Justo cuando las campañas presidenciales se encuentran en su recta final siendo cuestionable el manejo de las mismas salpicadas por casos como negociaciones con los narcotraficantes, hacker entre otros; y porque la imagen de los candidatos en lugar de alzarse en popularidad ante la ciudadanía de manera positiva enfocándose en su plan de gobierno, han decidido declararse la guerra unos a otros desorientando a los Colombianos mostrando facetas nada glamorosas, manchando su reputación y dejando mucho que desear en cuanto se refiere a lo que necesita el país; Da la casualidad que al frente de la estación del museo del oro en la av. Jiménez de Bogotá se encuentra el señor Raúl Carvajal parado con un camión con pancartas y repartiendo volantes a las transeúntes sobre el caso de su hijo Raúl Antonio Carvajal quien fue sargento del ejército sirvió a la patria durante 9 años y fue asesinado según el por militares del ejército al negarse a hacer 2 falsos positivos que le habían ordenado sus superiores.
Don Raúl cuenta que esto es un grito de ayuda porque ninguno de los organismos del gobierno han querido solucionar su caso e incluso se están haciendo los de la “vista gorda” con no solo este sino con muchos casos de falsos positivos que hay en el país.
Asegura tener pruebas que a su hijo lo masacraron en un combate ficticio el 8 de octubre de 2006 y que la orden directa vino del presidente en ese entonces Álvaro Uribe y su ministro de defensa hoy presidente Juan Manuel Santos.
Ellos como autores intelectuales dieron la orden al teniente coronel Álvaro Diego Tamayo y al teniente Yimid Yamid Pardo quienes fueron los autores materiales de este y otros falsos positivos ocurridos en el Catatumbo.
Según don Raúl el cuerpo de su hijo fue manipulado en medicina legal y al solicitar una nueva necropsia mostraron que a su hijo no solo le habían manipulado el cuerpo sino que en la cabeza se la habían llenado de periódico para ocultar con cual arma le habían disparado dificultando esclarecer de qué forma realmente murió su hijo.
En estos largos 7 años de lucha por esclarecer los hechos y demostrar que quienes realmente han sido los reales responsables de estos crímenes de estado fueron el expresidente y ahora senador electo Álvaro Uribe y el actual presidente candidato Juan Manuel Santos se ha dirigido a diferentes organismos de control quienes tristemente no han querido hacer nada y que incluso se han pasado la “pelota” unos a otros con el fin de limpiarse las manos.
Asegura haberse dirigido a la procuraduría ante el doctor Juvenal Arévalo y a la defensoría del pueblo ante la doctora Martha Reina, a la fiscalía con los doctores Gina Cobrejo y Julio Cesar Gamba quienes eran asesores cuando el fiscal general era Mario Iguarán quienes radicaron el proceso y quienes faltando dos meses para que entregara el cargo el doctor Iguarán cerraron el caso evitando avances del mismo. De igual formas varios abogados que había tomado el caso se retiraron y asegura que la única persona que le había brindado ayuda sincera en su proceso es la doctora Claudia Mantilla quien está desaparecida y a la que según él le habían hecho un atentado sin saber a ciencia cierta el resultado del mismo, lo único cierto de ella es que al preguntar por su paradero la respuesta es que no existe.
También se ha dirigido de manera forzada al congreso donde varios reconocidos concejales incluida Piedad Córdoba le dieron su tarjeta y le aseguró ayuda en su caso pero evidentemente quedó en palabras.
Los medios de comunicación a los que se ha dirigido no han querido mostrar su caso porque según él estos medios son del gobierno y no les conviene que ni este ni ningún otro caso de falsos positivos salga a la luz aunque afirma que el único noticiero que ha mostrado sus protestas es Noticias Uno en sus emisiones de Enero 14 de 2012 y Octubre 27 de 2012.
Don Raúl a pesar de estar temeroso por su vida desea seguir luchando con el único interés que se investigue a fondo y se esclarezca realmente lo sucedido ese Octubre 8 de 2006 cuando su hijo falleció siendo cabo primero del ejército.
Por ahora hará un recorrido por todo el país repartiendo volantes sobre su caso estableciendo una premisa con el fin de que los colombianos no sean ciegos ante estos casos y evidenciar el cómo realmente funciona la justicia de este país.
Llámese causalidad o no, este podría ser uno más de los detonantes que inferirían en las poco “elegantes” campañas que se han presentado para estas elecciones presidenciales, y que pueden ser una guía para determinar que buscamos de un presidente para que en los próximos 4 años este país sea un poco mejor.
Enlace Los héroes de Colombia si existen:
