No lo duden. Contra Trump se viene todo el peso del poder norteamericano.
Lo de este megalómano es el mismo desespero de aquellos que como emperadorcitos se han constituido como una plaga alrededor del mundo.
Latinoamérica no es ajena, es más, es la cuna del pensamiento arrasador y violento, con el mismo modus operandi, incitando el caos para después autoproclamarse paladines de la justicia.
Nunca creímos que estos hechos, por demás históricos, se dieran en vivo y en directo desde las entrañas de los creadores de esta forma de mantenerse en el poder.
El historial es largo. Élites nacidas en el sofisma creyendo que el esquema, jamás fallaría, ahora sufren las consecuencias en carne propia.
De salirse con la suya, Trump dejará un horroroso mensaje, vociferando que aún en sus dominios la fuerza avasalladora del truco seguiría con poder.
Se vienen días negros para el atarbán, si es que llega al veinte.