”No compraremos aviones de guerra”, fue el anuncio de José Manuel Restrepo, nuevo ministro de Hacienda. 15 billones menos de 25. Ahora, retiren la exención del 3% de la Reforma Tributaria de 2018 a los grandes empresarios, y ahí tienen 9 billones más para 24 billones. ¿Que tendrán que despedir gente? Que se les dé un plazo prorrogable para pagarlos. El otro billón es eliminar el noticiero Notiduque de 300 mil millones, las Altas Consejerías Presidenciales por 232 mil millones, la seguridad de Álvaro Uribe que no es funcionario público por 54 mil millones, y que dejen de robar un poquito, por ejemplo, reduciendo el Congreso, las Asambleas, los Concejos y obligando al Estado a financiar las campañas políticas, prohibiendo de manera taxativa la intervención en ellas por parte de la empresa privada, y listo, recaudaron 25 billones sin tocar al pueblo.
¿Es grave no comprar aviones?
Algunos uribistas acérrimos aseguran que con esta medida, “seremos el único país de América Latina, exceptuando Costa Rica y Panamá sin defensa estratégica aérea dentro de un año”. Yo les digo que podremos contar con que EE.UU. nos prestará una flota de 100 aviones en caso de guerra con Venezuela o con quien sea. Pero, ¿será que los aviones Tucano y los que sobrevolaron a Rodrigo Londoño en el discurso del acuerdo de paz ya no sirven simplemente porque cumplieron cierto número de años? ¿Cuántos años? ¿30 años que es el tiempo de duración de una flotilla de aviones? ¿En cuántas guerras se han usado esos aviones para que no sirvan? Me preocupa mucho que ya no sirvan...para los desfiles militares de cada año. ¿Motivo para gastar en medio de pandemia 15 billones en ellos? No creo.
Primero el hambre de la gente. Luego cambiamos de aviones. Para aviones ya tenemos los políticos, los banqueros y los hijos de Uribe.
¿Guerra con Venezuela?
Los estadounidenses tienen intereses en Venezuela por el coltán y el petróleo. No hay que pedirles ni el favor de que intervengan. Ahora, yo no creo que Venezuela quiera armar una guerra con Colombia. Si arman la guerra se acaba el flujo de divisas que evita que pasen hambre en el vecino país y Maduro se cae. No son tan estúpidos de pelear con la cuchara. Si hay una guerra con Venezuela es por iniciativa de EE.UU o de Colombia. A Colombia tampoco le conviene una guerra con Venezuela por la cantidad de subsidios que recibe de todo el mundo para mantener los venezolanos en su suelo por “emergencia humanitaria”. Eso también se lo serruchan y en una repatriación por la guerra los subsidios se acaban.
Inmunidad del rebaño contra el abuso
Creo que Colombia por fin alcanza la inmunidad del rebaño contra el abuso de banqueros y políticos.
Sé que bloquear un Transmilenio y quemarlo es un acto violento. Que sus dueños, Víctor Raúl, Carmen y Publio Martínez Palacio, los Rodríguez Socha, Eduardo Hernández, Joaquín Losada, Jorge Herrera Barona, Henry Cubides Olarte, Enrique Wolf, Juan José y el barranquillero Juan Evangelista Baquero, que hacen parte de esa empresa mixta, sufrirán al ver que tienen que reinvertir en el negocio algo de los $7 mil millones que recaudan a diario con pasajes de $2500 prestando un pésimo servicio.
Un bus no creo que represente mucho para ellos en términos económicos. Se paga con menos de un día de jugar a ver circular los carritos en la pista.
Al igual que banqueros como Luis Carlos Sarmiento Angulo, los Gilinsky y Mejía Correa, también llorarán por tener que reparar alguna fachada y uno que otro cajero, reinvirtiendo algo de los $7,2 billones que recaudan anualmente a manera de ganancias; de ver uno que otro peaje en llamas, que no cuesta mucho montarlo de nuevo con el dinero de los impuestos del pueblo. Pero sobrevivirán. 1 billón son 999 mil 999 millones + 1. Ahora multiplique por 7 y haga la cuenta. Podrán llorar sobre sus corbatas Satya Paul de 271 diamantes, mientras manejan su Bugatti La Voiture Noire en Dubai hacia algún hotel de lujo de su propiedad para matar las penas comiendo Fresas Arnaud en brazos de algunas huríes. Seguro sobrevirán.
Violencia es trabajar en el campo al sol y al agua a cambio de bazuco para seguir trabajando sin paga; violencia es la trata de blancas, el asesinato de líderes sociales, la explotación infantil por la precarización del país, el miedo de salir a diario a las calles; violencia es el paseo de la muerte de las EPS, propiedad de Parlamentarios y de otros políticos retirados, que sobrefacturan a diario al Estado según denuncias, un servicio que no prestan desde la ley 100; violencia es la atención que presta el Sisbén y el cuidado sin cuidado que ofrece a los líderes sociales la UNP; violencia es que se roben 50 billones al año y no haya educación gratuita de calidad; que el que nace pobre muera pobre según el DANE; violencia es vivir en un país sin oportunidades, cada vez más marginal, donde los únicos préstamos son para los que no los necesitan, y donde los índices de psicopatía, sociopatía y trastorno disocial ascienden al 32,93%; violencia es la que genera 2500 suicidios al año, víctimas de la psicopatía, que se ha institucionalizado y se convierte en un sufrimiento constante que genera enfermedad mental. Violencia es que nos mate el Estado por salir a protestar por causas que son justas. Violencia es esa falta de democracia. “Primero mi primaria”, luego hablamos de cuantificar daños… daños más lesivos, como los de Reficar, la ruta del Sol, Hidroitungo, el estadio de Neiva, Foncolpuertos, Dragacol, Agroingreso Seguro, Saludcoop, Odebrecht, Túnel de la Línea, sin contar las demoras de cada pago a contratistas del Estado para poner su dinero a generar intereses privados mientras aguantan hambre en la bolsa de valores. ¿Recuerdan también Invercolsa, Interbolsa, Probolsa?
Un paro es terrible, pero recordemos que la Jornada Laboral de 8 horas se conquistó con un paro de 44 días en Barcelona, con protestas masivas y disturbios. Que la manumisión de los esclavos nos costó más de una lucha cimarrona, palenquera, varias guerras civiles y otra más grande contra la Corona española. Que en Chile la dictadura de Pinochet solo vio su fin tras un año de protesta en las calles. Un paro es aún más terrible, en medio de una pandemia, pero por ello esperamos que sea menos duradero. Es el mejor momento para recuperar la soberanía sobre el país.
Que caiga quien tenga que caer. Aquí les dejo una fórmula que pensé hace días sobre cómo reducir la corrupción del país: