Hace catorce años, el bogotano Jaime Plata tuvo la idea de comenzar en el barrio Galán de Bogotá un pequeño negocio que consistía en fabricar bolsas de tela reciclables. Por ese entonces ya la sostenibilidad hacia parte de agendas gubernamentales a nivel mundial y ya el mundo era consciente de los peligros de los plásticos, pero eran muy pocos los países que habían comenzado a poner en práctica políticas para dejarlos atrás. Por supuesto, Colombia no era uno de esos y aún se divisaba muy lejana la posibilidad de que llegara una regulación por el estilo.
Bautizó su creación con el nombre de Bio Bolsa y rápidamente la hizo crecer hasta convertirla en la mayor exponente de ese mercado emergente al que arriesgadamente decidió apostarle. En 2012, con apenas dos años, lograron importar su primera máquina de ultrasonido que les permitió mejorar su producción y solo un año después ya contaban con una empresa satélite en Medellín y con una gran planta de 500 metros cuadrados, la cual representó un gran avance en ese momento, pero terminó siendo diminuta para dar abasto con todas las operaciones de la empresa que luego tuvo que trasladarse a Funza, donde siguen hoy en día.
La calidad de sus bolsas de tela no tardó en llamar la atención de importantes empresas que decidieron darles su voto de confianza
Tal fue el caso de D1, que, en 2014, cuando el Grupo Santo Domingo no era aún su controlante, decidió contratar sus servicios. Luego se unirían otras grandes del comercio como Ara, Falabella, Panamericana o Zapatoca. Incluso, años después, lograron llamar la atención de Ecopetrol, la compañía más grande de Colombia con la que todos aspiran hacer acuerdos comerciales.
Sin embargo, a Ecopetrol no le hicieron bolsas ni mucho menos, sino que hicieron parte de un particular convenio en el que también estuvieron incluidos Arturo Calle y Essentia, filial de la petrolera y que consistió en hacer kits de ropa médica para apoyar al personal sanitario en plena pandemia por la Covid-19. La sinergia consistió en que Essentia fabricaba un material conocido como polipropileno, luego Bio Bolsa lo transformaba en tela no tejida y finalmente Arturo Calle confeccionaba las prendas definitivas que le eran entregadas luego a la Cruz Roja.
Esta fue apenas una de las acciones que les ayudaron a mitigar el impacto negativo que tuvo la pandemia, época que los golpeó duramente, pero de la que lograron salir airosos
De hecho, esa coyuntura la aprovecharon para incluir a los tapabocas dentro de su portafolio y contaron con un apoyo clave como el del banco BBVA que les abrió las puertas para aprobarles importantes créditos. Esa nueva línea de negocio los llevó a tener un pleito legal con la Empresa de Transporte Integrado de Bogotá S.A.S. por la propiedad de una bodega.
Tal ha sido el nivel de la expansión que ha tenido Bio Bolsa que ya en dos ocasiones fue reconocida por la revista Financial Times, un prestigioso medio británico especializado en temas de economía, como una de las 150 empresas que más crecen en todo el mundo. Así lo hizo en 2020 cuando ocupó la posición 148 y dobló la apuesta en 2021 cuando quedó de 111, siendo entonces la tercer mejor colombiana por detrás de Orometro, dedicada a la comercialización de metales preciosos y West Engineering.
Sin embargo, nada les ha dado un impulso tan grande como el del Congreso de la República al aprobar la Ley 2232 de 2022
La famosa ley de plásticos que comenzó a regir oficialmente el pasado 7 de julio y que entre otros productos, elimina de taquito el uso de las bolsas plásticas, obligando a los comercios a hacer una transición ya sea hacia las bolsas de papel que fabrican empresas como Ditar, Unibol o Colombates o bolsas de tela, que nadie en el país fabrica tanto como ellos.
Hoy, Bio Bolsa le da empleo a más de 300 personas, fabrica cada mes más de 5 millones de unidades de sus productos y, aunque la mayor parte de estos son utilizados en Colombia, se están haciendo cada vez más fuertes en mercados como los de Venezuela, Perú, Ecuador, Centroamérica y Estados Unidos. Además, Plata es un invitado constante de organizaciones como la Cámara de Comercio de Bogotá para dar charlas como la que dio en febrero de 2023 sobre compañías que han logrado resultados sobresalientes.
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