Un total de 25 personas que pertenecían a esta antigua organización —hoy grupo político— participaron en un taller de escrituras creativas que recientemente organizó y desarrolló el “Centro de Pensamiento y Acción de las Artes y el Patrimonio Cultural por la Paz y el Acuerdo Social (CREA)” de la Universidad Nacional (U.N.), con el fin de dar a conocer otra mirada sobre el conflicto colombiano. Una visión desconocida de la selva y de experiencias personales es lo que afloró.
Escrituras Creativas para la Memoria del Conflicto y la Paz, así se denominó el taller realizado con estas 25 personas —mujeres y hombres—, quienes en el encuentro plasmaron en escritos y audios algunas de sus vivencias en la selva durante la cruenta guerra. Sus relatos aportan ahora una nueva mirada a lo que pasó, una no oficial y poco difundida que se expresa a través de las artes.
“Este taller se funda en el principio de la acción y, por eso, les pedí escoger un momento muy emotivo de la vida de cada uno y cada una de quienes participaron en el taller, un momento de su vida en los montes y en las selvas. Y escribir ese momento siguiendo la técnica de la frase corta, que consiste en que por cada acción se hace una frase separada de la siguiente por un punto seguido”, explicó al Centro de Divulgación y Medios de la Facultad de Artes de la U.N. el profesor Carlos Satizabal, uno de los miembros del CREA y quien lideró las jornadas del taller.
Durante los tres días de taller, ellos participaron activamente en esta experiencia de gran valor y responsabilidad, pues tiene que ver con su contribución al relato nacional de la memoria poética del conflicto. Por eso, sin detenerse a pensar en cuestiones de ortografía o redacción, siguieron las indicaciones del profesor Satizabal: las relacionadas con el uso de las frases cortas.
“Ellas y ellos estaban muy interesados y produjeron unos textos formidables. Son textos hechos a mano, pero tienen un gran valor plástico, estético. Es decir, se trata del valor de la palabra escrita, de los diversos tipos de caligrafía, de las diversas formas de escritura, de las diversas ortografías que hay allí”, aseguró el docente.
Los relatos hacen referencia a sus modos de subsistencia en territorios hostiles, pero también a su relación con la naturaleza y a sus formas de percibir y afrontar la guerra, la realidad y las creencias, en medio de los montes, al interior de la selva. Y por supuesto, también dan cuenta de situaciones ligadas a la convivencia y a las razones que los llevaron a habitar ese mundo plagado de peligros, con más probabilidades de morir que de vivir.
“Todos esos relatos finalmente se convierten en una visión de la guerra que no conocemos, porque la visión de la guerra que conoce el país es la contrainsurgente, la que inspira el odio y el deseo de venganza, es una visión construida desde la idea del mal, de que fundamentalmente es gente mala, criminal, asesina, violadora, secuestradora, o sea, es la podredumbre del país. Esa es la imagen colectiva que se ha querido construir sobre la insurgencia”, denunció el docente.
Precisamente, contribuir a la construcción de una nueva memoria del conflicto colombiano que permita estimular, desde los diversos lenguajes del arte, el cambio cultural y discernir y transformar los imaginarios de guerra y odio, ha sido uno de los propósitos en los que ha trabajado el CREA desde su fundación.
Al respecto, resaltó: “una de las tareas del CREA ha sido la de promover miradas diferentes sobre el conflicto colombiano y, por eso, hemos trabajado con las víctimas y ahora con los y las exinsurgentes. De esta manera, pretendemos transformar el imaginario del odio, la venganza, la desilusión, la desesperanza de que el país no puede cambiar, de que esto no tiene posibilidades porque nadie va a lograr construir la paz en Colombia. Un imaginario que han cultivado de manera muy cuidadosa quienes son afectos a la guerra como estrategia de dominación y de gobierno”.
