Fueron ocho años que la familia Lineros esperó justicia contra la Clínica Shaio por haber dejado morir a su hija menor Alejandra Lineros, el 6 de junio de 2012, tras un mal diagnóstico médico. Fue la firma De La Espriella Lawyers, en cabeza del penalista Abelardo De La Espriella, la que consiguió que el Tribunal Superior de Cundinamarca confirmara la sentencia y ordenara a la institución médica, dirigida por Gilberto Mejía, y la EPS Aliansalud S.A. a pagar una cuantiosa indemnización por los daños materiales, morales y el daño a la vida causados a los padres de la niña.
Al frente de la defensa de la familia Lineros Goubert estuvo en la parte civil Carlos Sánchez Cortés y en la penal Wilson Caballero, quien logró demostrar la responsabilidad de la Shaio y Aliansalud en la carente atención prestada a la pequeña en urgencias el 1 y 3 de junio de 2012. Fueron dos los galenos, que a pesar de los insistentes síntomas no practicaron los suficientes exámenes de rigor. Hasta el momento ninguna de las dos entidades se ha manifestado sobre el caso pero De La Espriella anunció el triunfo jurídico con este comunicado:
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