Se ha escogido a Iván Duque Márquez como nuevo presidente de la República. Con tan solo 41 años demostró que la actividad política va abriendo espacios para que los jóvenes podamos ingresar. Colombia a lo largo de los años, estuvo acostumbrada a elegir presidentes con “experiencia”, sin embargo, estas elecciones han irrumpido con ese paradigma dominante en la sociedad colombiana.
En el país convergen una serie de problemáticas que merecen una atención especial: drogadicción, calentamiento global, pobreza, inseguridad ciudadana, entre otros, que requieren evidentemente soluciones innovadoras y creativas, donde los jóvenes podemos realizar grandes aportes. Apoyo la propuesta que el electo presidente ha manifestado de que su gabinete esté conformado en un 75% por personas menores de 46 años, lo cual garantiza que para la solución de estas problemáticas se tenga en cuenta las propuestas de personas jóvenes.
La tendencia a nivel internacional muestra cómo en diferentes países las personas se la juegan por jóvenes, con ideas capaces de afrontar los retos que sus sociedades imponen. Es de resaltar casos importantes como el de Macron en Francia, elegido con tan solo 39 años presidente en 2017; Justin Trudeau en Canadá, elegido Primer Ministro con 43 años en 2015; Volodymyr Groysman en Ucrania, elegido Primer Ministro en Ucrania; entre otros. Colombia demuestra que no es ajena a esta tendencia, y elige a Iván Duque con tan solo 41 años.
Claramente la edad no es una excusa para acceder directamente a un cargo, y en especial a uno como la presidencia de la República. Sin embargo, la ciudadanía demostró que quiere ver propuestas, candidatos con planteamientos realizables y serios dentro de un país con tantas necesidades como Colombia. Poco a poco va quedando la idea de que a los que nos interesa la política, debemos tener más interés en seguir haciendo de esta una actividad más innovadora, con ideas en concreto para problemas que van naciendo en la agenda pública. Se sentó la primera piedra para el cambio generacional que hemos venido reclamando durante varios años, llega el momento de entrar a la acción en la actividad política para todos aquellos que han tenido esa idea.
Reconozco que queda un gran camino por recorrer para garantizar el efectivo acceso de los jóvenes a la participación en política, pero con lo sucedido el 17 de junio se va viendo cómo Colombia muestra interés en las nuevas promesas políticas, que con propuestas tratan de sacar adelante este país. Nos queda la necesidad de seguir trabajando para que el ingreso a la actividad política siga siendo más fácil para todos los jóvenes.