Cuando por allá por la temporada siete se dio el tan anticipado encuentro entre Jon Snow y Daenerys Targaryen y la tensión sexual (hasta entonces) no resuelta entre ambos y la resolución de la misma, casi por el final de temporada, justo en el momento en que Bran y Sam están revelando la verdadera identidad de Jon, los fanáticos más observadores (como su servidor) prendieron de inmediato las alarmas por el conflicto de intereses que se podría gestar a partir de allí (la expresión de Tyron que hasta entonces desconocía la identidad real de Jon, cuando al parecer lo espiaba en el momento que este último se disponía a acostarse [sin saberlo] con su tía, es un buen ejemplo de la expresión que teníamos muchos espectadores).
Y es que con la confirmación de la famosa teoría "R+L=J", sabíamos que el último tramo en la carrera por el Trono de Hierro vendría a complicarse más al tener Jon Snow (ahora Aegon Targaryen) un reclamo más legítimo al trono, que la propia Daenerys, cuyo principal arco argumental a lo largo de toda la serie había sido precisamente retomar el trono que le fue arrebatado a su padre, "El Rey Loco". Dicho conflicto nos explotó en la cara, justo al final del segundo episodio de esta octava temporada, cuando en las catacumbas, el otrora "bastardo" de Ned Stark le revela a la Madre de Dragones su verdadera identidad, lo cual es obviamente recibido sin mucho entusiasmo y con obvio recelo y escepticismo por parte de la reina. La incómoda situación y la aún más incómoda conversación que esta revelación traería, no tendría lugar hasta unos pocos episodios después, porque por fortuna (¿?) en aquel momento suena el cuerno de alarma advirtiendo que el ejército de los muertos había llegado.
Podría decirse que hasta entonces, (episodio 2), a pesar de algunas decisiones y tramas que se fueron cerrando y se sintieron —cuando menos— apresuradas, la historia presentada en la serie continuaba teniendo cierta coherencia, consistencia y continuidad, en especial con el desarrollo de la mayoría de sus personajes, y su respectiva evolución. Aun así la calidad de la serie, así como su narrativa sí empezaba a sentirse muy desentonada con respecto a las primeras cuatro temporadas (y quizás a las dos siguientes). Esto no es completamente culpa de los escritores/guionistas. Hasta la cuarta temporada, con todo y sus diferencias con los libros, el material en el cual se basaban los guiones estaba fuertemente sustentado en la obra literaria de George R.R. Martin.
Sin embargo, adaptar una obra de la magnitud de Martin a un formato audiovisual, aunque no era imposible (cosa que pudimos evidenciar en las primeras temporadas), sí suponía un reto muy superior para los guionistas, productores, ejecutivos, y hasta para el mismo reparto. Adaptar "fielmente" los libros habría tomado más temporadas y recursos de los que HBO hubiera podido o querido costear; es por eso que luego de la quinta temporada, y al mejor estilo de la escena que originó los memes de la séptima entrega de Rápidos y Furiosos, libros y serie tomaron caminos completamente distintos. Esto sumado a la demora del escritor en terminar su saga, a la cual todavía le restaban dos libros, el primero de los cuales está previsto que no verá la luz hasta mediados de este 2019, y el segundo ni siquiera tiene una fecha de publicación prevista, aunque se ha rumorado que ya han sido terminados y que serán publicados una vez termine la serie.
También se había dicho en su momento (antes de que GRRM terminara de escribir los dos últimos libros de su saga), que este le había revelado a los showrunners, David Benioff y D. B. Weiss, cómo terminaría la historia en caso de que él sufriera una prematura muerte antes de ver terminada su obra. Es decir, que aunque los guionistas y showrunners de la serie ya no bebían directamente de la fuente original, su creador había dejado algunas directrices de hacia dónde debían seguir y de cómo debía terminar. Así que, ¿cuál es el problema entonces? El problema es que en entrevistas recientes, el propio GRRM ha mostrado su desacuerdo y descontento con el rumbo y las decisiones que ha tomado la serie. Algo que no solo él en calidad de creador de la obra notó, sino que la mayoría del fandom de la serie ha venido percibiendo, especialmente en los últimos episodios.