Según el CREA, la historia de porqué se volvieron insurgentes, sus relaciones internas, con la selva y las comunidades, es lo que no se conoce realmente. De ahí su interés por escuchar esa otra versión, la de quienes, por una u otra razón, se alzaron en armas.
“La visión que tiene el país sobre las relaciones internas es que, por ejemplo, las mujeres son una especie de esclavas sexuales de los hombres, de los comandantes. Debemos saber si eso es verdad o no, hay que escuchar sus historias y ver cómo se comienza a construir otro imaginario que permita la creación de una sociedad capaz de reconciliarse con ella misma, de aceptar en su corazón a quienes se revelaron y se levantaron en armas contra el Estado”, manifestó.
El taller se realizó con el apoyo de la Maestría en Escrituras Creativas de la Facultad de Artes de la U.N., la Corporación Colombiana de Teatro y la Cooperativa Multiactiva de Artistas del Común (Comunarte), conformada por artistas exinsurgentes de las antiguas Farc.
Un libro colectivo, una invitación
Los relatos escritos y orales de este segundo taller –que da continuidad a otro del mismo tipo que realizó el CREA con miembros de Comunarte– harán parte de un libro ilustrado (aunque también se está pensando en que pueda ser sonoro, animado), en cuyo proceso editorial confluirán estudiantes no solo de la Facultad de Artes de la U.N. sino, también, de otras escuelas y programas de la institución interesadas en este proyecto. Sin embargo, también se espera que participen los artistas exinsurgentes.
“El próximo paso –aparte de la transcripción de estos textos escritos a mano, como también de los verbales– es una invitación a nuestros estudiantes a que tomen esos relatos y los ilustren. Son bienvenidos los estudiantes de artes plásticas y diseño, los de cine y televisión, y también todos los que quieran, porque el material que hay es muy interesante, es una visión de la selva y del conflicto que todavía no ha sido conocida por el país, es otra mirada”, recalcó el docente.
La invitación, incluso, se extiende a otras universidades, pues no sería la primera vez en que el CREA genera interés y colaboración en este tipo de acciones. Así lo aseguró el profesor Satizabal antes de mencionar que con los resultados del primer taller algunas instituciones maestras en animación –internacionales y nacionales– hicieron lo suyo con seis de esos escritos.
“La profesora de animación de la Academia de Artes y Medios de Colonia (de Alemania, KHM) me dijo que por qué no hacíamos el taller de animación, que es un taller que se hace a varias manos entre distintas escuelas, es decir, entre la KHM, la escuela de la UNAM, una escuela de Turquía, otra de China, una de India, la escuela de la Universidad Javeriana y la nuestra. Y resultó que cada escuela hizo una versión de esos relatos”, explicó.
Escrituras creativas ampliadas para la paz y la reconciliación
Desarrollar un programa con este enfoque es lo que buscan el CREA y la Maestría en Escrituras Creativas de la Facultad de Artes de la U.N., posgrado que coordina y dirige el profesor Satizabal.
Para ello, la maestría y el CREA están buscando alianzas con importantes instituciones como el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Comisión de la Verdad y la Universidad Externado de Colombia, con las que ya están en conversaciones.
“Estamos muy motivados en desarrollar un programa de escrituras creativas ampliadas para la paz y la reconciliación, porque hay un gran interés dramático en ese tipo de relatos, pero al mismo tiempo un interés poético e histórico para que el país, el pueblo colombiano, conozca lo que hemos vivido en los años de la guerra, el relato no contado de lo que el país ha vivido”, explicó.
Y agregó: “tenemos como propósito convertir en relatos radiales, poemas, crónicas, cuentos, música, etc., las sentencias de justicia y paz que cuentan todo lo que fue el origen del paramilitarismo en Colombia o las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ha condenado al Estado colombiano por su compromiso en crímenes de Estado, por no haberlos prevenido o, incluso, por acción directa como es el caso de los falsos positivos o el genocidio contra la Unión Patriótica”.