar, escuela, comunidad.
Un semillero creativo es parte fundamental de los procesos de aprendizaje en los niños, niñas y adolescentes. Estos se comprometen con el trabajo literario como no lo hacen en sus instituciones educativas, ni en la asignatura de lengua materna. Por lo tanto, los ejercicios de creación literaria que se llevan a cabo en los talleres del semillero sirven para complementar los contenidos que desarrollan los profesores. Llenan vacíos de lectura e interpretación lectora que los docentes muchas veces no alcanzan a desarrollar en sus clases. La creatividad es el fundamento literario de un semillero. A partir de sencillos y hermosos textos literarios infantiles, los asistentes al semillero aprenden a reconocer los valores de la palabra, del poema y de la narrativa.
El semillero creativo es la mejor opción que tienen los niños y niñas para darle rienda suelta a su imaginación, siguiendo determinadas pautas que se les presenten, pero donde ellos encuentran total libertad para exponer por escrito o de manera oral sus vivencias.
El objetivo literario de todos los semilleros infantiles y juveniles en Colombia es el de facilitar canales de expresión escrita a través de los cuales se descubra el potencial creativo de los niños, niñas y adolescentes. Es aquí donde nacen los futuros escritores de una comunidad cualquiera. Es mediante las técnicas y metodologías desarrolladas en los talleres, que se puede escuchar la voz auténtica del niño, la niña cuando este decide relatar sus sueños y sus vivencias, su universo objetivo y subjetivo mediante la prosa o el verso.
La filosofía pedagógica de los semilleros creativos es la de crear campos mentales, culturales y cerebrales, de total autonomía creadora, para que los niños, niñas y adolescentes desarrollen su talento sin limitarse a las perspectivas del coordinador del taller o de los autores seleccionados. Hacer del niño una persona que arroje miradas estéticas sobre el mundo, la sociedad y sobre él mismo. Y a partir de esta mirada, tener la oportunidad de profundizar en su mundo interior.
Como objetivos primordiales se encuentran los de contribuir en el sano desarrollo psicosocial de los niños y las niñas mediante la formación de la identidad del niño, el reconocimiento sociocultural. La formación de valores creativos, el fomento de la convivencia pacífica, la sana utilización del tiempo libre, la productividad creativa como elemento cultural y la prevención de factores de alto riesgo en la población infantil. El fortalecimiento de la familia y la escuela misma, como núcleo fundamental de la sociedad. La promoción de la educación no formal como fortalecimiento a la educación integral. Promover en el niño y la niña el amor a la lectura y la creación, para que su capacidad de asombro e imaginación logren aprehender una visión más humana de la vida. El fortalecimiento de colectivos (semilleros) como gestores de prácticas ciudadanas. La conformación de Clubes Lúdico – Creativos en diferentes escuelas de nuestro municipio. La promoción de lectura y escritura como estrategia de convivencia.
Su validez cultural nadie puede negarla y mucho menos rechazarla porque es el punto de partida estético y humano desde el cual un niño, en esta sociedad dominada por la tecnología, puede encontrarle sentido a su vocación humanista. La creatividad poética y narrativa enraizada en el trabajo de los semilleros, es la respuesta a los juegos computarizados, a la violencia de las conocidas maquinitas, donde los niños, niñas y adolescentes y adolescentes desvían los valores tradicionales por prestarle atención a macabros juegos de computador que van deshumanizándolos a gran escala.
No negamos el desarrollo tecnológico, pero es necesario también, mediante la palabra escrita, mediante la creatividad poética – narrativa, sembrar en los niños, niñas y adolescentes y adolescentes aquellos valores literarios desde los cuales vean, comprendan y asimilen el mundo, de manera amorosa. Quienes podemos mostrar con nuestra vida y nuestro trabajo intelectual una trayectoria literaria, estamos en el deber de estructurar de manera más amplia y seria, apoyados por el debido presupuesto, la conformación de estos semilleros.