Por subrayar dos ejemplos muy puntuales, antes de centrarnos en los que hoy nos ocupa, el muy anticipado episodio de La Larga Noche; la esperada batalla entre los vivos y los muertos, que luego de Hardhome ocupó el foco de atención de la serie, desviándolo de la larga y enmarañada lucha por la ocupación del trono. Fue un episodio a nivel técnico y visual, impresionante... (Y oscuro, muy oscuro, y me refiero a la fotografía). Recuerdo haberlo disfrutado de principio a fin, recuerdo haber sufrido las muertes de algunos personajes recurrentes que nos dejaron en él, y haber temido las de otros, que por suerte en ese momento no sucedieron. Recuerdo también el júbilo en el momento en que Arya en una muestra magistral de habilidad, toma la daga que se le había caído cuando todos pensamos que el Rey de la Noche la mataría, se la clava acabando con él y de paso con todo su ejército y la "maldición" que con él traía.
Fue algo hermoso y digno de ver, pero... pasado el júbilo, el éxtasis, y el hype, hubo cosas que a muchos nos empezaron a molestar. "Pequeños" detalles no tan pequeños que evidenciaban algunos agujeros en el storytelling desarrollado a lo largo de casi diez años y ocho temporadas de serie. Por ejemplo, que aunque en el show jamás se habló del concepto de Azor Ahai (“El Príncipe Prometido”, el portador de la Luz, quien vendría a librar al mundo de las tinieblas, representadas en el Rey de la Noche), el mismo sí estaba presente de manera implícita, y lo estuvo desde la segunda temporada cuando nos presentaron a Melisandre, quien en un principio había creído que dicho príncipe no era otro que Stannis Baratheon, pero luego de la derrota y posterior muerte de este (y la posterior resurrección de Jon Snow), llegó a decir en algún punto de la sexta temporada que ahora sí estaba segura de que él era el Príncipe Prometido. Así que, todo el viaje de Jon, su primer enfrentamiento con el Rey de la Noche y sus huestes en Hardhome, y su posterior muerte y resurrección, apuntaban a que tenía, entre muchas, una simple tarea y destino: enfrentar al Rey Nocturno y vencerlo. Algo que además soñamos que tomaría cuando menos tres episodios; cosa que ahora sabemos, no sucedió, pues quien acabó con la amenaza fue Arya (cosa que no nos "molesta" del todo), y en un solo episodio, mientras que Jon se la pasó intentando sin éxito llegar a Bran y huyendo del fuego del "dragón zombie".
El otro ejemplo vendría en el episodio siguiente, El último de los Starks, donde al final del mismo, y de una manera casi arbitraria se arrojan ocho temporadas de desarrollo de personaje de Jaime Lannister, quien "inexplicablemente", después de haber jurado quedarse en Winterfell para proteger a los Starks, quien "aparentemente" se había librado del yugo de su hermana, y con quien nos forzaron a última hora un romance con Brienne de Tarth, que solo duró algunos minutos del episodio, decide de manera ilógica regresar a King's Landing para buscar a Cersei; (algunos optimistas pensaron que para matarla él de una forma más "benevolente", aunque la mayoría infirió por lo que le dijo a Brienne que su intención era protegerla).
Y estos dos ejemplos son solo dos pequeñas cerezas en el enorme pastel de incoherencias que nos tendríamos que tragar en el episodio siguiente, que si bien tuvo sus momentos épicos, esperados y emotivos, nos dejó a la mayoría con un gran mal sabor de boca.
Por mencionar algunos, ¿Tyron portándose como un vil soplón, poniéndole quejas a su reina sobre la "traición" de Varys? ¿Varys, el pu** Maestro de los Susurros bajando la guardia y siendo descubierto y posteriormente ajusticiado de manera hasta cierto punto tan tonta? ¿Y dónde me dejan a Arya llegando a Desembarco y topándose con el guardia más inepto del mundo, quien sin cuestionárselo mucho la deja pasar a ella y al Perro, después de que ésta le dijera que venía a matar a la reina Cersei? ¿Y la cómica respuesta de ese remedo de Stormtrooper, "déjeme lo hablo con mi capitán? ¿¡Es en serio!? ¿Quién escribió esa bazofia? ¿Un guionista de The Big Bang Theory? (Y ojo, que también amo esa serie, solo que el diálogo este me parece que desentona totalmente con el tipo de serie que es GOT).
Ahora, pasemos a "lo bueno", o a "lo grande", mejor. La "Batalla" en Aguas Negras y King's Landing.
