Me tiene mal la foto de las magistradas de la Corte Constitucional con el presidente de la República Iván Duque que fue publicada por la W esta semana. En el pasado ya algunos magistrados de la Corte Constitucional se han mostrado en fotografías complacientes con el presidente generando serias dudas frente a la imparcialidad y la independencia de poderes.
Foto que casualmente se revela un día después del fallo del Tribunal de Cundinamarca en el cual se declaró la nulidad del decreto 134 del 6 de febrero de 2021 por el cual se nombró como ministro al señor Diego Molano, dado que se encontró probado que se incumplió la cuota exigida por la Ley 581 de 2000; esto significa que debían elegir a una mujer, de conformidad con los propósitos de dicha norma de incluir miembros de grupos históricamente discriminados (las mujeres en este caso).
Es decir, el Gobierno Nacional violó abiertamente “el porcentaje mínimo de participación de mujeres” en el gabinete. Ministro —que vale la pena recordar— el 26 de abril debe atender la moción de censura que se adelanta en su contra por el presunto caso de ejecuciones extrajudiciales, también conocidas como falsos positivos, que habría ocurrido en Putumayo; y que, dado que el Gobierno se niega a acatar la sentencia hasta y tanto se pronuncie el Consejo de Estado, continuará su trámite ante la cámara de representantes.
Situación que tampoco es novedosa, puesto que en el pasado ya se había intentado moción de Censura a este funcionario con ocasión a las graves afectaciones y vulneraciones a los derechos humanos presentadas en el marco del paro nacional en mayo del 2021. Muy seguramente no pasará nada.
El 22 de abril el ministro de Justicia y de Derecho, Wilson Orjuela, en un acto público celebraba que cada vez más mujeres llegaban a puestos “importantes” que pronto veríamos cortes con igualdad de cantidad entre hombres y mujeres, y ponía como ejemplo la Corte Constitucional.
¡Sí, esa que se compone en una gran mayoría por mujeres que posan con el jefe de un gabinete no paritario como quien va a iniciar un torneo de vóleibol! Y a renglón seguido dice: “La mujer tiene que atreverse también a aspirar a las altas cortes, tiene que empezar a formarse más”.
Es decir, de los creadores de “el que es pobre es porque quiere” llega “¡La mujer que no llega a altos cargos es por falta de formación! ¡Por no atreverse!”. Pues no señores, las mujeres no llegan en mayor cantidad a estos escenarios porque ustedes mismos lo impiden aun rompiendo la ley que les obliga contar con nosotras.
¿Y porque no decirlo? Gracias a mujeres abiertamente complacientes con el patriarcado y que olvidan lo que implica su llegada a estos escenarios de poder.