El testimonio es una declaración o exposición que hace una persona de lo que le consta o percibe sobre determinado hecho o circunstancia. Deben tenerse en cuenta todas las características necesarias que permitan establecer que se está diciendo la verdad y no debe olvidarse que el testigo es un hombre con sus pasiones, defectos, prejuicios y sentimientos, influenciable, y por ende capaz de mentir por muchos factores, desde el económico, trivial o superfluo hasta el más vil o abyecto.
Con fines políticos e inescrupulosos se han creado verdaderos carteles de testigos falsos, desmovilizados de la guerrilla y de las autodefensas, que entran en el juego de la justicia efectista y mediática cuando hay que golpear, despedazar, enlodar, calumniar, deshonrar y acusar a algún personaje de la vida pública. Lo hacen por dinero, venganza, retaliación, por obtención de rebajas, trato especial y privilegios.
¿Acaso tenemos una justicia que quiere mostrar sus colmillos al nuevo gobierno para no dejarse tocar, escudándose en el Estado de derecho libertario y democrático que presumimos tener? Lo cierto es que en toda la historia del país nunca se había visto una rama del poder del Estado tan prosternada viscosa e inescrupulosa como la actual. Es vergonzoso y notorio cómo las investigaciones y vinculaciones criminales son selectivas, y prosperan y arrojan resultados dependiendo de la filiación política y amistad o no con el gobierno.
Testigos sucios, sin moral, contención o pudor, mercenarios de la verdad, utilizados por abogados oscuros que fabrican pruebas en vez de argumentos convincentes, se toman el tinglado, el cuadrilátero del derecho y las salas de audiencia, que hoy dicen una cosa, mañana otra, dependiendo del ofrecimiento o dádiva jugosa y mezquina (absolución, preclusión, rebaja de penas, traslados, protección, nueva identidad, dinero, amenaza, intimidación, coacción etc.). ¿Cómo creerle a estos individuos, llenos de maldad, falsedad e intereses torcidos y prejuiciosos?, ¿por qué creerle a unos y a otros no?, ¿acaso por puro y llano interés en condenar y buscar un culpable a como dé lugar?
Por ejemplo, en el caso de Álvaro Uribe Vélez, cuya cabeza como trofeo quieren exhibir, como señalan Los Irreverentes "es sabido que Barceló, Magistrado de la sala Penal de la Corte, que investiga a Uribe, es un hombre de izquierda radical, mantiene, a través de asesoras en el Congreso, contacto permanente con el senador comunista Iván Cepeda. Los canales establecidos, valiéndose particularmente de los servicios de una funcionaria llamada Paola Fonseca, han permitido un flujo permanente de información entre Barceló y Cepeda, en una clara y abusiva violación de la reserva sumarial”.
Además, como lo señala Mario Javier Pacheco en el periódico Debate: “En el caso que nos ocupa, Iván Cepeda, hijo de Manuel, cuyo nombre ostenta el frente 42 de las FARC y un frente urbano de la misma organización terrorista, aprovechó su investidura para recorrer las cárceles, pretextando, abogar por el hacinamiento, pero en realidad buscaba paramilitares que se prestaran a ser testigos contra Uribe. En las cárceles los testimonios son baratos, y Cepeda le pagó a la familia de Juan Guillermo Monsalve, visitado por Cepeda 21 veces, una plata, cuyo monto desconozco, a través de una ONG. Monsalve, declaró entonces que en la hacienda Guacharacas, administrada por su padre, se reunían Santiago y Álvaro Uribe con paramilitares, para planear delitos. Oscar Monsalve desmintió a su hijo. Pero a pesar de eso, los Uribe quedaron encartados".
Pues bien, con lo anterior en mente, en mi opinión todo será analizado de manera conveniente a las necesidades de una condena en contra del expresidente, de modo que probablemente sus exculpativas y pruebas no serán tenidas en cuenta, más bien serán valoradas prejuiciosamente en su contra, con el sesgo deleznable de una justicia espúrea e ilegítima.