Sí, sin duda alguna un espectáculo a nivel técnico y visual, de eso no hay duda. De hecho, al principio, con todo y un alto uso de la suspensión de la credulidad requerida para disfrutar cualquier ficción, estaba fascinado viendo cómo Daenerys y su dragón se "lamían", literalmente a la Flota de Hierro, el Ejército Lannister y la Compañía Dorada. Esa parte se llevó no solo mi emoción (y la de muchos), sino también nuestros aplausos... Ahora... ¿Por qué no hizo lo mismo en el episodio anterior, en el momento en que le mataron a Rhaegal? Tenía los motivos, el coraje, el dragón, y la flota que la asediaba era infinitamente menor a la que estaba atacando ahora (y de paso le habría ahorrado la muerte a su amiga). ¿Por qué esas mortíferas ballestas gigantes (los "Escorpiones"), parecieron tan letales e indestructibles la semana anterior, y ahora parecían ser de paja? ¿Por qué habiendo toda una flota de barcos armadas con Escorpiones, y estando cada torre de la muralla de Desembarco equipadas igual esperaban a tener al pu** dragón a tiro para dispararle, y lo que es peor, por qué solo disparaban de a uno, cuando pudieron dispararle varios a la vez? Vale, no queríamos (hasta ese momento) ver morir a Daenerys y a su dragón, pero, ¡joder! ¿En serio me estás diciendo que toda una flota y un ejército de hombres entrenados no fueron capaces de armar una mejor defensa que nos hiciera cuando menos temer por la vida de "Danny" y su "hijo"? A eso me refiero con las inconsistencias e incoherencias que viene presentando la serie, y que en esta secuencia de no más de diez minutos se hacen incómodamente evidentes.
Pero lo peor estaba por suceder. Al inicio del episodio, Tyrion le ruega a la reina que detenga su ataque si escucha las campanas, lo cual sería la señal de que los ejércitos de Cersei habían sido derrotados y que la ciudad estaba rendida a sus pies. En efecto, así sucedió. Danny y su ejército logran reducir en poco tiempo al ejército de Cersei, lo que queda de ellos se rinden arrojando sus espadas cuando son encarados por Jon, Gusano Gris y los Inmaculados, y la cosa podría haber terminado ahí, pero no. Es Juego de Tronos, no importa la lógica, no importa el desarrollo de personajes, no importa el storytelling, lo que importa es impactar, aunque dicho impacto vaya en contra de todo lo previamente establecido. Es así como en una de las secuencias más chocantes de la serie, Daenerys decide ignorar la petición de su Mano, y decide quemarlo todo hasta sus cimientos, sin importarle si eran inocentes, mujeres, ancianos, o niños; sus inmaculados y los dothraki la secundan orquestando una de las peores masacres vistas en la serie, ante los ojos atónitos, incrédulos e impotentes de Jon y de Tyrion.
La "Rompedora de Cadenas", la misma que prometió al inicio del episodio Eastwatch que ella no vendría a quemar sus ciudades, ni a destruirlos, la que ella no era como Cersei; la que en su momento le dijo a Jon (y que repitió hasta el cansancio) que tampoco era como su padre y que no debían juzgarla por los pecados de rste; la chica indefensa que amamos, admiramos y vimos crecer y evolucionar durante ocho temporadas, es convertida ahora por capricho de los guionistas sin justificación alguna en un monstruo inmisericorde, que por segundos durante ese episodio, nos hizo sentir más empatía por Cersei (a pesar de que también la queríamos muerta). Y a propósito de esta última, qué triste y misericordioso final para una villana tan bien construida. El mejor final que encontraron para uno (dos) de los mejores personajes de la serie, es ser aplastados por un montón de escombros; sin ninguna justicia poética, sin que ninguno de los otros personajes lo pudiera presenciar, tirando a la basura lo que pudo ser una muerte relevante y detonante para lo poco que resta de la serie.
Volviendo y terminando con Daenerys, lo que le hicieron a su personaje se siente más como un intento desesperado de los guionistas para justificar su inevitable y posterior enfrentamiento con Jon por el Trono de Hierro, y su casi segura muerte, a manos de Arya o de Jon mismo.
Temo por lo que será el episodio final. Si las filtraciones son ciertas (y hay una que fue muy acertada con respecto a este fatídico capítulo, y que aborda al último también), el final de la serie será no solo más incoherente de lo que ya hemos visto hasta ahora, sino sumamente decepcionante.
Que los siete dioses nos agarren confesados.
Valar Morghulis.