Un elemento importante en los asesinos en serie es la fantasía. En promedio, estas bestias fantasean con matar durante y después de la adolescencia. En efecto, sueñan despiertos de forma compulsiva sobre el asesinato, la dominación y el sometimiento. Otra clase de asesinos en serie, pues no se pueden generalizar, disfrutan leyendo historias (siempre y cuando sepan leer) sobre sadismo, tortura y homicidio. Sus impulsos sádicos anulan en promedio su capacidad de sentir empatía.
De igual manera, existen los asesinos en serie Organizados y los Desorganizados. Los primeros son los que planifican sus actos delictivos metódicamente. Suelen secuestrar a sus victimas asesinándolas en un lugar y se deshacen de sus cuerpos en otro espacio. Los segundos, tienden a cometer sus asesinatos de forma impulsiva. En particular, mientras el Organizado “caza” a la víctima, el Desorganizado mata cuando la oportunidad surja y en muchas ocasiones no se molesta por deshacerse del cuerpo, ya que lo deja en el mismo lugar donde perpetró el acto delictivo.
Para esta tercera entrega les presento al “Monstruo de Cañaduzales.”
A inicios de la década de 2000 comenzaron a aparecer en Cañaduzales, Valle del Cauca cuerpos sin vida de niños cruelmente asesinados. Dichos cuerpos exhibían en promedio signos de estrangulamiento y asfixia mecánica que se notaban en sus cuellos y su ropa destrozada. El “Monstruo de Cañaduzales”,” nació en 1961 en el municipio de Trujillo, Valle del Cauca y su nombre es Manuel Octavio Bermúdez.
Manuel Octavio Bermúdez era huérfano de padre y madre. Fue adoptado por una mujer de nombre desconocido que era propietaria de una cantina. La cual le propinaba maltratos que se podría denominar reprimendas de una sádica. Una de ellas fue tan intensa que el niño fue lanzado desde un balcón y lo dejaron con una cojera parcial. De ahí, paso a otro hogar en Palmira, Valle donde sus nuevos padres eran ambos alcohólicos y lo dejaban solo en promedio en la casa.
Al llegar a su adolescencia fue gradualmente exhibiendo sus preferencias sexuales homosexuales. Sin embargo, en plena década de los setenta y los ochenta su orientación sexual era considerada una enfermedad, un tabú, contribuyendo aún más con su aislamiento. A los 19 años tuvo su primer rompimiento del corazón con una mujer y se topó con uno de sus amigos de la infancia con el cual tuvo sus primeros acercamientos homosexuales que duro unos tres años aproximadamente.
En 1985 luego de su fractura amorosa y su conciencia de ser hijo de padres biológicos asesinados por la violencia bipartidista y de hogares sustitos crueles afloró su pedofilia. Su modus operandi, era acechar niños que los llevan con artimañas a quienes los llevaba a Cañaduzales para luego atacarlos, violarlos y en esta primera etapa no los asesinaba, los dejaba “libres”. Por estos “cabos sueltos” el “Monstruo de Cañaduzales” fue atrapado y recluido en la cárcel irrisoriamente por 21 días por intentar violar a un niño de 8 años. Al salir se mudó (una característica de los asesinos en serie colombianos es que son en promedio vagabundos, trashúmanos y con alta movilidad) y se fue para Pereira en el departamento de Risaralda.
Su tapadera era de campesino con mujeres con las cuales duraba un máximo de seis meses mientras acechaba y violaba niños. Algunas de sus parejas sabían de sus andanzas y lo dejaban y otras miraban para otra parte. Sin embargo, en el año 1996 comienza su segunda etapa en que ya no solo violaba y atacaba, sino que comenzó a torturar y asesinar a sus víctimas. Su primer asesinato fue en Palmira y desde el año 1997 hasta 1999 con una docena de niños. En ese año fue atrapado nuevamente por la policía por acoso sexual y condenado a 4 años y 5 meses de prisión, no por asesinato.
En el 2001 luego de una incursión de las extintas FARC en el municipio de Bolívar donde estaba recluido pudo volarse de nuevo al Valle del Cauca e inicio de nuevo su “cacería”. Para esta bestia los niños eran objetos de placer donde se emocionaba ver como se morían en sus manos y los violaba en el suceso o luego de la muerte. Para el año 2003 el “Monstruo de cañaduzales” fue atrapado de nuevo por la policía después de una exhibición de la fiscalía y la policía como de los medios de comunicación. Al “Monstruo” con todas las prebendas que tiene la justicia colombiana como comportamiento, estudio etc saldría en el año 2026. Actualmente se encuentra recluido en la prisión de Valledupar con los impuestos que usted y yo pagamos.
Fuentes
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