La llamada ‘primera línea’ en Colombia, según relata un informe oficial dado a conocer por la revista Semana, no es un grupo espontáneo y pacífico de jóvenes inconformes que encabezaban las manifestaciones, sino una organización con rasgos criminales que importó el modelo de las protestas chilenas y se viene gestando desde hace casi dos años, cuando el presidente Iván Duque enfrentó las primeras protestas.
Para algunos, la ‘primera línea’ es el brazo armado del llamado ‘Comité Nacional del Paro’, una organización que agrupa a las agremiaciones y centrales obreras de Colombia conformado por sindicatos del sector público y otras organizaciones de extrema izquierda, entre ellos la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Confederación Nacional del Trabajo (CGT), la Confederación Democrática de los Pensionados (CDP), la Confederación de Pensionados de Colombia (CPC), la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), la Cruzada Camionera, la organización Dignidad Agropecuaria, la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (Acrees) y la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees).
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Si bien tanto la ‘primera línea’ como el ‘Comité del Paro’ comparten los mismos objetivos de acabar con el gobierno legítimo de Iván Duque, no ha habido entre ellos ‘unidad de mando’
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Pero si bien tanto la ‘primera línea’ como el ‘Comité del Paro’ comparten los mismos objetivos de acabar con el gobierno legítimo de Iván Duque, no ha habido entre ellos ‘unidad de mando’. Desde el inicio del mandato de Duque, la izquierda de Petro y Bolívar, con sus aliados naturales Fecode, CUT, CRIC indígena del Cauca, Farc y ELN, decidieron no dejarlo gobernar. Como bien lo señala el analista Álvaro Ramírez, “Iniciaron una serie de marchas y paros sin motivo real, cobrándole a Duque las deudas de Santos, que terminaban en vandalismo y destrucción. El bloqueo de la vía Panamericana en el trayecto Cali - Popayán durante un mes por los indígenas financiados por la coca, fue el anuncio de una jornada terrorista interminable que después se transformó en un paro que bloqueó y detuvo al país por 50 días…A todas estas cosas Iván Duque ha respondido con serenidad, reflexión, calma y una dosis muy alta de trabajo y gerencia pública eficaz.”
Gustavo Petro no va a ser el próximo presidente de Colombia. No lo va a ser porque Petro representa el odio, la lucha de clases, y el “socialismo del siglo XXI”, que ha demostrado hasta la saciedad su fracaso en todos, absolutamente todos los países en donde se ha implementado. Las propuestas socialistas de Petro las acogen como mucho un 25 % a 30 % de la población y esta cifra no es suficiente para colocarlo en el solio de Bolívar. Sin embargo, con el único objetivo de no dejar gobernar al presidente que elijamos los colombianos en el 2022, va a renacer la ‘primera línea’ y el ‘Comité del Paro’. Ojalá el próximo presidente, que con certeza no va a ser Gustavo Petro, tenga los pantalones, la serenidad, la reflexión, la calma y la inteligencia que ha caracterizado al actual mandatario.
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Apostilla: Un documento de vuelo del Ecuador desmiente que la exsenadora Piedad Córdoba no tenía relación con Alex Saab, y que, por el contrario, confirman que sus negocios involucraban al Ecuador. Según informes de prensa, “La sola mención de este hecho provocó la ira de Piedad Córdoba, quien amenazó públicamente al asambleísta ecuatoriano. La ex senadora le dijo a Semana: "Este tipo, Villavicencio, que se tenga de las orejas, porque me lo clavo, me lo clavo. Voy a denunciar y me llevo por delante a quien sea, voy con toda"…Lo que pasa es que ese tipo Villavicencio es un hijo de puta que es de la oposición a Rafael Correa, de los que se han dedicado a perseguirlo. El tipo tiene una obsesión". Y Piedad aseguró que "no he viajado con Alex Saab a ninguna parte". La pregunta de fondo es si Piedad Córdoba, cuando vaya nuevamente a Ecuador en plan de clavarse a Villavicencio, ¿va a ir nuevamente en un avión de Alex Saab?
